El RETAbet se cita con la hora de la verdad

Recibir al Prat y visitar después al Araberri y Cáceres. Es lo que pone en las órdenes, en el albarán de entrega para los de Álex Mumbrú. Es el trío de colistas en la LEB Oro y a estas alturas del guion, por mucho que se juegan la supervivencia en la categoría, el Bilbao Basket pega con guantes de menos onzas, los creados para noquear.

Para esta tarde, el planteamiento de Álex Mumbrú es conseguir que sus jugadores sean tan disciplinados a la hora de defender como lo fueron ante el Real Betis. Se ha idealizado la última aparición del equipo bilbaíno y no es para menos. Ante la tendencia a vaticinar que es muy complejo mantener ese estándar, salta el resorte de rebatirlo con que de igual modo el roster del RETAbet se ha percatado de que es capaz de hacerlo, que sabe y puede percutir en el cuerpo a cuerpo sin empequeñecer en lo físico y en ataque el triple llega más fluido si no hay una excesiva, molesta y peligrosa dependencia de la línea mágica.

Sin lastres físicos, con el roster dispuesto a morder por tener minutos en pista, Mumbrú cuenta con todo lo que desea un entrenador. Dejar inactivo a Rafa Huertas la pasada jornada es un indicativo para el grupo. Porque el cordobés, aunque llegó con la función empezada, es un jugador importante por experiencia y el técnico le ha recordado que hay que someterse a la pizarra y al trabajo coral. Aunque el coach le ha quitado hierro al asunto hasta anotarlo casi como anecdótico, el mensaje está enviado y ni mucho menos que sólo para el escolta cordobés, que seguro hoy recuperará su puesto, rol y galones en la pelea con Bivià y Gluditis.

El Iberojet Palma no es de los equipos que conceda vales descuento como anfitrión. Lo hizo, demasiado, en el arranque liguero y cuestionó la relación calidad-resultados-precio de la que se dice es la segunda plantilla más cara de la categoría. Perdió en Son Moix con Valladolid, Araberri y Granada. Los nazaríes fueron el 16 de diciembre los últimos conquistadores del pabellón balear. Desde entonces han claudicado el filial del Barça (83-76), Lleida (85-57), Coruña (84-72) y hasta el todopoderoso Real Betis, que días después de la Copa Princesa se precipitó aquí al vacío (92-58), antes de volver a hacerlo dos semanas después en Miribilla.

Los insulares baleares se las prometían felices con una doble visita seguida al Araberri y Prat y casi se le indigestan ambos pulsos. Ganó en Vitoria con agonía (76-77), pero acabó tropezando en su visita al Prat (85-83). En sus filas presenta desde la pasada jornada la incorporación efectista de todo un exinternacional croata como Boris Barac, bosnio de nacimiento, y con pasado en Cibona y Nymburk, viejos conocidos del Bilbao Basket. En su debut en El Prat pasó desapercibido en los 11 minutos que estuvo en pista, aportando 4 puntos, 2 rebotes y viéndose superado por el arbitraje al cometer tres personales. Hoy seguro que dará un salto de calidad al Palma como recambio de Barber en la compañía interior de Fran Guerra.