Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
l mundo del cine ha ayudado un poco a que sepamos cómo es un certamen canino, pero durante este fin de semana quienes se acerquen a Muskiz vivirán la experiencia en directo. Más de 1.200 perros se dan reúne la Exposición Canina internacional en ... las campas de San Juan. Se disputan el premio al animal «perfecto» según los estándares de su raza. Border collies, carlinos, perros salchicha, pastores australianos… corretean por lo que parece el paraíso perruno.
Participantes de España, Portugal, Francia, Italia, Bélgica, Alemania y Estados Unidos llegaron ayer a la localidad vizcaína con la seguridad de que su perro será el ganador de la categoría en la que participe -desde cachorros de cuatro meses hasta veteranos, divididos entre machos y hembras-. Y es que los certámenes caninos no son moco de pavo. Cada animal debe cumplir el cánon de belleza de su raza para posicionarse en lo alto de la clasificación. Se preguntarán qué factores tiene en cuenta el jurado internacional. Pues bien, va desde el peso del animal hasta el tamaño de su hocico, pasando por el aspecto de su cola, el estado de su pelaje, su actitud, la forma de su columna, el color de sus ojos… vamos un poco de todo, eso que asegura que es de pura raza.
Ayer los rings -así se llama las zonas valladas en la que se muestran- estaban repletos de perros y público, ambas partes a la espera de que los dueños de los animales calmen sus nervios. «Aunque cada uno conciba a su perro como ganador, la presión es muy alta. Te pasas todo el año trabajando en ellos y cuando llegas aquí y ves perros que son potenciales ganadores te pones nerviosa», expresa Paloma Cabello, que llega desde Madrid con su pastor australiano, su akita americano y su setter inglés.
Antes de desfilar, toca bañarlos, cortarles el pelo, arreglarlos, y darles su comida y sus vitaminas. Aunque algunas razas lo ponen más fácil que otras. «En el caso de los nuestros -border collie, carlino y boyero de Berna- la belleza no cuesta tanto porque es genética, pero la actitud es más difícil, ya que se trata de animales a los que no les gustan los ruidos fuertes ni que les toquen», explican Marina Gómez y Jordi Martí. Ambos declaran que pese a tratarse de una afición, vienen a ganar. «No vendríamos desde Cataluña si no creyéramos que podemos conseguir el premio».
Para alcanzar ese punto de perfección que dictamina el estándar hay mucho trabajo por detrás. «Vas probando con las camadas y cambiando al macho para conseguir esa cría que cumpla el prototipo de su raza. Cuando vienes a estos concursos sabes lo que presentas», relata la vitoriana Leire Uriarte en compañía de un bulldog francés, un mini bull terrier y un border collie.
El francés Ludovic Gerona, que tiene en su numeroso grupo al pastor australiano campeón del mundo de este año, asemeja los perros de concurso con atletas. «Tiene que tener la misma preparación que un deportista. Hacer ejercicio, comer bien, controlar su peso, tener actitud… Queremos tener al campeón de España y al internacional». Pero, sin embargo, Gómez y Martí apuestan por divertirse. «No puede ser una obligación para ellos, tiene que ser un juego».
¿Cuánto puede llegar a costar esta peculiar manera de divertirse? «Tirando a lo bajo por perro unos 500 euros». ¿Y a lo alto? «Entre 900 y 1.000 euros», contesta Cabello. A lo que Uriarte añade que al cabo del año «te gastas mucho. Sumando el veterinario, la comida, las vitaminas, productos de peluquería, viajes y hoteles serán como unos 7.500 euros por perro». Ese es el precio a pagar por tener al perro ganador.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.