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El cuerpo de Mikel yace junto a las vías en Basurto.

El crimen de Mikel, víctima de un novio despechado y su amigo matón

Un joven fue degollado y arrojado a las vías en Basurto en 1997. Dos cuerpos policiales investigaron el caso y dos jurados lo juzgaron. Hubo hasta cuatro detenciones, pero solo uno fue condenado

Ainhoa De las Heras

Lunes, 23 de noviembre 2015, 03:12

El asesinato de Mikel ha sido uno de los más complicados de desentrañar para la Justicia en Bizkaia. El joven fue degollado y arrojado a las vías del tren en Basurto el 25 de junio de 1997, pero hasta julio de 2005, ocho años después, ... no hubo una sentencia definitiva, la del Tribunal Supremo que absolvía a uno de los implicados y mantenía la condena para un único culpable, un joven multirreincidente conocido como el 'Nardi'.

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Después de que el caso quedara archivado tras una primera investigación de la Ertzaintza, la Policía Municipal de Bilbao creyó haber resuelto el crimen de Basurto en noviembre de 1999 con la detención de cuatro chicos, uno de ellos menor de edad. Según la tesis policial, un novio despechado había jurado venganza contra el nuevo compañero sentimental de su exnovia, Mikel, y había pedido a un conocido, 'Nardi', que le diera un «escarmiento». Acompañado de varios jóvenes, que finalmente quedaron exculpados, el autor material del homicidio acudió a la curva de Lezeaga a esperar a Mikel que iba a dejar a la chica en casa.

Los 'matones' dieron el alto al vehículo y le sacaron violentamente de él. En medio del forcejeo, 'Nardi' extrajo una navaja que llevaba encima para cortar el hachís que fumaba, y le acribilló sin conmiseración. El cuerpo presentaba 23 heridas de arma blanca, una de ellas en el cuello que le segó la yugular. Después, para ocultar el cadáver, decidieron arrojarlo desde un muro de diez metros a las vías del tren, en la zona de Basurto. Un maquinista de un tren avistó el cuerpo a primera hora de la mañana, y dio la voz de alarma.

Veredicto 'in extremis'

Con una petición fiscal de 37 años de cárcel para los implicados, el primer juicio con jurado quedó suspendido al no llegar los miembros del tribunal a una decisión consensuada, tal como exige la Ley. El segundo proceso, celebrado unos meses más tarde, terminó con un veredicto de culpabilidad 'in extremis' cuando ya solo quedaba una oportunidad para encontrar a los autores, ya que de lo contrario el magistrado tendría que haber absuelto a los acusados.

Finalmente, en febrero de 2003, fueron condenados el novio despechado, a 10 años de cárcel como cooperador necesario y a 12 años y medio al 'Nardi' como autor material. El primero alegó que únicamente le había pedido que le diera «un toque» y el último, que había confesado el crimen por la «presión policial». «Me fueron comiendo la cabeza hasta que dije lo que ellos querían», afirmó en el juicio, aunque nadie le concedió ninguna credibilidad. Habían pasado ya cinco años y medio de los hechos y, como la sentencia fue recurrida, mientras se resolvía, ambos quedaron en libertad. 'Nardi' siguió delinquiendo. Fue detenido numerosas ocasiones por robos con fuerza en coche y hasta por una agresión con arma blanca. El otro joven, que había mantenido una vida normalizada desde el crimen, llegó a casarse con la chica a la que temió perder por Mikel, y que declaró a su favor en el proceso.

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El caso volvió a dar un nuevo vuelco en el verano de 2005 con el fallo del Supremo, que absolvió al supuesto instigador del crimen al entender que este no conocía la «agresividad» del asesino al que le encargó dar un escarmiento a la víctima, ya que la relación entre ambos «era superficial». El máximo tribunal mantuvo la condena a 12 años y medio de cárcel para el 'Nardi' como único culpable del crimen de Mikel.

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