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El grueso de la expedición del Bilbao Basket regresó ayer a Bilbao. Los hombres de negro se dejaron ver en el aeropuerto de Málaga con más satisfacción que decepción. Aunque sabían de lo casi quimérico que suponía apartar al Madrid de la Copa durante muchos ... minutos sobre el parqué del Carpena se sintieron iguales a los blancos. Y tras regresar de 16 puntos de desventaja percibieron que podía darse la remontada, evitada «por un tal Llull». Rafa Martínez, todo coraje, sintió un revés cuando erró una bandeja que podía haber llevado el choque a un final infartante. No descarta que haya sido su última cita copera.
- ¿Cómo se vive tras una derrota como la del jueves?
- Te afecta, somos un equipo muy competitivo. Pero luego piensas en todo lo que has hecho para llegar y es una pasada. Lo que estamos haciendo con un equipo que estaba en LEB el año pasado, que a nivel de presupuesto es el más bajo... Llegar a la Copa, competir con el Madrid, tener trece victorias, es una pasada. No sé si nos estamos dando cuenta, pero tiene mucho mérito.
- El poso es de orgullo.
- Al ser más veterano, a estas alturas de mi carrera quiero competir y ganar siempre, pero luego te paras a pensar al día siguiente dónde estás, lo que has hecho y alucinas. No es normal.
- Bastante hicieron ante un Real Madrid en modo título.
- Piensas que puedes ganar el partido, competir un poco más. Pero en una Copa del Rey contra el Real Madrid que no sé cuánto nos saca de presupuesto...
- Unos 40 millones frente a tres...
- Y los nuestros van a otro lado... Era difícil y el equipo creyó. Ellos apretaron muchísimo porque nos tienen muchísimo respeto, ya no sólo ellos sino toda la Liga. Al final las acciones individuales de un tal Llull decantan la balanza.
- No es el animal más estético para compararlos, pero son garrapatas. Se agarran a los partidos. En el Palau remontaron desde quince abajo. En la Copa desde -16.
- No miramos mucho al marcador. Pensamos en lo que debemos hacer bien compitiendo sin importar el rival. En el campo del Barça el equipo siguió y ayer (jueves) igual. Es normal que contra estos equipos puedas estar diez o quince abajo durante un tramo del partido. Nuestro ADN nos hace volver y eso tiene mucho mérito.
- Laso se cebó en neutralizar a Bouteille y Lammers.
- Es normal, nos tienen muchísimo respeto, les ganamos una vez, hemos ganado a otros equipos de ese nivel y ellos se tomaron el partido como una final, que es lo que era. Sabían que debían parar nuestro contraataque, apretar mucho a Axel porque con poco espacio te hace un roto. Estos equipos cuando hay que jugarse los títulos dan un plus de agresividad.
- Apareció un zombie para ganarles el encuentro. Lo digo porque llevaban unas semanas enterrando a Sergio Llull.
- Es un jugador especial, tiene muchos huevos. Tiene un ADN competitivo muy alto y no sé cómo se puede dudar de un jugador de ese calibre, sobre todo el Madrid al que le ha dado tanto. Bueno, dudan cuatro. La mayoría piensa como yo, que es un tío único que siempre está cuando le necesita el equipo.
- ¿Cómo hay que tomarse lo que queda de temporada?
- Vosotros y el público podéis poner listones. Nosotros somos los que tenemos que tener claro lo que queremos. El equipo no ha parado de crecer y es el objetivo, seguir creciendo, jugar mejor al baloncesto. No creo que nadie se relaje y se ponga a pensar en el año que viene. Somos una familia, la gente quiere más.
- ¿Sabe lo que hará la próxima campaña?
- Aún no.
- ¿Ha podido ser su última Copa?
- Sí, puede ser. Ahora vivo todos los momentos como si fueran los últimos. Un año como este es muy complicado de conseguir. Podía haber cogido otras opciones pero vine aquí porque estaba Álex (Mumbrú), me veía en un sitio que iba a estar cómodo, pero la verdad es que era una decisión bastante alocada entre comillas.
- Por dinero no lo hizo.
- No le daba importancia al tema económico. Quería estar a gusto. Lo estoy. Álex me conoce, sabía que tenía una operación de rodilla, que tengo una edad, yo me quería sentir jugador. Y lo que estamos viviendo aquí es algo que me voy a llevar para siempre.
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