Jaume Ponsarnau ya había comentado en el previo del encuentro que estaba convencido de la reacción de su plantilla. Llegó ante el Manresa después de cinco tropiezos seguidos. «Jugamos contra un equipo en la que la exigencia física era importante. Lo hemos entendido bien y ... todo el mundo que salía estaba sumando. El impulso de la grada ha sido fantástico. Han entendido mejor que nadie la responsabilidad del momento», manifestó, para reconocer como siempre a la marea negra. «Me estoy encontrando aquí una realidad muy especial. Intentaré corresponder a esto entrenamiento tras entrenamiento», subrayó ante la reacción del público siempre cariñoso con él.
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Respecto al partido señaló que «desde la agresividad pisábamos la pintura y nuestro porcentaje de dos nos ha ayudado. En el rebote ellos son muy buenos y hemos perdido pocas batallas. Todo lo hemos llevado bien hasta el final. Todo el mundo estaba responsabilizado y ha dado un paso adelante. Y más ante un rival que juega a la carrera», resumió. El técnico catalán destacó que «quedan muchos match balls y partidos difíciles, para afrontar con compromiso como el de hoy -por ayer- y no la segunda parte en Lleida», recordó. El entrenador del Manresa Diego Ocampo dijo que el primer cuarto de la contienda había sido «definitivo por su nivel de concentración. No estábamos al nivel de esfuerzo que exigía el Bilbao Basket. No vale un rato sí y un rato no. Hemos intentado estar dentro del partido lo máximo posible. El rival percibe cómo estás mentalmente».
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