Tenerife 101-84 Bilbao Basket
La buena racha se apaga en TenerifeJornada 29 ·
El Bilbao Basket, inmenso en la primera parte, paga caro su desconexión al inicio del tercer cuarto y cae en la cancha del Tenerife de VidorretaTenerife 101-84 Bilbao Basket
La buena racha se apaga en TenerifeJornada 29 ·
El Bilbao Basket, inmenso en la primera parte, paga caro su desconexión al inicio del tercer cuarto y cae en la cancha del Tenerife de VidorretaHa habido dos Bilbao Basket este sábado en Tenerife. El de la primera parte volaba, anotaba, reboteaba, jugaba con las ideas claras, encontraba soluciones a los problemas planteados por el Tenerife y llevaba la voz cantante. Dominaba. Mandaba. Mordía. Tras el paso por los vestuarios, ... donde debieron hacerle vudú o magia negra, algún ritual que hurta energía y borra la memoria, apareció un equipo irreconocible que se desconectó en un puñado de minutos y vio despegar al Lenovo para no volver. Un parcial demoledor de 20-3 –solo tres puntos en siete minutos– cambió el guion del choque, puso el encuentro cuesta arriba, inclinó la cancha a favor de los insulares y supuso el principio del fin de la buena racha de los vizcaínos. Llegaron a la cancha tinerfeña con cuatro victorias seguidas y no pudieron conseguir la quinta porque su rival fue sencillamente mejor en la reanudación. Hablar de los árbitros cuando se pierde de 17 puede parecer una frivolidad, pero acabar con 11 tiros libres por los 28 de los locales refleja a la perfección el criterio aplicado.
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Los hombres de negro pisaron el parqué del Santiago Martín con determinación. Lo hicieron crujir, sonido de la confianza y de la fe en su baloncesto. Nada como una buena racha de resultados para creerse uno que puede mover montañas. Sabían que tenían enfrente a un rival que había ganado nueve de sus últimos diez partidos en la Liga Endesa, con 'killers' en sus filas de la talla de Kyle Guy, Fitipaldo, Huertas, Salin, Doornekamp y compañía, martillos como Shermadini y Guerra, y aún así no les dio miedo mirarle a los ojos y sacarle a bailar. ¿Intercambio de golpes? De acuerdo. ¿Jugar a un marcador alto? Allá vamos. Los de Ponsarnau tenían el cuerpo de rock and roll y les apetecía moverse rápido, con transiciones relámpago y hasta contras propias de un partido de la NFL. Que se lo digan a Kullamae, quien asistió a una mano a Pantzar con un pase desde su propia canasta.
Adam Smith arrancó entonadísimo –llegó al descanso con 11 puntos y un solo fallo en lanzamientos de campo–, Hornsby andaba también caliente y Killeya-Jones se clavó en la línea de los 6,75 para castigar el aro insular. Firmó un tres de tres en triples sin que ni Shermadini, ni Guerra, ni Diop saliesen lo suficiente como para puntearle. Confiaron en que fallaría y se equivocaron. El Bilbao Basket se marchó seis arriba en un abrir y cerrar de ojos (3-9), pero un parcial local de 9-1 puso por delante a los de Vidorreta. Doornekamp veía el aro del tamaño de una piscina –acabó lesionado en un tobillo–, aunque no dieron ni un paso atrás los vizcaínos. Renfroe y el hijo de 'The Way It Is' devolvieron el mando a los de Miribilla. El Surne también dominaba el rebote, que en un momento mostraba un imperial 3-13.
Guy hacía de las suyas, con penetraciones de muchos quilates, aunque respondían Pantzar y Hlinason. Una canasta de Smith permitió a los vizcaínos cerrar el primer cuarto uno arriba (20-21). En los diez minutos iniciales no hubo sitio para Kullamae y Rabaseda. Pues bien, este último saltó a la pista en el segundo período y se presentó con un triple y un dos más uno. Vidorreta paró el encuentro con el 20-26. El Tenerife no conseguía conectar con la locomotora bilbaína, que viajaba a gran velocidad. Lo único malo era que Killeya-Jones se cargó pronto con dos faltas, al igual que Pantzar, y que apareció la temible conexión Huertas-Shermadini. El pívot georgiano metió nueve puntos sin despeinarse y acercó a los suyos a uno (36-37). Pero dos triples del 'cinco' de Nueva Jersey y otro de Smith mandaron al equipo cuatro arriba al descanso (47-51). Con un 13 de 19 en tiros de dos y un 7 de 11 en los de tres, la franquicia de Miribilla volaba bajo el techo canario.
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Desaparición
El aterrizaje tras el paso por los vestuarios fue letal. Alguien había cambiado al equipo. Un 20-3 de salida dinamitó el partido, con un Shermadini estelar y un Salin en trance desde los 6,75. El Surne solo había metido tres puntos (Hornsby) en siete minutos. Se pasó de aquel 47-51 al 67-54. Pero los hombres de negro no bajaron los brazos y pelearon. Sacaron fuerzas de flaqueza, minimizaron los daños gracias a los aciertos de Reyes, Killeya-Jones y Kullamae y cerraron el tercer cuarto seis abajo (72-66). El equipo se resistía a sacar la bandera blanca.
Hasta llegó a ponerse a tres con un triple de Reyes (77-74), pero hasta ahí llegó la resistencia del Surne. Un 16-5 dio el partido al Tenerife, que agradeció la inmensa actuación de Shermadini (25 puntos, 5 rebotes, 7 mates y 43 de valoración). El Bilbao Basket solo metió 33 puntos en el segundo tiempo y perdió altura. Tocará recuperarla el próximo domingo en Miribilla ante el Obradoiro.
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