Más de 200 días para una cita con el logopeda en Cruces y Basurto

La explicación de estas largas esperas está precisamente en el reducido número de logopedas que trabajan en Osakidetza. Hay doce plazas creadas para toda la red, una de las cuales está además sin ocupar. De todos estos puestos ocho están asignados a Bizkaia. Se reparten entre los hospitales de Gorliz (3), Cruces (3) y Basurto (2). Álava, en la actualidad, no cuenta con ningún logopeda de Osakidetza en ejercicio.

La alternativa que ofrece el Servicio de Salud a los pacientes que precisan de este tratamiento para evitar estas llamativas demoras es derivarlos a centros privados. Un total de 576 desvíos tramitó el pasado año en Bizkaia y 1.305 en toda Euskadi, según la información remitida por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, al Parlamento vasco a petición de Rebeka Ubera, de EH Bildu. En esa documentación también se especifica que Salud abonó a los centros un total de 878.449 euros por estos tratamientos.

En estos datos hay algunos aspectos que llaman la atención. Y es que mientras Osakidetza deriva pacientes a 58 consultas privadas en Bizkaia y a 34 en Álava, en Gipuzkoa concentra estos traslados en tres centros, a los que además abona unos importes por paciente muy superiores al resto. Salud pagó en ese territorio 377.011 euros por 382 derivaciones, frente a los 193.708 que financió por las 347 de Álava y los 307.730 que sufragó en Bizkaia por la atención de 576 pacientes en centros privados.

Para el Colegio de Logopedas del País Vasco es preciso que Osakidetza aumente el número de plazas para estos especialistas en su plantilla y poder reducir sus listas de espera. Una medida, indican, que ya están tomando otras comunidades autónomas como Andalucía. En este sentido, añaden, profesionales del ramo no faltan en Euskadi. La entidad cuenta con cerca de 400 colegiados.

Entre los principales problemas que tratan los logopedas están las disforias, alteraciones en la voz por mal uso; las afonías, pérdida de la capacidad comunicativa que se puede dar tras un ictus; las disartrias, problemas que afectan a la comunicación causados por enfermedades neurodegenerativas como la ELA, o las anomalías funcionales dentofaciales, algunas provocadas por traumatismos. El cáncer de laringe puede a su vez dañar las cuerdas vocales y afectar a la comunicación verbal.

Todas estas patologías precisan de rehabilitación para poder recuperar el habla, explica Antonio Clemente, presidente de los logopedas vascos. En Osakidetza, dada la escasez de profesionales y la demanda, pasan muchos meses hasta que se presta esa atención. Hasta «años», afirma Clemente, cuando se trata de un problema de voz. Por ello, apunta el presidente, es preciso que el facultativo que le trata en Osakidetza «le prescriba este servicio» para que Salud derive al paciente a un centro privado y le financie el tratamiento. De lo contrario tendrá que pagárselo de su bolsillo.