Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Hubo un tiempo en que esta ciudad tenía un cine casi a cada vuelta de la esquina. Muchos, con nombres rimbombantes: Vistarama, Coliseo, Consulado, Olimpia, Astoria... Hablamos de finales de los años 60 y los 70, y los bilbaínos, como en muchas ciudades del mundo, llenaban las salas los fines de semana y el día del espectador, hacían cola, aguardaban los estrenos, admiraban los carteles. No había vídeo en casa y solo dos cadenas de televisión. En el interior, las luces ya apagadas en las enormes salas repletas, los espectadores degustaban incluso los anuncios; muchos recordarán el de aquel ambientador, con la chica presionando el difusor del espray dirigiéndolo a los espectadores... «Aspire el aroma de Menforsan», decía la voz en off. Luego, la diosa de la antorcha de Columbia Pictures, el león de la Metro, la isla de Izaro Films... Comenzaba la película. Se sacaban los bocadillos, porque entonces la mayoría se llevaba el tentempié de casa. Y a soñar. Cantaba Mecano... «El cuerpo de esa chica que empezó a temblar / Cuando el protagonista la intentó besar / Me hicieron sentir que yo estaba allí / Que era feliz»...
De aquella época, del apabullante Bilbao cinematográfico que existió en los años 50, 60 y 70, queda muy poco hoy, pero merece la pena recordarlo. Este reportaje trata de esa preciosa parte de nuestra historia y está basado en el libro 'Arquitecturas para el cine en Bilbao', de Bernardo I. García de la Torre, editado por el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro. Recoge la exposición que hasta el próximo día 2 de marzo puede verse en la Sala Ondare (María Díaz de Haro, 11, Bilbao).
La afición al cine continúa, pero el número de salas ha disminuido desde entonces de forma estrepitosa hasta rozar mínimos históricos. Solo los Multicines de la calle José María de Escuza, los 'Multis', resisten desde hace más de 40 años. El formato de pequeñas salas dentro de un mismo cine fue la fórmula para sobrevivir en una sociedad cada vez más alejada de esta oscuridad tan evocadora.
Los últimos en llegar fueron, en 2004 los cines Zubiarte, en el centro comercial que lleva su nombre, y en 2010 los Golem dentro del Azkuna Zentroa, la antigua Alhóndiga. Ambos multisalas pero de gran tamaño, primando el espacio, la comodidad del espectador y recogiendo las novedades técnicas del cine actual y sus formatos digitales y sonido envolvente. Lejos quedan las salas teatrales, con grandes lámparas y decoración que sobrecogía al entrar y envolvía al espectador de la magia de ver una película. Esa parte romántica del cine quedó sepultada hace muchos años con el invento del vídeo, las plataformas de contenidos audiovisuales y la llegada de las salas de cine actuales, en las que el sonido, la visión y la comodidad es óptima, pero el ambiente, mucho más frío.
Los aforos de las distintas salas de proyección fueron cambiando mucho en relación con la evolución de la población de Bilbao. El año 1965, coincidiendo con el final de la llamada Edad de Oro de Hollywood, fue el que alcanzó el ratio más elevado, el mayor número de localidades de cine por habitante, el mayor apogeo de la actividad cinematográfica. Ese fue el año de 'Sonrisas y Lágrimas' o de 'Doctor Zhivago'.
1896-1904
PRIMERAS PROYECCIONES
1896-1904
PRIMERAS PROYECCIONES
1896-1904
PRIMERAS PROYECCIONES
1896-1904
PRIMERAS PROYECCIONES
Pero hasta llegar a esos años de oro el camino fue largo. El inicio del cine en la villa fueron los espectáculos ambulantes (el cine Ferrusini) que recorrían las ciudades y los recintos feriales, los pioneros en encandilar a la gente con sus imágenes en movimiento. En un principio se pensó que la primera vez que los bilbaínos asistieron a una proyección en una sala cerrada fue el 8 de agosto de 1896 en el Salón Mercantil del Teatro Arriaga, solo meses después de que los Hermanos Lumiere presentaran su asombrosa máquina en París: «Hoy se inaugura el precioso kinetógrafo (cinematógrafo) que tanto ha llamado la atención (...). Es una maravilla digna de ser visitada por las personas de gusto», anunciaron en su día. Pero se ha descubierto que dos días antes ya disfrutaron de él en la sociedad El Sitio, en un local en la calle Jardines. Y así, poco a poco, en la ciudad fueron naciendo locales, en Iturribide, Bidebarrieta, San Francisco... El proyector al fondo de la sala, pantallas de unos cuatro metros cuadrados y bancos corridos para ver películas breves y de calidad muy deficiente. Pero había llegado la fiebre del cine.
