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No es la mejor cancha para intentar levantarse después de las dos derrotas sufridas ante el Herbalife y el Iberostar. Lo sabe el RETAbet Bilbao Basket, todavía inmerso en la reconstrucción de un proyecto deportivo que requiere de tiempo y paciencia, pero no piensa saltar ... al Palau Blaugrana con la bandera blanca. Bajar los brazos no entra en el código de buena conducta de los hombres de negro, que pueden hacerlo mejor, peor o regular, pero jamás renuncian a nada y pelean incluso cuando saben que no pueden ganar. Porque de eso se trata, de dar un estirón en la casa de un gigante como el Barcelona e ir evolucionando su baloncesto, todavía incompleto, sin cocer, pendiente de mejora. Y también de incomodar al grande, hacerle trabajar y buscar un milagro en forma de triunfo que daría un mundo al vestuario.
Decía hace unos días Jonathan Rousselle que el equipo saldrá a competir contra el Barça sin complejos. «Sabemos que será difícil, pero no tenemos nada que perder. Solo ganar. Saldremos sin presión -de conseguir una victoria como imperativo- y eso nos permitirá jugar libres y sin miedo». Lo que quieren los bilbaínos es crecer, ir poniendo ladrillos en su muro y construir un baloncesto a su medida, ajustado a su nueva realidad. Por eso Álex Mumbrú y sus hombres no dejan de repetir que «esta temporada nada tiene que ver con la anterior». Entonces la franquicia de Miribilla paseaba por las nubes, ahora asume que su pelea está en el barro. «Nuestro sitio no es el 'Top 5' ni el 'Top 4'. Vamos a tener que sufrir como equipo», advirtió el capitán del RETAbet. Ni la plantilla es la misma ni hay 10.000 almas en el Bilbao Arena empujando a los suyos.
Por supuesto que el Bilbao Basket sabe lo que es ganar en el Palau. Lo ha hecho tres veces y la última fue la pasada temporada con aquel canastón de Rousselle para sellar el 92-94 y sacar el billete copero. Parece que fue en otra vida y han pasado menos de nueve meses. Es verdad que todo ha cambiado y que a ambos equipos les separan años luz -ahora algunos más que entonces-, empezando por las plantillas y el dinero. Muchos jugadores del Barça tienen nóminas más altas que el presupuesto de todo el RETAbet. Dos mundos distintos en uno.
Si los hombres de negro vienen de perder en sus dos primeros partidos, el Barcelona presenta justo el resultado contrario. Un par de victorias ante el Burgos y el Unicaja alimentan el casillero culé. Saras Jasikevicius, que sucede en el cargo a Pesic, tendrá las bajas de Víctor Claver y Kyle Kuric, aunque recupera a Higgins y dispondrá de dos quintetos de máximo nivel. El Bilbao Basket va a por su milagro, el Barça simplemente busca imponer la lógica.
Leandro Bolmaro no se fía de los hombres de negro. El escolta conserva fresco su recuerdo de un equipo durísimo y anda con pies de plomo cuando habla del partido de hoy en el Palau. «Será difícil porque mantienen casi la misma estructura que la temporada pasada, con el mismo entrenador», dijo el italoargentino, una de las piezas importantes en la pizarra de Jasikevicius. Destacó a Balvin y a Rousselle, dos de los jugadores que siguen de la pasada campaña, aunque puso el acento en la respuesta del propio Barcelona. Nada de excesos de confianza ni de entrar relajados al encuentro. «Debemos estar concentrados en lo nuestro. Hemos empezado fuertes y el Bilbao Basket lleva ya dos derrotas en dos jornadas. Está claro que van a salir a ganar. Por eso debemos estar atentos desde el principio, haciendo nuestro juego, empezando por la defensa». Bolmaro aconsejó actuar con «paciencia» ante un rival intenso y buscar las mejores opciones en un ataque en el que cuentan con infinidad de opciones.
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