Solo el Barcelona y el Madrid son más efectivos en casa que el RETAbet

Cuarta cancha con más público de la ACB, con 8.601 espectadores de media, Miribilla se ha convertido en la base del éxito del Bilbao Basket

Juanma Mallo

Martes, 19 de noviembre 2019, 00:33

El RETAbet celebró el domingo la cuarta victoria de la temporada con el amparo de su afición, al abrigo de su hogar. Solo el Barcelona ... y el Real Madrid son más efectivos en sus encuentros en casa que los vizcaínos; los culé con cinco triunfos en otros tantos duelos, y los blancos, también con una hoja de ruta inmaculada, aunque con cuatro compromisos (100% de acierto). Los hombres de negro se crecieron ante el invicto líder con el apoyo de una hinchada que no solo permite derrotar a rivales de la Euroliga (el conjunto blanco, el Baskonia y el Valencia). También esa gente se percibe como un ejemplo de fidelidad que convierte al Bilbao Basket en el cuarto equipo con mejor asistencia de la Liga Endesa, con una media de 8.601 espectadores, solo por detrás del Burgos (9.366), el Zaragoza (8.689) y el Baskonia (8.658). Hace dos días, 10.001 personas, al borde del lleno (serían 10.014), impulsaron a la tropa de un Álex Mumbrú que siempre encuentra un hueco para ellas en sus ruedas de prensa. Demostración de gratitud hacia esa gente que tiende una mano a su escuadra cuando la precisa, y mete presión al rival -y a los árbitros- si observa que su formación necesita una ayuda extra. «Ha sido una victoria increíble con un Miribilla increíble», aplaudió el técnico barcelonés.

El parqué vizcaíno se ha convertido en uno de los fortines de la Liga Endesa. Después de las canchas de los dos gigantes de la competición, el Palau Blaugrana (5 de 5) y el WiZink Center (4 de 4), aparecen el Bilbao Arena, solo profanado por el Herbalife Gran Canaria (y eso que han pasado tres de los cuatro conjuntos de la Euroliga que compiten en la ACB), y el Polideportivo de Andorra, donde el MoraBanc solo ha cedido frente al UCAM de Sito Alonso (86-89). El resto de los conjuntos de la mejor liga del Viejo Continente se han embolsado menos victorias cuando ejercen de anfitriones. Como mucho han recaudado tres triunfos, aunque el Zaragoza, el Fuenlabrada y el UCAM aún pueden igualar a los hombres de negro puesto a que han disputado un duelo menos como locales, cuatro. Por cierto, hay que sumar el triunfo negro en Tenerife.

«Nunca nos rendimos»

Lo que está claro, en este sentido, es que el Bilbao Arena dispone de una magia especial, de un halo que potencia a la formación de Álex Mumbrú. «Es muy importante sacar este tipo de partidos aquí. Y el ambiente es una pasada. Viendo el pabellón lleno y animando así, se juega mucho mejor», reconoce Rafa Martínez poco después de terminar el duelo, mientras charla con su familia y la de otros compañeros en la zona reservada de Miribilla. Allí, todo son sonrisas. El primero en salir, Thomas Schreiner, recibió una ovación de su pareja y una serie de amigos. Hubo abrazos, choques de mano, felicitaciones... Felicidad por el trabajo bien hecho delante de 10.001 espectadores, una de las mejores entradas de la ACB en estas nueve jornadas aunque superada, por ejemplo, por el duelo entre el Baskonia y el Real Madrid, con 11.275 personas.

Todos fueron testigos de una nueva hazaña de un equipo que se ha convertido en un desguace para los portaviones de la competición. Y el domingo, aparte de la grada, resultó fundamental el pulido realizado al sistema de protección de la canasta local. «Hemos demostrado que somos un equipo que nunca se rinde, que tiene carácter. En el último partido aquí, contra el Herbalife, no estuvimos al nivel defensivamente (encajó el RETAbet 97 puntos), pero lo hemos recuperado y con eso hemos ganado el partido. Antes de la prórroga, les hemos dejado en 77 puntos. Dejar en esos números al Madrid cuesta muchísimo, es un equipo con muchas armas, anotador... Sabíamos que si teníamos alguna posibilidad de ganar era a base de defender y defender. Y así ha sido», define el capitán del RETAbet, que confiesa que el vestuario estaba viviendo «un subidón muy grande. Esta vez la prórroga ha salido cara».