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El futuro pasa por Miribilla. Nada nuevo. El factor cancha es manejado por los hombres de negro como pocas otras franquicias hacen. De la cantidad ... de aficionados aflora la calidad en el ambiente y la presión en el empuje. Vitales. Todo es necesario en un año en el que el RETAbet se ha puesto en marcha con decisión, solvencia y ansia por avanzar. Pero el filo de la navaja es un camino peligroso y sobre esa imaginaria línea cortante se mueven la mitad de los equipos en la Liga Endesa. Vuelven Mumbrú y sus hombres a casa, al amparo de un pabellón que hasta la fecha se lo ha pasado en grande viendo jugar y convencer a los suyos. No caduca la máxima de ir partido a partido, pero hay momentos en la temporada en los que no se debe concentrar la mirada sólo en el siguiente paso por muy seguro que deba ser.
Porque hoy se abre un tramo de veda en el Bilbao Arena. Los siete próximos encuentros dictarán parte de la sentencia del curso. Si el Bilbao Basket acaba este parcial con buenas notas tendrá más de medio curso en el bote. En caso contrario se puede preparar para una primavera inquietante. Seis jornadas de la primera vuelta, más la que da comienzo al segundo bucle liguero, con cuatro partidos en casa y dos fuera trascendentes. Sólo la visita al Palau blaugrana de la decimoséptima fecha supone un envite desproporcionado. El resto son manos jugables, partidos que hay ganar porque su valor va más allá de una muesca en la culata. La secuencia es de Andorra, Betis, Estudiantes y Manresa en casa, intercalando visitas a Burgos, Murcia y Barcelona. Paso a paso, pero con visión periférica.
El primer hueso que hay que roer es el MoraBanc Andorra, que llega a Miribilla sin dos jugadores vitales en el puesto de cuatro: Tyson Pérez y Bandja Sy, lesionados para seis y tres semanas, lo que ha llevado a los del Principado a contratar temporalmente a Daniel Clark, sin trabajo tras acabar el anterior almanaque en Fuenlabrada. Mero apunte, nada que deba alterar la concentración o fomentar el exceso de confianza de los hombres de negro frente a un oponente que juega Eurocup y, con una victoria más que el RETAbet, busca el impulso decisivo para adentrarse en territorio copero, como paso previo de su gran ambición y objetivo que supone jugar los play-off tras la temporada regular.
El Bilbao Basket se cita con los andorranos en un momento óptimo para soltar lastre y dejar escapar la rabia contenida. Bastante por la forma en la que ha ido coleccionando derrotas a domicilio in extremis y mucha la que cargó en la mochila el pasado sábado en Badalona, con la primera actuación arbitral de su campaña que afecta directamente al resultado. Un trance que ha digerido el equipo durante la semana. Un argumento que rechaza Álex Mumbrú como asidero. De puertas adentro ha tenido más peso rectificar errores, arrebatos de debilidad, problemas inesperados para sacar de fondo hasta después de tiempo muerto. Ese tipo de déficit que provoca que una renta de trece puntos dure un suspiro, como sucedió en el Olimpic.
Es la hora de un RETAbet experto en manejar la situación como local ante un MoraBanc que sólo ha ganado fuera en la pista del Estudiantes, después de haber visitado también las de Valencia, Gran Canaria, Betis y Obradoiro.
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