Zoran Dragic, un tirador con experiencia para el Bilbao Basket

El Bilbao Basket se ha hecho con los servicios de Zoran Dragic, un exterior conocido en la ACB por su paso hace años por Unicaja y Baskonia. En el equipo malagueño estuvo dos temporadas (2012-14), el mismo periodo que defendió los colores del conjunto vitoriano (2019-21). Escolta de 1,96 metros y 35 años, el esloveno es la alternativa del Surne al frustrado fichaje del joven alero montenegrino Fedor Zugic, con el que existía un preacuerdo para que recalara este curso en Miribilla. Pero el exjugador del Gottingen alemán ha decidido unir su futuro a la NCAA, la liga universitaria estadounidense, aunque dejará una indemnización en las arcas del club bilbaíno.

Dragic es internacional absoluto con la selección de su país y hermano pequeño del gran Goran Dragic, que militó quince campañas en la NBA y fue elegido para participar en el All-Star de 2018. Con el combinado esloveno, Zoran firmó algunas páginas brillantes, como los 27 puntos (5 triples y 85% en tiros de campo), 6 rebotes, 4 asistencias, 3 robos y 37 de valoración en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio frente a Alemania (94-70). Fue el mejor de los balcánicos, incluso superior a Luka Doncic (20 puntos, 11 asistencias, 8 rebotes).

La trayectoria deportiva del nuevo hombre de negro ha conocido diferentes estaciones. Jugó al principio en equipos de Eslovenia (Ilirija, Geoplin Slovan y Krka), antes de fichar por Unicaja y probar suerte en la NBA, donde actuó en seis partidos Phoenix Suns y en diez con los Miami Heat en 2014 y 2015. Regresó a Europa para instalarse en el Khimki ruso, el Olimpia Milán italiano, el Anadolu Efes turco, Pallacanestro Trieste italiano, el Ratiopharm Ulm alemán, el Baskonia, Zalgiris y el Cedevita Olimpija lituano, en el que ha estado los dos últimos cursos.

Gran parte de la marea negra recordará el último paso de Dragic por Miribilla. Fue el 21 de marzo de 2021, en el derbi vasco contra el Baskonia. El esloveno exhibió todos sus poderes en el Bilbao Arena. La crónica de este periódico describió entonces su rendimiento como «letal desde el triple –hizo cuatro de cuatro antes de irse a los vestuarios–, metió 21 puntos en apenas catorce minutos. Puro fuego. Terminó con 25 y 26 de valoración». Antes de aterrizar en el equipo azulgrana, lideraba en las filas del Ulm la tabla de anotadores de la Bundesliga con 19,9 puntos por partido.

Además de su buen lanzamiento lejano (promedió 29,5% de triples convertidos en las cuatro temporadas en la ACB), del veterano exterior también se valora su capacidad para generar canastas en penetración, especialmente desde el lado izquierdo. Dos lesiones graves en la rodilla derecha frenaron la carrera del balcánico en su etapa entre el Olimpia Milán y el Anadolu. Quizás por ser zurdo, tiene la costumbre de atarse primero la zapatilla izquierda antes de saltar a la cancha.

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