Orduña dice sí a los toros

La tradición taurina de Orduña tendrá continuidad este año después de que la comisión de fiestas de los Ochomayos acordara a última hora del miércoles la organización de un festejo. Tras un mes de reuniones, los partidarios del sí se impusieron a los representantes de asociaciones contrarias a programar toros tras el fiasco de 2015 cuando, ya con el público en la plaza, se tuvo que suspender la corrida por el impago del empresario, que a fecha de hoy continúa debiendo 12.393 euros. El debate giraba en torno a la «mala imagen» que estaba dando al municipio este incidente y en buscar soluciones que garantizasen que lo ocurrido no vuelva a repetirse. Al final, las asociaciones orduñarras alcanzaron un acuerdo a favor de los toros, siempre y cuando se establezca una fianza que garantice la celebración del festejo o, en caso de que se produjera una situación «excepcional», la devolución del dinero invertido en la contratación.

El concejal de fiestas, Eriz Pérez, ya había hablado antes de la reunión de esta semana con el empresario elegido, Juan Luis Ruiz, natural de la localidad navarra de Tudela, para debatir diferentes aspectos del contrato y con el que volverá hablar durante estos días para cerrar un convenio de colaboración de cara a la próxima reunión de la comisión de fiestas que se celebrará el miércoles. Ruiz tendrá que organizar un festival taurino que costará 6.000 euros, el dinero que está dispuesto destinar el Ayuntamiento (liderado por Bildu) y la comisión al espectáculo de toros. También se fijará estos días la fianza que se añadirá al contrato para garantizar la recuperación del dinero adelantado en caso de que se repitiera un episodio como el del año pasado. Los matadores aparecerán vestidos con su traje corto en vez del traje de luces y se lidiarán toros o novillos despuntados o despitonados. El torero local Iván Abásolo será el protagonista de este festival. El año pasado, cuando estalló el escándalo y con la plaza llena de público, el diestro se ofreció a torear ante sus paisanos incluso sin cobrar. Desde el Club Taurino Otxomaio manifiestan su satisfacción por poder seguir disfrutando del arte de Cúchares, «una tradición muy arraigada en la ciudad de Orduña».

Con esta decisión se pone en marcha la maquinaria para que las fiestas locales, que se celebrarán dentro de dos meses, incorporen un espectáculo taurino a su programa. El pasado enero, el Ayuntamiento ya confirmó al Club Taurino la concesión de una subvención de 6.000 euros para que pudieran organizar una corrida, pero ponían como condición que la comisión de fiestas adoptara la decisión final. El club puso entonces sobre la mesa dos ofertas, al tiempo que explicaba a los socios la recomendación de expertos juristas, contrarios a emprender acciones legales contra el empresario que protagonizó el fiasco del año pasado, «porque tendríamos pocas posibilidades de recuperar el dinero». Tampoco el Ayuntamiento de Orduña quiso en su día personarse junto a los vecinos afectados en una demanda colectiva, por lo que tampoco recuperará los 3.000 euros que le debe el empresario «que hizo mutis por el foro».

Desde 1913

Orduña conserva una de las pocas plaza fijas de Bizkaia. Es de tercera categoría y tiene capacidad para más de mil espectadores. El coso se inauguró en 1913 para acoger festejos taurinos, una tradición que se remonta al siglo XV. Además del orduñés Iván Abásolo, otro diestro se ha convertido en imprescindible en las ferias más importantes del mundo. Se trata de Iván Fandiño. La plaza de toros orduñesa es uno de los ruedos más bellos de Bizkaia, realizado en mampostería y hormigón según diseño de Luis M. Argentiff.