Aguantó el Bilbao Basket hasta que el corazón dejó de bombear sangre por el desgaste de un partido que se le hizo largo, demasiado vertical ... como para escalarlo en el infierno blanco, donde el Real Madrid no ha perdido en lo que va de liga. Los vizcaínos se agarraron al parqué del Movistar Arena hasta quedarse sin uñas, empeñados en desafiar la lógica que acabó sepultándoles en el último cuarto. Los 'merengues' quisieron gastar lo mínimo posible y se vieron obligados a pisar el acelerador en la segunda parte para encadenar su decimotercera victoria en la ACB. El Surne llegó a ponerse a siete a falta de 8'33 para el final (65-58), momento en el que el gigante se agrandó todavía más para rubricar un parcial de 12-0 y liquidar el encuentro gracias a un imparable Ibaka, Tavares y Llull. Los de Jaume Ponsarnau no dejaron de remar hasta el último largo, con una canasta de Ali que dejó el marcador en el definitivo menos 18 (88-70).
Conviene recordar que los hombres de negro se presentaron en el matadero blanco sin techos que tapen y protejan su pintura. Tanto Tryggvi Hlinason como Marvin Jones se quedaron en casa por sus sendos problemas físicos, que les mantendrán entre algodones unas tres semanas. Así que Ponsarnau improvisó dos 'cincos' con Amar Sylla y Bassala Bagayoko, un par de 'cuatros' jóvenes que de repente tuvieron que vérselas con las montañas Tavares e Ibaka. De hecho, el maliense debutó con el Surne en la ACB y lo hizo con cuatro puntos, mientras que el senegalés cuajó una buena actuación con 13 –añadió además seis rebotes– y acabó como el más valorado de su equipo (15). Para los dos era como romper el cascarón y presentarse en el mundo real, donde nadie regala nada y los más fuertes de la clase quitan bocadillos en el recreo. Aún así, pelearon e incomodaron al Madrid.
Porque solo así se explica que unos mermadísimos bilbaínos llegaran al descanso empatados con el gigante blanco, metidos bajo su piel como un virus que le corroía por dentro. A falta de kilos y centímetros, los de Miribilla se encomendaron al perímetro para tratar de agarrarse al partido, con muy poco ritmo y velocidad, algo que en esta ocasión beneficiaba al pequeño. Los madridistas abrieron el choque con un 11-2 que invitaba a pensar en una masacre instantántea, una liquidación exprés, pero los de Ponsarnau se agarraron a la cancha, defendieron y con De Ridder y Ali aguantaron el tipo hasta cerrar el primer cuarto cinco abajo (22-17). El manual de supervivencia funcionaba y tocaba cumplirlo a pies juntillas.
Real Madrid | Min | P | VAL | T2 | T3 | TL | RD | RO | AS | F | REC/PER |
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A. Abalde | 15:04 | 2 | 5 | 1/2 | 0/1 | | 4 | | 1 | | /1 |
F. Campazzo | 16:28 | 7 | 8 | 2/3 | 1/1 | | | | 4 | 2 | 2/3 |
X. Rathan-Mayes | 15:34 | 7 | 6 | 2/3 | 1/3 | | 1 | | 1 | 1 | /1 |
H. González | 20:04 | 8 | 13 | 3/3 | 0/1 | 2/3 | 5 | | 1 | 2 | 1/1 |
D. Musa | 14:22 | 9 | 5 | 3/5 | 0/4 | 3/4 | | 1 | | 1 | |
G. Deck | 19:13 | 2 | 3 | 1/2 | 0/1 | | 2 | | 2 | 1 | /1 |
U. Garuba | 16:40 | 6 | 9 | 1/2 | 1/2 | 1/2 | 5 | 1 | | | |
S. Ibaka | 21:05 | 19 | 26 | 4/5 | 3/4 | 2/4 | 6 | | 1 | 1 | 1/2 |
W. Tavares | 16:46 | 11 | 27 | 4/4 | | 3/4 | 4 | 4 | 2 | 2 | |
S. Llull | 13:09 | 13 | 13 | 2/2 | 3/6 | | 1 | | 2 | | |
A. Feliz | 20:19 | 2 | 6 | 1/1 | | | 1 | | 4 | 1 | 2/2 |
E. Ndiaye | 11:16 | 2 | -5 | 1/2 | 0/3 | | 1 | | | 3 | /1 |
Equipo | | | 4 | | | | 2 | 2 | | | |
Total | 200 | 88 | 120 | 25/34 | 9/26 | 11/17 | 32 | 8 | 18 | 14 | 6/12 |
Surne Bilbao | Min | P | VAL | T2 | T3 | TL | RD | RO | AS | F | REC/PER |