Tras el pavoroso incendio de 1914 y su posterior reconstrucción, ofreció una programación cinematográfica estable desde 1927, llegando a acoger el festival Internacional de Cine de Bilbao (ZINEBI).
AUX STEP FOR JS
1905-1925
LOS PRIMEROS CINES Y LA INCORPORACIÓN DE LOS TEATROS
1905-1925
LOS PRIMEROS CINES Y LA INCORPORACIÓN DE LOS TEATROS
1905-1925
LOS PRIMEROS CINES Y LA INCORPORACIÓN DE LOS TEATROS
1905-1925
LOS PRIMEROS CINES Y LA INCORPORACIÓN DE LOS TEATROS
Iniciado el siglo XX, el Salón Olimpia y el malogrado Teatro Circo del Ensanche se convirtieron en los primeros cines. Y poco a poco, los teatros de nueva creación fueron dando mayor presencia a las proyecciones cinematográficas, con una programación más estable: es el caso del Teatro Trueba o el Coliseo Albia.
A mitad de esta etapa, en 1922, surgieron las primeras proyecciones en salones parroquiales y en salones docentes. Tendrían que pasar varias décadas para que este tipo de locales alcanzara su máximo apogeo.
Este salón formaba parte de un gran complejo comercial y de ocio, situado en el eje principal del Primer Ensanche. Puede ser considerado como el primer cine estable de Bilbao. Décadas después, tras su derribo, se abrió en otro lugar del Ensanche un nuevo local con el mismo nombre, el cine Olimpia.
La edificación correspondía a la tipologa de 'teatro-circo', con su característica planta circular y estructura de madera. Incorporó la actividad cinematográfica a partir de 1910. La gran tragedia de 1912 con 46 fallecidos, la mayoría de ellos niños, lo convirtió en un espacio maldito que acabó con su derribo cinco años después.
Fue durante más de dos décadas uno de los centros de la actividad cultural y de ocio de la Villa. De los espectáculos de variedades en su primera etapa ('Catedral de las varietès'), pasó a contar con una programacion cinematográfica habitual tras la Guerra Civil. Destacó en este cine la figura de Eduardo Pérez, el 'explica', porque, en la época del cine mundo, los 'explicadores' leían los rótulos y comentaban las películas. En una pequeña entrevista, Pérez, que llegó a gozar de gran popularidad entre 1910 y 1912, aclaraba así su labor: «Veía una vez nada más la película por las tardes, para explicarla por las noches al público». Y aseguraba que nunca repetía: «Salía siempre a decir lo que iba ocurriéndoseme, siguiendo una misma ilación. La explicación resultaba siempre distinta».
Era un local de variedades en el que las proyecciones se ofrecían en los descansos de los espectáculos. Intentó competir con el Salón Vizcaya en el barrio de Bilbao La Vieja, aunque su arquitectura era menos destacable.
Se inauguró tras la tragedia del teatro Circo del Ensanche, y pronto se decantó por ofrecer películas, colocando en su fachada el rótulo 'Cine Trueba'. En 1953 se realizó la primera proyección en 3-D de Bilbao; sus responsables ofrecieron la cinra 'Bwana, diablo de la selva', para lo que compraron 100.000 de aquellas gafas con lentes bicolor y se lanzaron a una gran campaña publicitaria: «¡Comienza la nueva era del cine! La superficie lisa de la pantalla se rompe para dar paso a la 3ª dimensión!». En el diseño de este local se prestó especial atención a la seguridad y a la comodidad de los espectadores.
El teatro, construido en 1902, inició su actividad cinematográfica en 1915, mientras se reconstruía el Teatro Arriaga. Durante seis décadas la programación de cine convivió con la teatral y la musical. Tras una gran reforma, reabrió en 2010 como teatro.
Modesto local que sustituyó al Teatro Gayarre. Alternaba las proyecciones de cine con los espectáculos de variedades y pronto se convirtió en uno de los más populares de Bilbao.
