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«Hemos tenido un lastre en el rebote». Con esta frase describió Jaume Ponsarnau lo que había ocurrido en la pintura, donde el Bilbao Basket ... fue literalmente barrido por el Betis. No había forma de ganar por arriba ni de proteger el aro propio, castigado por las segundas y terceras opciones concedidas al rival. Los andaluces pararon la cuenta en 46 capturas, mientras que los hombres de negro se estiraron hasta las 30 gracias a la labor de maquillaje en el último cuarto. Hasta entonces, a la conclusión del tercer período, el balance era de 40-18. Una auténtica sangría aérea que, cosas del baloncesto y del acierto –o la falta del mismo–, aguantaron los vizcaínos para llegar empatados a 60 a los 10 minutos finales. Con un poco más de efectividad en las alturas, el guión del choque hubiera cambiado por completo.
El Bilbao Basket perdió la batalla del rebote en los primeros tres cuartos. Especialmente doloroso fue el segundo, en el que los jugadores de Ponsarnau cogieron apenas 3 por los 19 de los de Casimiro. Un desequilibrio letal que permitió a los locales marcharse de nueve e irse siete arriba al descanso. Curiosamente, todo esto ocurría en el día en que regresó Jeff Withey tras más de dos meses de ausencia por lesión, acompañado en las tareas aéreas por Kyser y Tsalmpouris. El griego fue el más efectivo con cinco capturas –las mismas que el base Nikola Radicevic–, mientras que el texano colaboró con tres y el californiano con una. Hay que insistir en que fue su primer partido desde finales de febrero y que dispuso de poco más de ocho minutos en la cancha, donde se vio que aún le falta para ser el que era.
Saltar en ataque
Con el Bilbao Basket superado en las alturas, el Betis lo aprovechaba para armar hasta tres ataques en uno. Los andaluces se vieron tan superiores en este apartado que acabaron por coger 20 rebotes ofensivos; es decir, 20 oportunidades extra para construir un ataque adicional e intentar anotar de nuevo. En cambio, los hombres de negro solo habían capturado 4 en los tres primeros cuartos. Pusieron la tirita en la herida con 7 en el período final.
Si Tsalmpouris y Radicevic fueron los hombres de negro con más rebotes del Surne con cinco cada uno, el bético Tyson Pérez lideró a los suyos con un total de 11, seguido por Pasecniks (7) y BJ Johnson (6). En realidad, el máximo reboteador del Bilbao Basket fue... el propio Bilbao Basket. Con 6, según la ACB.
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