Gehry, "enamorado del pueblo vasco", apadrina la última gran obra de Bilbao

Frank Gehry ha vuelto este sábado al Bilao que tanto ha cambiado por su obra. El padre del Guggenheim se ha confesado "enamorado" del pueblo vasco y de la capital vizcaina. La visita al botxo ha sido precisamente para colocar la primera piedr de una nueva construcción, el puente que llevará su nombre en Zorrozaurre, donde se desarrollará la última gran obra de la regeneración urbana que él mismo inició con el icónico museo de titanio.

"Me enamoré del pueblo vasco, del patxaran, el txakoli, la merluza, el pil-pil", ha dicho Gehry en una breve intervención tras colocar la primera piedra del puente que unirá Deusto con la futura isla de Zorrozaurre. "Os quiero, quiero a Bilbao y volveré", ha concluido el arquitecto.

Un día después de recibir en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, Gehry ha sido recibido en el canal de Deusto con un aurresku de honor, que ha disfrutado junto al alcalde, Ibon Areso. Como tantos otros personajes, Gehry se ha sorprendido cuando el dantzari le ha lanzado la txapela.

Además del alcalde, han recibido a Gehry en el Canal de Deusto los consejeros de Medio Ambiente y Política Territorial y de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Ana Oregi y Juan María Aburto, respectivamente, y el diputado foral vizcaíno de Presidencia, Unai Rementería.

La apertura del Canal de Deusto tiene una función hidráulica de protección de Zorrozaurre contra las crecidas de la ría y reducirá de forma significativa la inundabilidad en varias zonas de Bilbao. La última gran obra de Bilbao tiene un presupuesto de 20,9 millones de euros y estará concluido en 2015.