Con una tipología inicial de teatro-circo, se convirtió en el recinto de mayor capacidad construido en la ciudad. Inició sus proyecciones cinematográficas un año después de su construcción, alternándose con espectáculos de ópera (fue sede de la ABAO durante varias épocas), zarzuela, teatro y circo, aprovechando la versatilidad de sus espacios escénicos. En 1985 terminó su programación «estable». Posteriormente se pretendió convertir la sala en seis mini-cines (proyecto no realizado) y se siguieron proyectando algunas películas pero de forma puntual, centrándose en las representaciones de ópera y artes escénicas en general.
Fue proyectado por el arquitecto Manuel I. Galíndez apenas unos meses después de realizar el diseño del Cinema Pax. El Buenos Aires pasó a formar parte del conocido como Broadway bilbaíno, junto con el Salón Olimpia, Cine Actualidades, Teatro Trueba y Coliseo Albia. Pese a su tipología teatral, desde sus primeros días se decantó por las proyecciones de cine como su actividad principal. Y en sus carteles y anuncios publicitarios figuraba como 'Gran Cinema Buenos Aires'.
AUX STEP FOR JS
1926-1949
TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN
1926-1949
TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN
1926-1949
TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN
1926-1949
TRANSICIÓN Y CONSOLIDACIÓN
A partir de este momento, la actividad cinematográfica fue la que tomó la delantera a las demás. Las construcciones se hicieron pensando en ella; las salas eran en su mayoría rectangulares y prescindían de la caja escénica. El Ideal Cinema, el Cine Actualidades y el Teatro Arriaga tras su reconstrucción abrieron una época que se cerró con la apertura del Cine Izaro en 1943, primer local dedicado exclusivamente a la proyección de cine que se construyó en Bilbao tras la Guerra Civil.
Se estaba dando un crecimiento pausado pero constante que fue interrumpido por esta contienda, lo que provocó un descenso en la actividad cinematográfica hasta 1941, cuando comenzó a remontar.
Se convirtió en el local de espectáculos de mayor capacidad en Bilbao, junto con el Coliseo Albia. Iba a marcar el inicio de una nueva etapa en la historia de la actividad cinematográfica de la Villa, dejando atrás los formatos de teatros con actividad de cine para comenzar la construcción de locales diseñados exclusivamente para la proyección de películas.
Este pequeño local se convirtió en uno de los cines más atractivos de la ciudad con una programación que le diferenciaba del resto. En la sala, con un diseño de corte racionalista, se cuidaron todos los detalles, tanto en lo referente a los materiales de revestimiento como en el apartado de las instalaciones.
Este local 'de usos múltiples' fue uno de los más singulares que ha tenido la ciudad y de los más populares entre la población del carismático barrio de Las Cortes. A pesar de su apertura como cinematógrafo su actividad principal fueron los espectáculos de variedades, en un ambiente de alterne y algarabía.
El 'cine de la Quinta' se convirtió en una de las principales salas parroquiales de la ciudad, incorporándose el estamento eclesiástico a esta actividad de forma intensa, una vez superadas las primeras reticencias y críticas a esta nueva actividad de ocio. Se nutría sobre todo de los niños que acudían a la catequesis.
Fue la primera sala en acoger la nueva tecnología llamada Cinemascope, con gran calidad de imagen y sonido. En 1955 ofreció la primera proyección de este tipo, para lo que tivo que instalar una pantalla mucho más horizontal, algo imposible en otros cines. El teatro formaba parte del ambicioso proyecto residencial que no llegó a completarse. Nació con el nombre de 'Salón-Cinema-Indauchu', como figura en el proyecto redactado en 1940, lo que indicaba su actividad inicial, aunque estaba equipado también a nivel escénico para 'conciertos musicales y representaciones teatrales'. Su cierre en 2009 marcó un punto de inflexión definitivo en la historia de los locales de proyección cinematográfica en Bilbao.
Fue el primer local dedicado exclusivamente a la proyección de cine que se construyó en Bilbao tras la Guerra. Se inauguró el mismo año que el Teatro Ayala, y entre ambos abrieron una nueva etapa en la actividad cinematográfica en la zona de Indautxu. El 1 de agosto de 2006, los Mikeldi acogieron su última función, con una oferta que perduró en los carteles descoloridos de sus marquesinas: 'Poseidón', 'Cars', 'Superman Returns' y 'Cariño, estoy hecho un perro'.
