El RETAbet, entre la ilusión y la incertidumbre

Con la confianza y el deseo de que la competición no se vea alterada, Álex Mumbrú se centró en el regreso a la actividad de la importancia de la disciplina en la preparación en un curso con doble exigencia, la Liga Endesa y la Champions: «Sabemos que durante el año tendremos poco tiempo para preparar los partidos. Por ello, es muy importante hacer una buena pretemporada e intentar aprovecharla al máximo».

Tras la marcha de Rafa Martínez al Baxi Manresa, el Bilbao Basket tenía la difícil tarea de seleccionar a un nuevo comandante de barco. Pues bien, el capitán del equipo será Jonathan Rousselle. El jugador galo, que ya demostró tener madera de líder durante la pasada campaña, se mostró «muy orgulloso» ante esta oportunidad por la «gran responsabilidad que supone ser la persona que lleve los valores del equipo». Y Mumbrú avaló esta decisión al añadir que el base «ya demostró el curso pasado que es capaz de tener la capacidad de llevar al equipo. Conoce la ciudad y está muy integrado. Yo creo que puede ser un buen capitán».

A su lado, estará Ondrej Balvin. «Mi papel no va a cambiar mucho. Ya el curso pasado me preocupaba por hablar con los compañeros. Además, hablar inglés y español me facilita poder comunicarme con el resto» explicó el checo.

El Bilbao Basket ha comenzado ya a trabajar para engrasar las relaciones en la pista entre los jugadores. La sesión táctica vespertina de ayer en Miribilla fue el punto de encuentro para un equipo con cinco caras nuevas, a falta de que se incorpore el nigeriano Moses Kingsley. La llegada conjunta al campo de algunos de los 'novatos' -Hakanson, Jones, Zyskowski y Reyes- hace presagiar una unidad que también se pretende plasmar sobre la pista.

Lo cierto es que muchos de los nuevos jugadores ya habían coincidido antes. Hakanson es una de las claves de las nuevas relaciones. El base sueco coincidió en Sevilla con Tomeu Rigo y Balvin, y el pasado curso en Zielona Gora con Zyskowski. Por su parte, Jaylon Brown tuvo una muy buena experiencia con Aaron Jones, una de las nuevas torres, en el Salon Vilpas finlandés.

Durante la temporada el Bilbao Basket también podrá contar con cuatro jugadores del Primera Nacional: Miguel Ruíz, que ya demostró su calidad en la pasada fase final, Nahuel del Val, Diego Rodríguez e Iñigo Betolaza.

El RETAbet, como el resto de formaciones, todavía maneja muchas incógnitas sobre la vuelta del baloncesto profesional. Aún no se ha tomado una decisión firme sobre la presencia del público, algo que preocupa en la entidad vizcaína y que se podría convertir en un situación adversa si Miribilla tiene que permanecer vacío. Esta situación estará pendiente de la cantidad de infectados que se registren y de los protocolos que dispongan las autoridades sanitarias.

Pero todos los indicios señalan a que, por el momento, la ACB y la Champions se jugarán sin hinchas. «Echamos de menos a la afición en la fase final y no sabemos cuándo vamos a poder vernos. Me encantaría que en el primer partido ya estuviéramos todos en Miribilla, pero hay que tener cautela y los primero es la salud. Ojalá siguiendo un control y unos protocolos nos veamos lo más pronto posible», expuso Mumbrú.

Ludde Hakanson, uno de los fichajes estrella, también mostró su ilusión por ver Miribilla lleno: «Puede ser un hándicap para nosotros. No recuerdo cuantos partidos he jugado aquí, pero nunca he ganado. La afición es una de las mejores y si no podemos jugar con el Bilbao Arena lleno, lo vamos a echar en falta».

El Bilbao Basket tiene ante sí la temporada más exigente e ilusionante de los últimos tiempos, al compaginar ACB y Champions. «Jugar dos competiciones es algo positivo. Va a ayudar a mantener el ritmo de partido y por ende podremos competir mejor en ambas competiciones», añadió el base sueco.