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eneko pérez
Domingo, 24 de abril 2016, 10:28
Un triunfo de los que dan mucha moral. Sin lugar a dudas. El Bilbao Basket, que buscaba una victoria crucial en sus aspiraciones de mantenerse firme en los puestos de playoff, viajaba a Badalona con la intención de sobreponerse al cansancio acumulado y ... a las molestias físicas de varios de sus jugadores más importantes. Después de un inicio mediocre y dubitativo, los hombres de Sito Alonso lograron dar la vuelta a la situación, estabilizando el ritmo del encuentro y frenando la vacanal anotadora de los catalanes.
Con los Bertans, Marko y Hannah 'tocados', el rol de jugadores importantes como Hervelle, Ruoff, Bogris o Raúl López aumentaba sobremanera. Tras esa pájara de los primeros siete minutos del primer acto del choque en el Olímpico de Badalona, Sito Alonso puso las cosas en orden sobre todo en la parcela defensiva, donde no se estaban encontrando respuestas para contener el ataque de la Penya. Mumbrú, como siempre, tiró de garra y calidad para sacar al equipo del bache y el Dominion, en una reacción llena de brío, logró acercarse en el marcador y meter el miedo en el cuerpo del conjunto local.
El marcador en la primera mitad, que llegó a causar pánico a la afición por momentos, reflejaba la tremenda igualdad de un choque que tuvo como actores principales a Todorovic, Bogris, Bertans, Mallet, Suton y Ventura, entre otros. Con un gran segundo cuarto de los hombres de negro se llegó al descanso con un tanteador de 42-43. El Bilbao Basket estaba en la pista. En el regreso a la cancha, el duelo siguió por los mismos derroteros. Ninguno de los dos conseguía marcharse con ventajas claras, pero se empezaba a adivinar un cansancio creciente en las piernas de los hombres del Joventut, que ya estaban cediendo ante la mayor claridad y presencia de los jugadores bilbaínos.
Fue el último cuarto donde todo se desmoronó para la escuadra de Badalona. Los hombres de Sito Alonso, desmelenados, desarbolaron el entramado defensivo de su rival y llegaron a endosarle un parcial de 14-0 en los primeros 5', enterrando así casi de manera definitiva cualquier opción de estos de llegar al final con un marcador igualado. La aportación anotadora de Begic y el excelente nivel defensivo mostrado por dos titanes como Ruoff y Hervelle colaboraron en gran medida a la causa del Dominion, que en ningún momento permitió que su contrincante volviese a entrar en el partido. Al final, un sonrojante 9-28 en el último acto fue el que desniveló un duelo que acabó en triunfo visitante. El trabajo y acierto de los locales Llovet y Mallet fue insuficiente. En definitiva, y a pesar de todos los obstáculos que se está encontrando el Dominion en su camino, se ha dado un paso fundamental en la carrera por acabar entre los ocho mejores de la ACB. Después, a soñar.
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