---|
H. Frey | 14:15 | 5 | 7 | 1/1 | 1/2 | | 3 | | 2 | 2 | /1 |
Abdur-Rahkman | 21:42 | 8 | -1 | 1/4 | 2/6 | | | 1 | 2 | 2 | 1/3 |
M. Cazalon | 20:21 | 8 | 3 | 1/6 | 2/3 | | 1 | 2 | 1 | 2 | /1 |
R. Domínguez | 15:05 | 3 | 4 | 1/3 | 0/1 | 1/2 | 2 | 1 | | | |
T. De Ridder | 18:34 | 10 | 7 | 3/6 | 1/1 | 1/4 | | 4 | 1 | 4 | |
T. Gielo | 20:09 | 6 | 9 | 0/2 | 2/4 | | 3 | 1 | 2 | 1 | 1/ |
B. Bagayoko | 10:51 | 4 | -1 | 1/4 | | 2/2 | 1 | 1 | | 5 | 3/ |
M. Pantzar | 15:18 | 2 | | 1/5 | | | 2 | | | | |
X. Rabaseda | 08:49 | | -1 | | 0/1 | | 1 | | | | /1 |
Z. Dragic | 13:29 | 5 | 4 | 0/1 | 1/3 | 2/2 | 2 | | | | /2 |
A. Sylla | 25:52 | 13 | 15 | 3/8 | 2/2 | 1/1 | 3 | 3 | 1 | 3 | 1/1 |
K. Kullamae | 15:35 | 6 | 2 | 3/7 | 0/2 | | | | 4 | | /2 |
Equipo | | | 4 | | | | 1 | 3 | | | |
Total | 200 | 70 | 52 | 15/47 | 11/25 | 7/11 | 19 | 16 | 13 | 19 | 6/11 |
38-40, última ventaja del Surne
El Bilbao Basket siguió a lo suyo y fabricó un suculento parcial de 5-16. Del 22-12 se pasó al 27-28 con una canasta de Pantzar, quien a renglón seguido falló una bandeja al contraataque. Cosas que pasan. Fue la primera ventaja de los hombres de negro, que tardaron casi ocho minutos en hacer una falta en el segundo período. El Madrid quería gastar lo mínimo y atacaba en ocasiones andando, consciente de su aplastante superioridad; pero no era una fórmula válida ni siquiera contra un rival dinamitado en el juego interior porque el Surne suplía sus carencias con toneladas de trabajo y solidaridad colectiva. Kullamae por fin saltó a la cancha y al principio dio buenos minutos, con seis puntos en la primera parte fruto de un tres de cuatro en tiros de campo. Bien elegidos, nada de locuras, con una cuidada selección de lanzamientos. Luego se desconectó. El estonio encestó sobre la bocina y mandó a los vizcaínos al descanso con un empate a 34.
Tiros de 2
Tiros de 3
Tiros libres
Rebotes
32+8Defensivos+Ofensivos19+16
Tapones
Balones
OTROS
El Madrid decidió meter una marcha más tras el paso por los vestuarios porque entendió que no bastaba viajar en tercera. Una canasta de un aplicadísimo Sylla –13 puntos, 6 rebotes, 1 asistencia y 3 faltas cobradas– y otra de Cazalon, por fin algo clarividente desde el triple con dos conversiones de tres intentos pero negado en tiros de dos –uno de seis–, pusieron dos arriba al Surne (38-40). Fue la última ventaja visitante porque a partir de ese momento, los blancos pisaron el acelerador con Campazzo, Tavares –era un martillo en la pintura con 11 puntos, cuatro tapones y ocho rebotes–, Ibaka y Llull para marcharse y desaparecer en el horizonte para siempre. Y eso que los vizcaínos buscaron petróleo donde solo había roca con el objetivo de seguir enganchados al encuentro. Llegaron a los últimos diez minutos 11 abajo (63-52).
Un triple de Gielo les puso a siete (65-58) –el Surne acabó con un gran siete de once en lanzamientos de tres (44%), pero con un flojísimo 32% en tiros de dos– y ahí se vació de sangre el corazón del Bilbao Basket, sin latidos. El Madrid respondió con un 12-0 gracias a Ibaka y Hugo González y dijo adiós. El partido había acabado y se jugaba a beneficio de inventario. Los de Chus Mateo llegaron a ponerse 23 arriba (87-64), pero entre Frey, De Ridder y Ali redujeron la brecha. En el marco de la derrota, la mejor noticia fue ver al equipo competir y a Sylla jugar sin complejos en un puesto que no era suyo. Habrá que poner la misma actitud y corazón, con algo más de baloncesto, pero abordar el milagro de la final con el Dijon.
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