Las nuevas caras del Surne pisan fuerte

La dirección de juego, fundamental en cualquier equipo, quizá no tiene este curso el caudal anotador de la pasada campaña con Ludde Hakanson, pero ya ha dejado entrever algunas pinceladas de lo que puede aportar. Velocidad y pausa, veteranía y juventud, según requiera el momento. El control y la amenaza en el tiro es cosa de un jugador curtido en mil batallas como Renfroe -anotó siete puntos y repartió siete asistencias como tarjeta de presentación-. La energía defensiva y la verticalidad cara al aro, por su parte, corren a cargo de un jugador dotado de un físico espectacular como Melwin Pantzar que busca hacerse un hueco definitivamente en la segunda liga más importante del mundo.

El sueco, aunque esto no ha hecho más que empezar y deberá ratificar las buenas sensaciones que transmite desde la pretemporada, anotó once puntos y repartió también 6 asistencias dejando claro que, además de hacer jugar al equipo, es capaz de asumir responsabilidad cuando la ocasión lo requiere. Y eso que ante el MoraBanc fue uno de los veteranos, Adam Smith, el que mostró galones en lo que a anotación se refiere.

Y si la puesta de largo de la nueva pareja de directores de orquesta estuvo a la altura de las expectativas, otro tanto sucede con el juego interior, en especial con un Killeya-Jones del que pocos tenían referencias. El pívot norteamericano con pasaporte británico desprende energía en todas sus acciones, va bien al rebote ofensivo y tiene dos muelles en los pies que le permiten intimidar mucho en defensa. Tyson Pérez ya sabe cómo se las gasta el nuevo hombre de negro. El ala-pivot andorrano fue uno de los jugadores a los que cerró el paso hacia el aro -puso dos tapones-.

El compañero en la batalla interior de Hlinason, dejó claro además que dispone de recursos también en ataque -11 puntos- y es capaz de sacar ventajas jugando de cara con su lanzamiento o bien de espaldas en el poste bajo. Quizá el único punto a mejorar tras la primera jornada sea su aportación reboteadora -2 rechaces por los 6 de Hlinason, el verdadero referente en la pintura-.

Kristian Kullamae y Thijs de Rider, que completan la nómina de debutantes en la empresa, necesitan algo más de maduración, aunque en el caso del escolta estonio evidenció que cuenta con un lanzamiento a media distancia que puede ayudar a abrir las defensas rivales. De Rider es el novel del grupo y, por tanto, el que más debe moldear Ponsarnau, pero el belga es el tipo de jugador que gusta a la grada por su braga y entrega en la cancha.