AUX STEP FOR JS
1950-1965
LA EDAD DE ORO. LAS GRANDES SALAS DEL ENSANCHE Y LOS CINES DE BARRIO
1950-1965
LA EDAD DE ORO. LAS GRANDES SALAS DEL ENSANCHE Y LOS CINES DE BARRIO
1950-1965
LA EDAD DE ORO. LAS GRANDES SALAS DEL ENSANCHE Y LOS CINES DE BARRIO
1950-1965
LA EDAD DE ORO. LAS GRANDES SALAS DEL ENSANCHE Y LOS CINES DE BARRIO
El cine ya era un movimiento imparable. Más de cuarenta locales se abrieron en apenas quince años. Salones parroquiales y docentes tuvieron también en esta época su momento de mayor actividad. Esta etapa se cerró en 1965 alcanzando las 65.000 butacas, el número más elevado disponible en la ciudad. Fueron años de actividad frenética que hicieron del cine la actividad de ocio por excelencia de la villa, que incluso llegó a tener unas salas dedicadas exclusivamente al porno, los Abra (Nicolás Alcorta, 5-7, en el Centro Comercial Zabálburu); desde 1977 hasta 1985 fueron cines 'normales' y a partir de ese momento pasaron a denominarse Sala X, donde se proyectó el famoso título 'Garganta Profunda'. En 1993 regresaron a la programación para todos los públicos pero cerraron en 1995.
Una de las grandes salas de la ciudad, que reunía las más avanzadas tecnologías en instalaciones y sistemas de proyección, aunque con una composición deudora aún de la tipología teatral en algunos aspectos. Sus grandes dimensiones y su esmerada decoración la convirtieron en uno de los locales más singulares, reconocido y publicado en revistas especializadas.
Con el Cine Abando se iniciaba una nueva fase en la construcción de salas fuera del ámbito del primer Ensanche que se extendería en las dos décadas siguientes a todos los barrios de la ciudad. El proyecto tuvo que enfrentarse a las reducidas dimensiones del solar, lo que dio como resultado su característica sección con un potente anfiteatro en voladizo.
Construido sobre el solar que había ocupado el Salón Olimpia, la decoración y los revestimientos interiores dieron como resultado un cine suntuoso y elegante. También acogió cierta actividad teatral y fue la primera sede del Festival Internacional de Cine de Bilbao. En 2010 reabrió sus puertas como Sala BBK, espacio de usos múltiples que programa entre sus actividades ciclos de cine clásico y conciertos.
Recuperó el nombre del mítico Salón Olimpia derribado cuatro años antes, convirtiéndose en uno de los locales con mayor aforo junto al Ideal Cinema. El gran incendio que sufrió en 1962 no consiguió acabar con su actividad; de hecho, tras una gran reforma se colocaron cómodas butacas, pusieron bar en su vestíbulo, y se instaló el novedoso sistema de proyección Todd-AO y sonido en estéreo. Se inauguró con 'West Side Story', que fue todo un éxito.
Tras los cines Consulado, Gran Vía y Olimpia, la construcción del cine Carlton consolidó el Ensanche bilbaíno como el núcleo principal de los locales de proyección cinematográfica en los años 50. Abrió en 1953 con la proyección de todo un clásico: 'Lo que el viento se llevó'. Destacaba la novedosa disposición de un amplio vestíbulo diáfano y acristalado de doble altura, que permitía observar desde la calle al público durante los descansos.
El salón formaba parte de un centro parroquial, con una actividad diversa: representaciones teatrales, bailes, conciertos, conferencias... y proyecciones de cine. Aquí nació y tuvo su sede el Cine-Club Fas entre 1955 y 1995. Hoy es el Kafe Antzokia.
Local innovador tanto en su concepción arquitectónica, con su sorprendente sala asimétrica, como en su decoración de líneas puras con la inclusión de pinturas murales en sus paramentos. Estuvo a la vanguardia en la incorporación de los más avanzados sistemas de proyección y en su segunda etapa, asumiendo ya el declive de la actividad cinematográfica en la ciudad, convirtió su espacio en cuatro salas, adaptando una de ellas para hacer compatibles las proyecciones con las representaciones teatrales.
