Urgente Normalidad en las carreteras de Bizkaia tras una tarde con varios accidentes

Tras la derrota europea, nada mejor que un cambio total de imagen en la vuelta a la liga doméstica. La victoria ante el Gran Canaria, que llegaba a Bilbao plácidamente situado en la parte noble de la clasificación, sirve a los de Ponsarnau para mantener ... su buen hacer liguero y lograr un más que interesante balance de 6-4 para las alturas de temporada en las que estamos.

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Porcentajes

En la primera mitad vimos dos periodos con muchas similitudes. Los locales, un poco más metidos en el partido y con algo más de clarividencia ofensiva y un punto más de intensidad defensiva que el rival, tiraban de Smith en el primer cuarto y de Hakanson en el segundo para mantenersepor delante en el marcador. Mientras tanto, el Gran Canaria sufría en ataque, con numerosas pérdidas de balón y acusando en exceso su nula puntería exterior. 2 de 8 en el primer cuarto y 1 de 7 en el segundo fueron sus números desde la línea de tres. Con esos porcentajes, los de Lakovic no terminaron de arrancar en esos primeros veinte minutos, aunque no perdieron la cara al partido.

Hakanson

Se podía esperar que un equipo como el canario, que presentaba muy buenos números en el tiro de tres puntos al llegar a Bilbao, mejorase ese aspecto del juego en la segunda parte. Así sucedió, y los visitantes tomaron el mando del juego como habían hecho para entonces con el rebote ofensivo. Bassas y Diop castigaban a la defensa bilbaína, pero pese a las dificultades cada vez mayores, los de Ponsarnau seguían por delante a falta de diez minutos, aunque la diferencia fuese mínima. Las alarmas saltaron cuando los visitantes consiguieron ocho puntos de ventaja el comienzo del último periodo. Y ahí fue donde empezó la remontada bilbaína. Hakanson la abrió con un triple, y a renglón seguido Andersson y Reyes siguieron la racha desde la misma distancia. El subidón, tanto en la cancha como en la grada, era evidente y Hakanson decidió tomar el mando de la situación. El base sueco está en un momento de madurez extraordinario que se traduce en una enorme confianza en las acciones decisivas. Asume con gusto esos balones que queman cuando el partido está igualado y su inspiración en esas acciones fue de nuevo determinante. Hakanson firmó tiros libres muy importantes y, por supuesto, anotó el triple que certificó la victoria.

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