Sobraron dos minutos

Los bilbaínos salió con ganas del vestuario. Comenzaron con un parcial de 0-7 demostrando que no se iban a amedrentar pese a estar lejos de Miribilla. Sin embargo, el Unicaja repitió parcial y consiguió mantenerse cerca. Durante la primera mitad los malagueños estuvieron en todo momento en el retrovisor. Achuchando a los de Sito Alonso. Hasta el 24-23 los locales no consiguieron adelantarse en el marcador.

Tras pasar por el vestuario, el Bilbao Basket volvió a enseñar los dientes. Con un buen parcial de arranque hicieron lo posible por abrir una brecha en el marcador. Raúl López y Mumbrú se echaron al equipo a la espalda y lograron la mayor diferencia para la franquicia bilbaína. 13 arriba, pero había que seguir anotando. El mago de Vic estaba dejando la sensación de que quizás sea demasiado pronto para la retirada que anunció hace unas semanas. Ha terminado como el máximo anotador de la jornada con 19 tantos.

En el último cuarto los problemas han empezado a hacerse más latentes. El cansancio era cada vez más latente. La emoción estaba servida en los instantes finales. El Unicaja, cada vez más cerca, no paraba de incomodar a los de Sito Alonso. Con la grada al borde del infarto, los malagueños se han salido con la suya. Le han dado la vuelta a la tortilla la mano de Kenny Hayes. Al Dominion no le entraba nada y se estaba permitiendo demasiadas pérdidas. La sensación de impotencia era cada vez mayor. El partido ha acabado con una canasta de Mumbrú que ha servido de poco. Ya estaban sentenciados. De esta manera, los andaluces se acercan un poco más a un objetivo que ambos equipos comparten: el play-off. A los hombres de negro les sobraron dos minutos.