«En Miribilla estamos en casa y no jugamos solos»

El Bilbao Basket, después de tanto viaje y compromisos europeos en La Casilla, vuelve a su casa de Miribilla para «encontrar sensaciones a nivel competitivo. Cuando hay periplos de viaje cuesta encontrarlas. Nuestra casa de trabajo real es Artxanda y se ha dado la circunstancia de jugar en La Casilla, donde nos ha encantado vivir con mucha ilusión esta experiencia. Jugamos en casa y sabemos que es donde tenemos nuestra máxima potencialidad. No jugamos solos», subrayó, para reconocer siempre el apoyo de la marea negra y considerar que «estamos compitiendo bien fuera de casa, donde nos ha faltado lo que nos ha faltado. En casa queremos encontrar nuestros máximos». Y desea que estos lleguen ante un Joventut con el mismo balance que el Surne de tres victorias y cuatro derrotas y también con tropiezo en la última jornada liguera (en Badalona frente al Unicaja por 75-79). «El Joventut es un rival peligroso y duro. Es el otro equipo de la liga que ha merecido más victorias, como nosotros, por el juego que hemos desarrollado. Es un equipo que está compitiendo bien y que gusta mucho como juega. Están dotados bien tácticamente», dijo sobre los entrenados por Daniel Miret.

Consultado por los bajos porcentajes desde el perímetro de su próximo adversario, matizó que «es falso que sea un equipo mal tirador de tres puntos, porque tiene especialistas como Robertson, Pau Ribas… Y es un equipo con un jugador especial como Tomic, muy protagonista en la generación de juego. Intentaremos no dar nada y si lo damos, dar poco. Somos fieles a nuestra filosofía defensivamente», significó.

Evitó hablar de presión ante la necesidad de la victoria porque «en casa, lo que identificamos es un contexto donde hay mucho apoyo y eso se nota. Ante el Valencia mantuvimos un tono elevado e hicimos una gran primera parte. Luego, fueron mejores que nosotros. En nuestra pista podemos desarrollar en plenitud nuestra máxima explosión de energía. Es donde más jugadores han jugado bien», valoró, algo que «fuera de casa no ha ocurrido y es un factor al que nos tenemos que agarrar para jugar en un tono alto. El Joventut lo exige porque tiene físico y tamaño. Jugar dinámicos es importante».

Cuando termine este partido ante el equipo catalán, que ganó el miércoles en la Eurocup al Buducnost (78-72), llegarán unas ventanas FIBA en las que «solo podremos entrenar a Jones», al acudir el resto de su plantilla con las selecciones.

Antes de Jaume Ponsarnau fue Melwin Pantzar el que ofreció sus opiniones respecto al próximo choque con el histórico club de Badalona. «Es un partido muy difícil porque el Joventut es un equipo muy bueno. Lo que más nos preocupa son los pívots. Como Tomic, que genera mucho. Vamos a luchar para ganar este partido y estar preparados antes de las ventanas FIBA». El base sueco es uno de la decena de jugadores del Bilbao Basket que han sido convocados por sus respectivas selecciones. Antes de volar a Suecia, el lunes a las seis de la mañana, a Pantzar le gustaría que el Bilbao Basket se quedara con un 4-4 de balance. «Jugar en casa ante nuestra afición siempre es un orgullo. Va a ser difícil y lo vamos a dar todo», indicó. El 'uno' destacó que se esfuerza para «ser más regular y para ello trabajo día a día. Hay que tener paciencia y fe», acotó.

Reconoció que el miércoles ante el Prievidza, ante el que no jugó, «necesitaba ese descanso porque contra el Girona me dieron un golpe en la cadera. Hablé con Jon, el fisio, y con Jaume para cuidarla. Estoy bien y voy a jugar el domingo seguro», confirmó. También deliberó sobre el asunto de las faltas. «No creo que piten todo, pero sí muchas faltas porque soy un jugador físico y me gusta ir dentro. La gente me va a pegar seguro. Soy el tercer jugador que más faltas recibe. Los árbitros hacen errores como los jugadores y no me quejo», observó, para recalcar por otra parte sobre su compañero de posición, Harald Frey, que «no entiendo cómo le pitan tantas faltas. No sé por qué a él le pitan así, pero pasa con los nuevos en la liga y tiene que aprender que le van a pitar así hasta que le tengan el respeto».