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En cada comparecencia de Álex Mumbrú, la palabra afición ocupa la parte nuclear de su discurso. El entrenador del RETAbet es consciente de la importancia de la grada, de que el infierno entre en calor, un factor determinante para que el equipo se sienta arropado ... y seguro en el parqué. El martes, Emir Sulejmanovic habló de la derrota en Manresa y de la necesidad de pasar página y mantenerse firmes en Miribilla. «Tenemos que defender nuestra casa», dijo el bosnio-finlandés, sabedor de que el cumplimiento de los objetivos pasa por rendir ante la marea negra. El Bilbao Basket ha ganado los tres partidos como local -Valencia, Baskonia y Fuenlabrada- y mañana recibe a un Herbalife que viene de imponerse al Valencia (20.30). Solo otros tres equipos de la ACB pueden presumir de continuar invictos en sus respectivas canchas, Madrid, Zaragoza y Barcelona, una dinámica a la que los vizcaínos quieren dar continuidad frente a un contrario que va de menos a más.
Los hombres de negro suben sus prestaciones cuando juegan al abrigo de Miribilla, donde la media de los espectadores se eleva a 8.314 fieles en los tres choques disputados. «Tenemos una de las mejores aficiones de Europa», dijo Mumbrú poco después de tumbar al Fuenlabrada. Ahora toca repetir ante el Herbalife, «defender la casa», un rival dirigido por un viejo conocido, Fotis Katsikaris. Los canarios no están como les gustaría estar. Su balance de 3-4 es del todo inesperado porque se trata de un bloque hecho para volar alto. «Queremos ser los primeros en ganar en la cancha del Bilbao Basket», dijo ayer Beqa Burjanadze. El ala-pívot del conjunto amarillo no dudó en calificar como «complicado» el pabellón vizcaíno, donde debutó con 17 años. «Tenemos que respetarles e igualar su nivel físico».
Así que se verán las caras un equipo que no ha perdido en casa y otro que ha ganado dos veces a domicilio, contra el Valencia y el Manresa. Eso sí, el Herbalife necesitó de la prórroga para superar a los taronja (86-88) y se impuso a los catalanes por un ajustadísimo 74-75. «Tienen a jugadores que intimidan en la pintura y son fuertes en el rebote. Además -subrayó Burjanadze-, no podemos permitirles tiros liberados».
8.314 espectadores es la media de las tres primeras jornadas disputadas en Miribilla. El récord fue contra el Baskonia (9.047).
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