El Gobierno vasco ha invertido ya cerca de 350 millones en paliar el impacto de las inundaciones en Euskadi, de los que 70 se han ejecutado los últimos seis años. Según portavoces de la Agencia Vasca del Agua, en los últimos cuatro ejercicios se ha ... sacado a 15.000 vascos de los mapas de inundabilidad a corto plazo, reduciendo el peligro en sus domicilios. Aunque «el riesgo cero no existe», recalcan. En los últimos tiempos se han realizado obras de gran importancia, como el encauzamiento del Nervión-Ibaizabal a su paso por Galdakao, Etxebarri o Basauri, por más de 36 millones a lo largo de once años.
Publicidad
Las obras del acondicionamiento del Gobela, cuyo desbordamiento en 2008 obligó a rescatar a medio centenar de personas, también absorbieron más de 25. Según la Agencia Vasca del Agua, existen cien ARPSIS -áreas de riesgo potencial significativo de inundación- en Euskadi, de las que 92 se hallan en Bizkaia y Gipuzkoa. Algunas abarcan varios municipios. En ellas viven cerca de 100.000 personas repartidas junto a 400 kilómetros de cauce. El peligro se mide por probabilidad y se toman en cuenta los datos históricos para calcular si las avenidas podrían producirse cada diez años, cien, quinientos o incluso mil. Es lo que se denominan «periodos de retorno».
Aun así, el cambio climático está echando por tierra todos los cálculos. El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, admitió en un pleno del Parlamento vasco que «los fenómenos extremos cada vez son más frecuentes» y que esto «acrecentará el problema de las inundaciones», por lo que labor será «invertir para mitigar. Tenemos mucha tarea por delante». En los próximos cuatro ejercicios, el importe destinado a obras hidráulicas se elevará a los 105 millones con el fin de reducir en otro 20% la población expuesta a riesgos por el agua, principalmente mediante actuaciones transformadoras, capaces de convertir ríos muy alterados en entornos seguros y amables. Sólo en 2025 se han presupuestado 26 millones.
El hormigón que invade los cauces dejará, cuando sea posible, más espacio a la naturaleza. Se ensancharán riberas, se aumentará la profundidad de los lechos y se eliminarán azudes y puentes, bien porque sirven de «tapón» al río o porque se quedarán pequeños al ensancharse el cauce que salvan. A veces habrá que poner muros que impidan el paso del agua. Feos, pero efectivos.
Publicidad
El consejero Jauregi recalcó también el beneficio social que suponen las obras de defensa, ya que por cada euro invertido se evitan casi dos en daños potenciales por las riadas. Crecidas que ya han provocado pérdidas por valor de 250 millones en Euskadi. Además de en el Cadagua, se prevé realizar obras de envergadura en el río Estepona de Bakio, en Abadiño, en Dima, en Gamiz-Fika e Igorre, Iurreta... Aun así, algunas obras son muy complejas y requieren de muchos años de estudio y negociación. En Mungia, por ejemplo, población muy amenazada por el río Butrón, será necesario eliminar dos bloques de viviendas y las expropiaciones competen al Consistorio.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.