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Este lunes entró en vigor con todo el peso del régimen sancionador la zona de bajas emisiones (ZBE) de Bilbao. Oficialmente, las restricciones al tráfico más contaminante en los barrios de Abando e Indautxu están vigentes desde hace tres meses, desde el 15 de junio, ... pero el verano ejerció como un tiempo de prueba, de concienciación y familiarización con la nueva ordenanza. Sin multas. Hasta este lunes.
Para marcar este inicio de curso y el arranque de la Semana de la Movilidad, la concejala del ramo, Nora Abete, presentó el balance de estos tres últimos meses de ZBE inocua en términos sancionadores. Según reveló, en este tiempo se han registrado 3,22 millones de entradas de vehículos durante las jornadas y horarios restringidos, es decir, en día laborable de lunes a viernes entre las 7 de la mañana y las 8 de la tarde. De media, son 53.709 vehículos al día.
Únicamente el 5,6% no contaba con distintivo ambiental, con lo cual en principio tenía vetado el acceso. Pero sólo el 3% hubiese sido susceptible de sanción porque en el resto operaría alguna de las exenciones vigentes (residentes, repartidores, comerciantes...). Eso supone, según Abete, que unos 1.600 vehículos al día han entrado de manera irregular, así que en caso de estar vigente el régimen sancionador, hubiesen sido multados.
Está por ver si esto ha cambiado desde ayer, cuando comenzaron a aplicarse las sanciones de 200 euros. ¿Cómo ha ido? El Ayuntamiento no ha dado datos. Hay que tener en cuenta también que las personas que accedan a la ZBE con coches viejos tienen hasta 48 horas para justificar la entrada, de modo que la cifra exacta de multas no se conocerá hasta mediados de semana.
Así que por el momento hay que conformarse con analizar lo ocurrido en los últimos tres meses. En ese tiempo, en total, ha habido casi 100.000 entradas irregulares y, según informó Abete, se han enviado «más de mil cartas» informativas a los infractores. Son esas notificaciones que pretendían ejercer como una especie de campaña informativa personalizada y que finalmente se expidieron al 1% de los incumplimientos. Dijo la concejala que se han enviado de manera «aleatoria», aunque también señaló que de algún modo se ha compatibilizado esa aleatoriedad con el hecho de que «en la gran mayoría de los casos se han remitido a los propietarios de los vehículos que con más frecuencia han accedido de forma indebida a la ZBE».
En cuanto al impacto de la medida durante el verano, los datos del Ayuntamiento reflejan que desde el 15 de junio se ha reducido el tráfico en el centro de Bilbao un 14% con respecto a los datos del mes inmediatamente anterior. Preguntada Abete si no sería porque en verano siempre hay menos tráfico en la ciudad, apuntó que «es cierto» que la movilidad en temporada estival «cambia un poco», pero también añadió que aunque hay menos autobuses escolares hay más turísticos, y llegan además visitantes de fuera.
Con todo, en el área asumen que «la mayoría» de la bajada, de ese 14% con respecto a mayo, se corresponde con los efectos lógicos del periodo estival, pero también achacan una parte indeterminada «al efecto disuasorio de la nueva regulación». De modo que el gobierno municipal ha hecho un «balance positivo» de la medida durante estos tres primeros meses en los que, a juicio de vecinos, ciclistas, automovilistas, comerciantes y hosteleros, no se ha notado nada.
La concejala de Movilidad recordó que esta medida, la implantación de la ZBE, tiene como objetivo mejorar la calidad del aire y la salud de la ciudadanía, al tiempo que se potencia el transporte público y se cumple con la agenda 2030 de la Unión Europea. Apuntó que la oficina abierta en Ripa ha recibido 20.022 consultas. En cuanto a las solicitudes para autorizar el acceso a vehículos contaminantes, se han tramitado 1.234. Casi la mitad fueron personas que tenían plaza de garaje en la ZBE; el 33,7%, residentes; y el resto, de comerciantes, talleres, concesionarios, vehículos históricos y taxis.
En este tiempo, además, hubo 618 accesos puntuales a través de la app ZBE Bilbao EGE, que ayer sumaba, según reveló el Ayuntamiento, 5.000 descargas. La mitad de las personas que avisaron de que entrarían pese a tener un coche contaminante lo hicieron para acudir a consultas médicas; el 26% fueron vehículos extranjeros, el 20% personas con movilidad reducida y el 5% para ir a consultas veterinarias.
Hay que insistir en que en estos momentos el centro de Bilbao únicamente está vetado a los vehículos sin distintivo ambiental, es decir, los de gasolina anteriores a 2001 y diésel previos a 2006. A partir de junio del próximo año la prohibición se extenderá a los que tienen etiqueta B, de modo que sólo podrán entrar los de gasolina posteriores a 2006 y diésel posteriores a 2015. Este será el momento en el que haya un cambio más notable. Con todo, para diferentes colectivos se establecen exenciones y moratorias algunas de las cuales se prolongan hasta 2030.
Los estudios previos al diseño de la ZBE hicieron un diagnóstico del tráfico que circulaba por Bilbao. Según este análisis, el 14% de los vehículos estarían entre los más contaminantes, es decir, no tendrían distintivo ambiental, algo que era así tanto en los barrios como en el centro, según el gobierno municipal. Y un 34% tendrían etiqueta B. Así que la regulación diseñada por el Ayuntamiento supondría retirar casi a la mitad de los vehículos de Abando e Indautxu cuando se desplegase en su totalidad, a partir del próximo junio. En realidad, algo menos por las exenciones de las que siempre se habla (vecinos, repartidores, etcétera).
Pues a la vista de lo ocurrido este verano eso ya no es así. Frente al 14% previsto, los vehículos más contaminantes han sido el 5,6%, según los datos recabados por las cámaras. ¿Cómo es eso posible? Desde Movilidad quieren creer que igual es parcialmente producto del efecto disuasorio de la ZBE. Y también apuntan a que el estudio inicial es de 2022, de manera que desde entonces hasta ahora habrá habido con seguridad una renovación del parque móvil de la ciudad.
También podría ser que haya algún desajuste entre alguno de esos estudios y la realidad. Porque los vehículos con etiqueta B no han sido el 34% previsto, sino el 22,1%. En consecuencia, los más limpios han tenido un gran crecimiento, según estos indicadores: el estudio inicial señalaba que sólo el 0,5% tenían etiqueta Cero, y ahora parece que son el 4,7%; los ECO han avanzado del 5% previsto al 14,3%; y los que tienen distintivo C, la gran mayoría, son ahora el 49,3% frente al 46% medido en 2022.
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