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Unas cortinas blancas como fondo en la videollamada. Emerge un rostro siempre sonriente, el de Jaylon Brown, al que la pandemia ha pillado en plena fase de recuperación de una lesión que le había parado desde enero para lo que resta de temporada. El escolta ... de Indiana es de los hombres de negro que está solo en su domicilio. Cuando se asoma a la ventana ve enfrente a Sulejmanovic, Rigo, Schreiner y Serron. Con ellos trabaja virtualmente por la mañana la preparación física y después a más de uno trata de pintarle la cara con la Play.
- ¿Cómo lo lleva?
- Estoy bien. Me toca afrontarlo solo y ese es el factor diferenciador. Hago ejercicio, ocupo el tiempo y trato de prepararme para lo que venga después.
- Le ha pillado en plena recuperación de una operación.
- Para la recuperación me viene bien este tiempo, pero más aún el descanso. No tengo que trabajar tanto el pie, usarlo, forzarlo caminando. Sigo los trabajos que me dan tanto para la recuperación física como el entrenador.
- Con las barbaridades de batidas que ha dado para hacer mates y se rompe con un mal paso.
- Sí, mala suerte. Estábamos haciendo una transición en defensa, cambiamos posiciones Thomas (Schreiner) y yo y en ese momento hice un giro y noté un pinchazo. Crees que te has hecho algo pero no imaginaba ni presentía que tuviera tanto daño en el pie.
- Eso le pasa por defender.
- (Carcajada) Sin defensa no juegas.
- ¿Teme que le quede de inicio miedo, alguna alerta activada?
- Quizá los primeros días o el primer partido se te puede pasar por la cabeza. No es algo que me preocupe. Cuando era más joven me rompí ese tobillo y me recuperé bien.
- El RETAbet llevaba una temporada de ensueño y usted era de los destacados.
- Estaba en el momento de mayor disfrute del juego, pasándolo muy bien en los partidos. El equipo estaba fantástico.
- ¿Son conscientes de la barbaridad de año que estaban haciendo sin que nadie lo esperara?
- Sabíamos que íbamos a pelear a muerte, que íbamos a competir. No imaginábamos estar a estas alturas en la zona de arriba de la clasificación. Según avanzaban las semanas vimos que no teníamos por qué pasar apuros, pero mira dónde hemos llegado.
- ¿Qué pensarán aquellos que al inicio de curso decían que bajarían el Bilbao Basket y otro equipo?
- Lo dices por lo que vivimos después del amistosos de pretemporada en Portugal donde nos faltaba mucha gente. Lo bueno es que hemos hecho cambiar de idea a más de uno. Aquellos días en Lisboa se formó la química del equipo, que ya tenía una base importante de los que seguimos del año anterior. Conectamos de inmediato y nació una unión que va más allá de la cancha. Nos preocupamos de los demás como amigos. Se ha ido construyendo algo fantástico.
- Mumbrú fue muy valiente al apostar por usted y Lammers como americanos para la ACB.
- (Ríe) Sí, tiene pelotas. Cuando nos dijo que continuábamos demostró que seguía confiando en nosotros porque sabe que lo daremos todo en la pista.
- ¿Temía que le quedara grande la Liga Endesa?
- En absoluto. Conozco el nivel que hay y estoy acostumbrado a trabajar en verano en Estados Unidos con jugadores de NBA, de ACB, de Euroliga, gente que juega en China. Sabía que podía dar el nivel y que en la pista lo dejaría todo, pero me faltaba conocer lo bien que llegaría a hacerlo.
- Usted ha hecho partidos colosales que han acabado relativizados porque ponía la guinda un tal Axel Bouteille.
- Sí, él ha salido en muchas últimas fotos del partido (ríe). Ningún problema de egos, al contrario. Era con el que mejor me llevaba, con el que compartía habitación en muchos desplazamientos, posiblemente el mejor amigo de la plantilla. Si destacaba así era bueno para el equipo, entonces también para mí.
- ¿Había visto algún jugador tan especial?
- Si tuviera que elegir una palabra para él sería eficacia. Creo que es el jugador más eficaz, el más efectivo con el que me he cruzado. No es el que más salta, el que más rápido se mueve, el que mejor hace nada. Pero en la suma de todo es el mejor, con tiros difíciles, posiciones complicadas para un rendimiento máximo. No será el jugador con más talento con el que he jugado, sí el más eficiente.
- ¿Cuando se marcha al Unicaja, unido a su lesión, teme que se haya acabado la temporada exitosa del RETAbet?
