Hay partidos que están marcados en rojo en el calendario y para el Surne el duelo de este domingo (17.00 horas) ante el Hiopos Lleida en Miribilla es uno de esos compromisos. Tiene prohibido fallar. La situación clasificatoria de los hombres de negro y ... el colapso existente en la zona baja de la Liga Endesa –seis equipos en un estrecho margen de dos vitorias– convierten el choque en poco menos que vital, teniendo en cuenta además que ambos conjuntos llegan a la cita con idéntico balance –seis triunfos–.
En la primera fase de la competición, los de Gerard Encuentra se impusieron con autoridad en su feudo y un segundo traspié ante el mismo rival podría ser fatal para los intereses de la franquicia bilbaína. «No es una final porque quedan más partidos de fase regular, pero es muy importante y lo sabemos», resaltó este viernes en la previa el técnico de los bilbaínos Jaume Ponsarnau con cara de preocupación. Una de las claves será frenar el juego en transición de los catalanes. «Son el equipo que mas contras ejecuta de la competición, pero también tiene más cosas y debemos mostrar mucha energía para ganar», adelantó el técnico del Surne, que apuesta por el trabajo colectivo como antídoto ante las armas del oponente.
El enfrentamiento europeo ante el Cholet, pese a que se saldó con la primera derrota del Bilbao Basket en la competición tras un final igualado, puede ser un buen ejemplo del camino a seguir ante un Lleida que ofrece una propuesta similar a la de los galos. «Tanto en Barcelona como en Lugo ante el Breogán y el otro día en Francia el equipo defendió bien y mostró personalidad para volver a meterse en el partido cuando el rival parecía escaparse», pero le faltó acierto en los momento decisivos. Echó en falta lo que se llama un killer para rematar la faena y la situación se repite más de los deseado.
Algunos jugadores llamados a ejercer ese papel, como puede ser Ali, no terminan de encontrar la confianza necesaria y «veremos partido a partido», adelantó un Ponsarnau que ha visto como Xavi Rabaseda y Kristian Kullamae también se han sumado a la rotación exterior tras recuperarse de sus respectivas lesiones. Además, también cuenta con Omar Silverio al que se fichó precisamente para aportar puntos desde el exterior.
Atmósfera difícil
«Tenemos poca producción en posiciones en las que lo necesitamos. El día del Barcelona lo tuvimos pero hay que encontrar la forma de ser más competitivos», lanzó en forma de mensaje al plantel el máximo responsable técnico de los hombres de negro. En este sentido, puso como ejemplo a Rubén Domínguez. El joven talento gaditano «no entraba al inicio en la rotación y después se ha hecho un hueco cuando se le presentó la oportunidad debido a las lesiones porque estaba preparado», apuntó, dejando entrever que quizá puede haber variaciones en los roles en algunos puestos concretos.
Pese a que «la presión» por la situación clasificatoria puede estar afectando negativamente, Ponsarnau se muestra satisfecho de la capacidad de trabajo del equipo. «En momentos determinantes de partido no hemos sido tan buen equipo. El rival ha anotado y nosotros no y eso es lo que marca nuestra posición en la tabla, pero el cómo hemos jugado y hemos hecho las cosas para llegar hasta ese momento es lo que nos debe dar confianza para afrontar esas fases decisivas del partido en el futuro», resaltó.
De cara al domingo ante el Hiopos Lleida, el técnico tiene claro que Miribilla tiene que volver a ser una caldera que funda al rival. «El casa del Breogán y también ante el Cholet nos hemos encontrado con una atmósfera difícil para jugar y eso es lo que tenemos que conseguir . Pero lo tenemos que promover nosotros desde la pista con nuestro juego», reconoció. El objetivo está claro: ganar o ganar. El margen de error cada vez es menor.
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