Junto al Cine Recalde y el Cine Arraiz constituyó durante casi una década el triángulo cinematográfico del barrio de Rekalde, con una oferta de más de 1.600 localidades en un radio de apenas 200 metros. Destacaba su fachada modulada sobre un zócalo de piedra y una decoración de líneas depuradas en su interior.
El Colegio Santiago Apóstol, construido en 1911, fue completado en 1950 con la iglesia de San Juan Bautista de La Salle. Bajo el templo se dispuso un amplio local que, unos años después, fue habilitado por el propio arquitecto Pedro Ispizua con una finalidad «de orden pedagógico, cultural y religioso», según los responsables del centro. El espacio, de gran exigencia constructiva, se convertiría, en su corta trayectoria, en uno de los locales más significativos y concurridos de la ciudad, símbolo de la cultura alternativa.
La nueva edificación construida en el barrio de Deusto combinaba el cinematógrafo en la parte baja con viviendas en las plantas superiores. El mayor reto fue la configuración de la sala en un espacio de dimensiones reducidas para un aforo de 1.000 personas, en el interior del patio de manzana. En 1978, en pleno auge de los multicines, su espacio se convirtió en seis salas con la nueva denominacion de Cines Avenida. En su última etapa, a partir de 2004, pasaron a denominarse Cines Renoir.
El 'Poblado Dirigido de Ocharcoaga' contaba entre sus equipamientos con una edificación que albergaba un cine y locales comerciales. La nueva sala, que se sumaba a la larga lista de locales de proyección en los barrios periféricos, contaba con un amplio aforo y los últimos sistemas de proyección y sonido, pero el avance imparable de la televisión y de otras actividades de ocio provocaron que estos espacios tuvieran ya una corta trayectoria.
AUX STEP FOR JS
1966-2011
DECLIVE, ÚLTIMAS APERTURAS Y CIERRE
1966-2011
DECLIVE, ÚLTIMAS APERTURAS Y CIERRE
1966-2011
DECLIVE, ÚLTIMAS APERTURAS Y CIERRE
1966-2011
DECLIVE, ÚLTIMAS APERTURAS Y CIERRE
En torno a 1990, el número de localidades había descendido en casi 47.000 en apenas veinte años. La afluencia iba bajando al ritmo en el que otras actividades de ocio se iban abriendo camino: los espectáculos deportivos, las discotecas y la entrada del vídeo y nuevas cadenas de televisión en los hogares, entre otros.
Presentaba una nueva tipología de cine con las localidades en un único nivel, sin anfiteatro superior, configuración que solo tuvo continuidad en algunos de los cines construidos posteriormente. Sala amplia y confortable, disponía de un pequeño escenario que dio cabida también a recitales de música, representaciones teatrales y otros eventos.
Ubicado en el conjunto edificatorio de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen. El salón se sitúa bajo la iglesia, con un marcado carácter geométrico en su configuración. En 1995 se convirtió en la sede del Cine-Club Fas, que había iniciado su andadura en otro salón parroquial, el San Vicente, cuatro décadas antes.
El cine Vistarama parte de un proyecto que incluía además 470 viviendas, oficinas y un centro comercial en una zona de la ciudad que estaba sufriendo una rápida degradación. Se diseñó atendiendo a los sistemas de proyección más avanzados del momento, como el Cinerama, pero no tuvo la respuesta esperada por parte del público. Hoy es un gimnasio.
Estas dos pequeñas salas con una capacidad de 436 localidades, disponían de los sistemas de proyección más avanzados de la época. Compartían una única cabina de proyección situada en un punto central del local.
AUX STEP FOR JS
Un apunte arquitectónico
Desde mucho antes de que comenzara la actividad cinematográfica, ha habido distintos tipos de salas y espacios en los que se llevaban a cabo actuaciones teatrales, circos, óperas y demás actividades. Estos lugares se fueron adaptando a marchas forzadas para satisfacer las necesidades que el cine requería, sobre todo en lo referente a avances tecnológicos. Por eso, al principio, la mayor parte de los locales donde se veía cine eran realmente teatros reconvertidos.
Muchos colegios y escuelas fueron conscientes también de las posibilidades que el cine podía ofrecer como metodología formativa y adaptaron algunos de sus espacios, salones de actos fundamentalmente, para incluir proyecciones de películas. Lo mismo hicieron los salones parroquiales, aprovechando las capacidades que ofrecían.
