Rousselle acuña un mensaje de esperanza

Como el base francés, que completó la rueda de prensa en castellano sin engatillarse, claro ejemplo de la frase con que se despidió. «Me gustaría seguir en Bilbao por mucho tiempo». Dicho en un momento en el que otros jugadores de su caché quizá habrían hablado con sus agentes para ir buscando opciones de cambio de aires por si acaso. No va con él. «Como capitán, una de mis responsabilidades es servir de ejemplo cada día. Además de jugar hay que hablar, somos un grupo que debe comunicarse y ayudarse». Y en ello está.

Volvió Rousselle a jugar tras dos partidos de ausencia. Reconoce que no estar en plenitud de forma en Andorra «aunque sí mejor que la semana anterior» le lastró parcialmente, pero no pone objeciones a su juego. Tampoco a lo deslabazado de la posesión final de diez segundos que pudo cambiar el resultado de haber anotado el conjunto vizcaíno. «Seguro que pudimos hacerlo mejor. Habíamos hablado sobre ello e inicialmente habíamos preparado un tiro de tres, pero Hannah falló un tiro libre y cambiamos y no salió bien porque no tuvimos un buen tiro para ganar».

Con cuatro victorias, igualado con GBC y Betis a los que momentáneamente mejora el average, a un triunfo de Estudiantes y Fuenlabrada, a dos del Zaragoza y Obradoiro y con un montón de rivales con varios partidos pendientes, el RETAbet tiene un panorama inquietante que el base galo dice no hace mella en la reserva mental del grupo. «No estamos en el mejor momento, nunca dejamos de luchar y el ánimo está bien entre nosotros. Conocemos la situación, mantenemos la esperanza y confianza en sacarlo adelante porque estamos preparados para ello».

Tiene el organizador del juego bilbaíno una teoría interesante sobre la plaga de lesiones que asola al Bilbao Basket. No es la primera a la que asiste. «Cuando un equipo no está en su mejor momento la gente se lesiona más fácil porque la cabeza tampoco está bien». Sobre sus compañeros ausentes, coincide con el mensaje de Mumbrú de ser una mala idea esperar a su regreso. «Hay jugadores líderes, pero a su manera cada jugador es muy importante. Cuando no tienes demasiado talento necesitas al cien por ciento a todo el mundo. Esos jugadores lesionados cuando lleguen no estarán a ese cien por ciento porque vendrán de dos o tres meses fuera. Así que hay que sacar partidos con la gente que estamos ahora».

¿Se mira la clasificación en el vestuario de los hombres de negro? «Claro que sí, y vemos que queda toda la segunda vuelta y tenemos opciones de cumplir nuestro objetivo». Y reconoce Rousselle que cuando habla con su amigo Axel Bouteille les da la impresión de que «lo del año pasado fu un sueño, casi no es real. Es difícil comparar las dos temporadas, así que hablamos sobre todo para interesarnos y darnos ánimos».

Los números de Jonathan Rousselle llevan una tendencia al alza respecto a la pasada campaña. Juega tres minutos más (25,6), anota 11,2 puntos (dos y medio más), ha mejorado su ratio triplista un 7 por ciento (33,3), en cinco puntos el de dos puntos (60,6) y un 175 el de la línea de castigo (88,1). Además captura un rebote más (2,8), reparte 4,9 asistencias y alcanza cuatro créditos de valoración más por encuentro. En lo único que no ha mejorado es un su media de personales, que crece hasta 3,7 por actuación. Es el octavo mejor pasador de la Liga, anota más que Renfroe y Llull, y supera en valoración a Hannah, por citar competidores directos.