El desplome de un techo causa inquietud en la terminal de carga del aeropuerto

Groundforce Cargo, la división dedicada al movimiento de mercancías de la firma de handling del mismo nombre, ocupa unas dependencias que son de titularidad pública. El Ministerio de Fomento percibe una renta anual por alquilar este espacio a la compañía privada. Ayer ningún responsable de la mercantil quiso hablar de lo sucedido. Fuentes de la compañía aseguraron que las explicaciones las tendría que dar, «en todo caso», el organismo que gestiona los aeródromos públicos españoles (Aena). «Las oficinas son suyas», dijeron.

En la empresa trabajan 38 personas. No todas desarrollan su cometido en el área administrativa, pero sí un elevado número de ellas, por lo que, si el hundimiento del techo se hubiera producido en horario diurno, «podría haber habido más de uno y de dos lesionados».

Una salida para Sondika

Tras proceder a la limpieza y arreglo urgente de las dependencias, las autoridades investigan ahora las causas del siniestro. «No ha habido que lamentar heridos», destacaron desde la dirección del aeródromo. La misma fuente subrayó que existe un proyecto para remodelar la terminal de carga, donde se realizarán importantes tareas de renovación. El plan lleva varias semanas en licitación y se ha reservado una partida de 1,25 millones de euros para su ejecución. Un total de siete constructoras se han presentado a un concurso público que se adjudicará de manera inminente.

Lo sucedido en el viejo almacén de carga -en su día hubo un proyecto para construir uno nuevo, pero la iniciativa se quedó en el tintero- ha reabierto el debate sobre la necesidad de recuperar y poner en valor las dependencias ubicadas en el lado de Sondika. «Hacen falta más inversiones para que la antigua terminal de pasajeros y los hangares aledaños puedan sobrevivir», apuntaron fuentes sindicales. Algunos de estos espacios continúan en desuso, tras no haber cuajado diversos proyectos planteados por emprendedores. «Trabajamos duro para buscar una salida antes de que las instalaciones se deterioren», dijo, en 2011, el anterior director del aeropuerto, Jesús Garay.