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Prensa 2.
Obradoiro - Bilbao Basket | Liga ACB jornada 22: Tampoco ante un rival desengrasado (80-72)
Obradoiro - Bilbao Basket | Liga ACB jornada 22

Tampoco ante un rival desengrasado (80-72)

Las carencias superan a las virtudes del RETAbet que se va diluyendo hasta acabar a merced del control de un 'Obra' un mes inactivo

J.A.P. CAPETILLO

Sábado, 30 de enero 2021

Lo peor que le puede pasar al RETAbet es descontar hojas del calendario sin que nada bueno le pase.

Puede que fuera uno de esos días porque pese a ser el dueño y señor estadístico de la pintura con

En el seno de la expedición de los hombres de negro se tenía la sensación de jugar una final en Santiago. El

En el Fontes do Sar se vio al RETAbet habitual, lo que dadas las circunstancias no supone alivio alguno. Hace cosas más o menos bien, lleva el partido por fases a su terreno, pero no puede evitar que llegue el momento en el que se pega un tiro en el pie y el oponente lo aprovecha para pasar a un nivel superior en el que con controlar la situación le valdrá para llevarse el botín. Además de ingrato, es frustrante caer en ese circuito cerrado que mina y consume la credibilidad del grupo hacia el exterior y descose sus escudos protectores.

Sí da la sensación de que con la mejor versión de cada hombre de negro, o al menos con una en la que los valores de cada cromo sean reconocibles en la pista, este equipo se alejaría de los problemas clasificatorios. Pero

En el final de la primera parte ya se adivinaron síntomas de impotencia. El partido nació como se esperaba, equilibrado, con dos rivales cautos, sabedores de que el viaje podía ser muy largo. Mumbrú trató de molestar a los bases cambiando la marca y poniendo sobre ellos a Jenkins en lugar de a Rousselle. También era una protección para las faltas del galo. Casi a las primeras de cambio Moncho Fernández activó la revisión de una jugada por un tapón ilegal de Enoch. No le sirvió pero denotó la urgencia que se sentía también en su bando. Mucho intercambio de aciertos y errores y alternancia en el luminoso. La primera rotación de Huskic fue motivada por el daño que Enoch estaba causando a Balvin. La segunda convirtió a Hakanson en recuperado para la causa.

Pero la lesión, la inactividad, el seguir renqueante, pesa.

Aún no se había roto nada, pero sonó un chasquido. Su eco fue en aumento. A una ensalada sin aliñar de triples siguió un rosario de imperfecciones. Dobles de Rousselle, falta en un bloqueo de Balvin, pérdida de Zyskowski, falta en ataque de Huskic, bandeja casi en solitario fallada por Jenkins al buscar más la falta que los puntos. Un sin vivir que el Obradoiro utilizó como control de avituallamiento. El 1-7 en rebotes de ataque quedaba en agua de borrajas con tal cantidad de posesiones malogradas.

Y se repitió el maleficio. Salida en falso de vestuarios. Tacada de 16-4 que los santiagueses convirtieron en queroseno. Primero para irse de 17 puntos. Después para jugar con el margen y la caducidad de las embestidas de los hombres de negro, que a la desesperada naufragaron en el triple y claudicaron en el rebote. ¡Qué largos se nos van a hacer estos meses!

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