A partir de ese momento fueron muchos los nuevos cines que se construyeron para llevar a cabo exclusivamente esta actividad. Aspectos como la correcta recepción acústica, el confort de la sala, las medidas de seguridad y de evacuación y la adecuada visibilidad de la pantalla, entre otros, junto a los aspectos estilísticos y decorativos de los espacios, produjeron una amplia variedad de lugares de proyección.
ARTES ESCÉNICAS
Teatros como el Arriaga o el Campos iniciaron su actividad cinematográfica que convivió con las programaciones teatrales y musicales. En poco tiempo tiempo se convirtió en la actividad más rentable y en la que más público atraía.
Sala teatral
Teatro Arriaga
La planta en forma de herradura era la más característica en casi todos los teatros de la época.
El pasillo central situado en torno a un eje de simetría longitudinal.
Se colocó una cabina de proyección y la pantalla en la boca del escenario.
Teatro-circo del Ensanche
Teatro-circo
Planta circular característica.
Adaptación sencilla. Una cabina elevada sobre uno de los accesos y una pantalla en el lado opuesto.
CINES
En 1905, el Salón Olimpia fue el primer cine estable en Bilbao. A este lo seguirían otros como el Salón Gayarre o el Ideal Cinema, que junto con el Coliseo Albia, fue el local de espectáculos de mayor capacidad, más de 2.500 localidades.
Salón Olimpia
Sin escenario y con dos niveles para los espectadores.
Las salas rectangulares eran las más prácticas para la construcción de los cines aunque las hubo también de planta irregular y muchas incluyeron varios niveles para la disposición de las butacas.
Cine Canciller
Pantalla ligéramente inclinada para lograr un mejor ángulo de proyección
Cabina de proyección
Anfiteatro superior: 250 butacas
1
Patio butacas inferior: 750 butacas
2
Sección longitudinal
Planta
SALONES DOCENTES
Y SALONES PARROQUIALES
Tanto salones de actos de colegios como salones parroquiales fueron incorporando cinematógrafos y adaptando los espacios ya existentes para sacarles el mayor rendimiento.
Colegio Santiago Apostol
Salón El Carmen
Contaba con 1.500 localidades distribuidas entre el patio de butacas y el anfiteatro superior.
ARTES ESCÉNICAS
Teatros como el Arriaga o el Campos iniciaron su actividad cinematográfica que convivió con las programaciones teatrales y musicales. En poco tiempo tiempo se convirtió en la actividad más rentable y en la que más público atraía.
Sala teatral
Teatro Arriaga
La planta en forma de herradura era la más característica en casi todos los teatros de la época.
El pasillo central situado en torno a un eje de simetría longitudinal.
Se colocó una cabina de proyección y la pantalla en la boca del escenario.
Teatro-circo del Ensanche
Teatro-circo
Planta circular característica.
Adaptación sencilla. Una cabina elevada sobre uno de los accesos y una pantalla en el lado opuesto.
CINES
En 1905, el Salón Olimpia fue el primer cine estable en Bilbao. A este lo seguirían otros como el Salón Gayarre o el Ideal Cinema, que junto con el Coliseo Albia, fue el local de espectáculos de mayor capacidad, más de 2.500 localidades.
Salón Olimpia
Sin escenario y con dos niveles para los espectadores.
Las salas rectangulares eran las más prácticas para la construcción de los cines aunque las hubo también de planta irregular y muchas incluyeron varios niveles para la disposición de las butacas.
Cine Canciller
Cabina de proyección
Pantalla ligéramente inclinada para lograr un mejor ángulo de proyección
Anfiteatro superior: 250 butacas
1
Patio butacas inferior: 750 butacas
2
Sección longitudinal
Planta
SALONES DOCENTES
Y SALONES PARROQUIALES
Tanto salones de actos de colegios como salones parroquiales fueron incorporando cinematógrafos y adaptando los espacios ya existentes para sacarles el mayor rendimiento.
Colegio Santiago Apostol
Salón El Carmen
Contaba con 1.500 localidades distribuidas entre el patio de butacas y el anfiteatro superior.
