J. F. Cachorro | B. Vergara
Sábado, 2 de marzo 2024
Sucedió en el tercer cuarto. El Surne ganaba de uno (52-53) cuando Perry entró a canasta y sacó el codo a pasear impactando en la cara de Xavi Rabaseda. El jugador del Bilbao Basket cayó al suelo pero se levantó como un resorte con ... la mano tapándose la boca. Tenía dos dientes rotos y una fractura en el maxilar inferior. Pidió el cambio y se fue corriendo para el vestuario. Los árbitros habían pitado falta en ataque y tras revisar las imágenes decidieron que era antideportiva por colocar el codo demasiado arriba.
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El alero catalán ya no volvió a cancha. Este sábado visitó a un especialista en el Hospital Quiron de Málaga para tratar de que le recuperaran las piezas. Sufre una fractura del hueso alveolar y en consecuencia, se le van a extraer dos piezas dentales. Se da por descartada su participación en el partido del miércoles en la FIBA Europe Cup. Los mensajes de apoyo del Unicaja no se hicieron esperar.
«Lamentar el incidente con Rabaseda. Esperemos que se recupere lo antes posible. El club está a disposición del Bilbao. Ha perdido dos dientes y tiene el maxilar roto. Es una avería grave», explicó Ibon Navarro, técnico local, al final del choque.
Una acción que dejó impactados a todos los jugadores en un momento crucial del encuentro. De hecho, el Surne había mantenido el tipo hasta entonces. El equipo local, segundo en la ACB, sólo pudo despegarse en el último asalto, cuando el Bilbao Basket había gastado sus reservas físicas y empezó a faltar inspiración. En la visita a Málaga se produjo en parte lo que pretendía Jaume Ponsarnau después del parón, que no era otra cosa que el Surne compitiera y mostrara el ritmo adecuado antes de enfrentarse el miércoles al Legia en Varsovia en la ida de los cuartos de final de la FIBA Europe Cup.
Los hombres de negro sorprendieron a un adversario tan potente como el Unicaja en las tres primeras partes del encuentro. Pocos esperaban que el conjunto vizcaíno fuese a resistirse tanto contra un equipazo, prácticamente imbatible en su cancha. Cometieron errores evitables, pero reflejaron en cierto modo el espíritu colectivo con el que se derrotó al Valencia en Miribilla. Esa continuidad en el juego y esa intensidad en el trabajo eran los objetivos principales del staff técnico del Bilbao Basket en su desplazamiento al Martín Carpena. Con esa brújula se puede viajar con tranquilidad a Polonia y afrontar con optimismo próximos compromisos en la Liga Endesa.
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