- Estaba en Estados Unidos cuando sucedió todo y él me iba informando, ya que hablamos a diario. Cierto que te imaginas el equipo sin él y yo no iba a poder volver en lo que quedaba de temporada, por lo que puede suceder que se acabe la pegada que teníamos, pero de inmediato surgió una corriente de ánimo para que los demás dieran un paso adelante. Y surgió ese espíritu de equipo.
Álex Mumbrú: «Tiene pelotas y confía en nosotros; sabe que lo damos todo en la pista»
Axel Bouteille: «Es el jugador más eficaz que nunca he visto; en la suma de todo es el mejor»
Hasta su lesión... «Me lo pasaba muy bien en los partidos y el equipo estaba fantástico»
- Lo que le tuvo que doler perderse la Copa.
- Ni lo imaginas. Cuando me lesioné en Canarias sin saber aún lo que tenía me preocupaba no llegar a tiempo para Málaga. Confío en que me queden otras muchas Copas por jugar.
- ¿Cómo hombre de negro?
- Me encantaría. Puede ser con el Bilbao Basket o con otros equipos.
- Hablemos claro. El club ya le planteó la renovación meses atrás y usted rechazó aquella oferta. ¿Su lesión, la situación actual, pueden cambiar las cosas?
- Claro que algo ha cambiado con este nuevo escenario. La seguridad es para mí ahora el aspecto más importante. Igual esperas demasiado y te quedas sin equipo, o te mueves muy pronto y te equivocas.
- ¿Tiene más en cuenta ahora lo que el club ha hecho, renovarle desde la LEB, mimarle durante su lesión, garantizar los salarios del equipo pese al parón?
- Los jugadores afrontamos una realidad complicada. La temporada que viene es una incógnita, no sabemos lo que pasará. Incluyo en la seguridad que he estado lesionado aquí, me conocen los servicios médicos y han enfocado bien mi recuperación. Te da seguridad llevar dos años aquí controlando la ciudad, el entorno y el equipo. Que Álex (Mumbrú) esté es otro valor seguro. Pero nuestras carreras son cortas, no se nos presentan muchas oportunidades y tampoco puedes dejar pasar algunas. Pero la próxima temporada va a ser muy rara.
- Vaya problema le ha surgido al RETAbet por hacer bien las cosas. El éxito ha revalorizado a toda la plantilla y eso hará imposible que Mumbrú mantenga tantos jugadores como desea.
- Parece una contradicción y es una faena, lo entiendo. No sé cómo será la siguiente plantilla, pero sé que será competitiva porque este club tiene muy buena gente buscando y eligiendo.
- Llegó de un permiso en Estados Unidos cuando cerraban las fronteras.
- Tuve suerte. El aeropuerto O'Hara de Chicago suele estar a reventar y en mi avión sólo montamos cincuenta personas.
- ¿Se le ha pasado por la cabeza volverse a casa?
- Al principio, cuando el Gobierno hizo un llamamiento para que los ciudadanos americanos regresáramos al país. Hablé con mi familia, lo consideré y lo descartamos. Estoy contento de haberme quedado aquí, tranquilo.
- La plantilla decidió en una reunión que se quedaban todos.
- Entendimos que lo mejor era que nos quedáramos porque íbamos a estar muy seguros alrededor del club. Para los americanos es una decisión difícil porque estamos a miles de kilómetros de casa y la familia.
- ¿Cuáles son sus rutinas tras el trabajo físico diario?
- Me estoy convirtiendo en un Master de la Play con el 'Call of Duty'. También aprovecho para aprender español y cocino con lo que veo que ahorro mucho dinero. Hago la compra para diez días y habré salido para la basura tres o cuatro veces por semana.
- ¿Cómo acabará esto?
- Con la cantidad de gente que muere y está enferma pensar en acabar un juego como es el basket suena a muy egoísta.
- ¿Cree que en su país no se han tomado en serio esta pandemia hasta que les estalló en la cara?
- Advertí a la gente de allí que esto era importante y se lo tomaran en serio. Reaccionaron tarde y aunque Estados Unidos sea un país muy grande el contagio llega a todos los lugares.
- Lo primero que hará cuando recupere la libertad de movimiento será...
- Posiblemente ir con los compañeros a comer... espera, no, ir a tirar a la cancha. Llevo tres meses sin hacerlo.
- ¿Habrá inventado ya algo el ingeniero Lammers?
- (Carcajada) No le he preguntado, pero seguro que se ha construido un robot para que le acerque las cosas.
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