ARTES ESCÉNICAS
Teatros como el Arriaga o el Campos iniciaron su actividad cinematográfica que convivió con las programaciones teatrales y musicales. En poco tiempo tiempo se convirtió en la actividad más rentable y en la que más público atraía.
Teatro-circo del Ensanche
Sala teatral
Teatro Arriaga
Teatro-circo
La planta en forma de herradura era la más característica en casi todos los teatros de la época.
Planta circular característica.
El pasillo central situado en torno a un eje de simetría longitudinal.
Se colocó una cabina de proyección y la pantalla en la boca del escenario.
Adaptación sencilla. Una cabina elevada sobre uno de los accesos y una pantalla en el lado opuesto.
CINES
En 1905, el Salón Olimpia fue el primer cine estable en Bilbao. A este lo seguirían otros como el Salón Gayarre o el Ideal Cinema, que junto con el Coliseo Albia, fue el local de espectáculos de mayor capacidad, más de 2.500 localidades.
Salón Olimpia
Sin escenario y con dos niveles para los espectadores.
Las salas rectangulares eran las más prácticas para la construcción de los cines aunque las hubo también de planta irregular y muchas incluyeron varios niveles para la disposición de las butacas.
Cine Canciller
Pantalla ligéramente inclinada para lograr un mejor ángulo de proyección
Cabina de proyección
Anfiteatro superior: 250 butacas
1
Patio butacas inferior: 750 butacas
2
Sección longitudinal
Planta
SALONES DOCENTES
SALONES PARROQUIALES
Tanto salones de actos de colegios como salones parroquiales fueron incorporando cinematógrafos y adaptando los espacios ya existentes para sacarles el mayor rendimiento.
Durante mucho tiempo, la iglesia se mostró crítica y reticente con la práctica cinematográfica. Hasta la década de los años 40 no se dio cuenta de la importancia del cine como medio de apostolado y captación de fieles.
Colegio Santiago Apostol
Salón
El Carmen
Contaba con 1.500 localidades distribuidas entre el patio de butacas y el anfiteatro superior.
ARTES ESCÉNICAS
Teatros como el Arriaga o el Campos iniciaron su actividad cinematográfica que convivió con las programaciones teatrales y musicales. En poco tiempo tiempo se convirtió en la actividad más rentable y en la que más público atraía.
Sala teatral
Teatro-circo
Teatro Arriaga
Planta circular característica.
La planta en forma de herradura era la más característica en casi todos los teatros de la época.
Teatro-circo del Ensanche
El pasillo central situado en torno a un eje de simetría longitudinal.
Adaptación sencilla. Una cabina elevada sobre uno de los accesos y una pantalla en el lado opuesto.
Se colocó una cabina de proyección y la pantalla en la boca del escenario.
CINES
En 1905, el Salón Olimpia fue el primer cine estable en Bilbao. A este lo seguirían otros como el Salón Gayarre o el Ideal Cinema, que junto con el Coliseo Albia, fue el local de espectáculos de mayor capacidad, más de 2.500 localidades.
Pantalla ligéramente inclinada para lograr un mejor ángulo de proyección
Cabina de proyección
Cine Canciller
Salón Olimpia
Sin escenario y con dos niveles para los espectadores.
Sección longitudinal
Las salas rectangulares eran las más prácticas para la construcción de los cines aunque las hubo también de planta irregular y muchas incluyeron varios niveles para la disposición de las butacas.
Planta
Anfiteatro superior:
250 butacas
Patio butacas inferior:
750 butacas
1
2
SALONES DOCENTES
SALONES PARROQUIALES
Tanto salones de actos de colegios como salones parroquiales fueron incorporando cinematógrafos y adaptando los espacios ya existentes para sacarles el mayor rendimiento.
Durante mucho tiempo, la iglesia se mostró crítica y reticente con la práctica cinematográfica. Hasta la década de los años 40 no se dio cuenta de la importancia del cine como medio de apostolado y captación de fieles.
Colegio Santiago Apostol
Salón El Carmen
Contaba con 1.500 localidades distribuidas entre el patio de butacas y el anfiteatro superior.
Desde plantas en forma de herradura propias de los teatros, pistas circenses, plantas simétricas o asimétricas hasta espacios con una gran verticalidad o una profunda longitud desde la zona de butacas hasta la pantalla.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Álvaro Soto | Madrid y Lidia Carvajal
Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Lucía Palacios | Madrid
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.