Renfroe pone orden y punto con experiencia y calidad

Renfroe se marcó un dos más uno en sus primeras apariciones y después ofreció una exhibición de lanzamientos al tablero con una mano. También firmó un triple más característico de francotiradores autodidactas que de un director de orquesta, y ayudó a sus compañeros a tapar las grietas que surgían desde el perímetro y aprovechaban los polacos sin timidez para activar su vendaval de triples.

En la casa del campeón de la FIBAEurope Cup, Renfroe estuvo demasiado tiempo muy solo. Sólo Sacha Killeya-Jones y, a veces, Kristian Kullamae daban la sensación de que estaban capacitados para dar la vuelta al partido, en una cita donde Adam Smith no disfrutó de su mejor día aunque su último triple fuera definitivo. El veterano exterior casi nunca defrauda y no comete errores de bulto. Por si fuera poco, ante el equipo de Wroclaw también brilló en una de sus cualidades menos llamativas. Como ya anunció el staff técnico del Surne Bilbao Basket en pretemporada, Renfroe atrae a los balones sin dueño y salta muy bien con sus 191 centímetros, una de las menores estaturas entre los protagonistas del encuentro. Siete capturas le convirtieron en el máximo reboteador del equipo vizcaíno.

Renfroe fue un gigante en la ciudad de los gnomos. Wroclaw, también conocida históricamente como Breslavia, es famosa porque en sus calles hay cientos de estatutas de enanos. La proliferación de los duendes se multiplicó en los años ochenta, cuando el movimiento Alternativa Naranja pintaba gienecillos en los edificios como protesta pacífica contra el régimen comunista. Desde entonces se han plantado réplicas de los seres fabulosos por multitud rincones de Wroclaw. El 'pequeño' Renfroe hizo magia con su sabiduría para guiar a su equipo con vida fuera del laberinto polaco.