«Vamos a tener que sufrir como equipo»

El silencio de Miribilla preocupa a sus moradores, acostumbrados a conectar con una grada que les transmite fuerza cuando sienten debilidad. Pudo sentirse con claridad el martes contra el Tenerife, un señor equipo que agradeció la ausencia de decibelios y presión en los momentos clave del choque. Después de regalar los tres primeros cuartos, el RETAbet soltó su rabia y se puso a solo siete y posesión tras ir 19 abajo. Justo ahí, en esos instantes, la marea negra hubiese sido clave para intentar la conversión del milagro. «Espero que el público regrese cuanto antes, lo necesitamos, pero no podemos esperar a que la gente vuelva para jugar bien. Nos hacen falta, sí, aunque nuestra obligación es centrarnos en lo que podemos mejorar como colectivo e individualmente», puntualiza Rousselle.

El Bilbao Basket conocía las reglas de la nueva normalidad antes de que el balón echara a volar, pero no es lo mismo aprenderse la teoría que sentir sus lagunas a la hora de llevarla a la práctica. «Sabíamos que esto pasaría. Toca adaptarse y buscar soluciones. La ausencia de público es algo que no podemos controlar así que debemos buscar otros puntos de apoyo», reflexiona el capitán. La ACB trabaja en la posibilidad de abrir los pabellones a un determinado porcentaje de aficionados -en la Euroliga y la Eurocup se están vendiendo entradas para un aforo reducido-, pero de momento no hay nada concreto y habrá que lidiar con el silencio y la ausencia de calor hasta nueva orden.

El calendario no da tregua y los hombres de negro están en 'modo Barcelona'. El domingo visitarán el Palau Blaugrana, en teoría una cancha que no invita a pensar en clave de victoria, pero los jugadores de Álex Mumbrú no renuncian a nada y explorarán sus opciones. La última vez que estuvieron allí ganaron con aquel canastón del propio Rousselle, que significó además el premio de la Copa. Inolvidable. «Esta temporada es muy diferente a la anterior», apostilla el francés. «Nuestro sitio no es el 'Top 5' ni el 'Top 4' de la ACB. Lo único que debemos hacer es trabajar día a día y no mirar más allá del próximo partido. Vamos a tener que sufrir como equipo», avisa el base.

Qué mejor sitio para hacerlo que la cancha del Barcelona, que un año más aspira a todo con Jasikevicius en el banquillo. «Sabemos que será difícil, pero no tenemos nada que perder. Solo ganar», reflexiona Rousselle. Tampoco habrá público en el Palau, aunque en el caso del Barça el impacto de su ausencia es muchísimo menor que en el caso de clubes que viven de su energía, como el RETAbet. «No tenemos presión y eso nos permitirá jugar libres y sin miedo. Somos conscientes de que podemos jugar mucho mejor, pero no solo en los últimos diez minutos. Hay que empezar desde el inicio».

La derrota frente al Iberostar escoció y dejó claro a los hombres de negro que aún les falta para alcanzar su mejor versión. «Hay tarea por delante. Tuvimos problemas para atacar y defender al Tenerife. ¿Solución? Trabajar más», receta Rousselle. Y pide calma. «Solo son dos partidos. Hay tiempo para mejorar, y lo vamos a hacer».