Juan Carlos Aguilar, el falso monje shaolín.

Cuarenta ertzainas declararán en el juicio contra el falso shaolín

El fiscal pide una pena de 20 años por cada uno de los asesinatos de Maureen Ada Otuya y Jenny Sofía Rebollo Tuirán, cometidos en junio de 2013

e. c.

Domingo, 25 de enero 2015, 01:27

Unos 40 ertzainas declararán en el juicio contra Juan Carlos Aguilar, el falso shaolín, acusado de asesinar en junio de 2013 a dos mujeres en su gimnasio de Bilbao: la nigeriana Maureen Ada Otuya, a la que golpeó brutalmente, y la colombiana Jenny Sofía Rebollo ... Tuirán, cuyo cadáver fue encontrado descuartizado.

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El fiscal cree que los hechos son constitutivos de dos delitos de asesinato con alevosía, por lo que pide, por cada uno de ellos, la pena de 20 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, además de pago de las costas. Además, reclama que abone a los familiares de las víctimas casi 300.000 euros. Por su parte, las acusaciones popular y particulares solicitan 45 años de cárcel: 20 años por el asesinato de Jenny y 25 años por el de Maureen, en el que creen que ha habido «ensañamiento y alevosía». También reclaman 500.000 euros de indemnizaciones para sus familias.

Durante el juicio -que iba a iniciarse el mes que viene, pero que se ha pospuesto hasta que el acusado nombre a un nuevo abogado tras la renuncia de su defensa-, han pedido que declaren, además de los agentes de la Policía autonómica, testigos, forenses y facultativos del Instituto Vasco de Medicina Legal. Además, han solicitado que en la vista oral se proceda al visionado de los vídeos y fotografías en las que aparece Jenny Sofía Rebollo, supuestamente narcotizada, y otras mujeres con las que había mantenido relaciones.

Aviso de los vecinos

Los escritos de calificación detallan que el 25 de mayo de 2013 el procesado llevó a su gimnasio, situado en Máximo Aguirre, a la primera víctima, Jenny Sofía. Allí, según esta documentación, la mató, sin que se haya determinado la causa del fallecimiento porque el cadáver fue descuartizado. Respecto al crimen de Maureen Ada Otuya, ocurrido el 2 de junio, también la llevó al gimnasio, donde la golpeó salvajemente. Finalmente, para «poner fin a la vida» de Otuya, la estranguló con una soga. En ese momento, la Ertzaintza, alertada por vecinos, accedió al lugar y le detuvo. La víctima ingresó en el hospital en estado de coma y falleció tres días después.

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