Unas metralletas vestidas de negro anotaron ayer en el casillero del RETAbet la primera victoria de la temporada, un triunfo que aporta una dosis extra de confianza a una formación recién retornada a la Liga Endesa. Ya había prevenido el lunes Txus Vidorreta, técnico del ... derrotado Iberostar, de la capacidad de los tiradores del Bilbao Basket: citó a Rafa Martínez, Thomas Schreiner, Arnoldas Kulboka y Axel Bouteille. Los cuatro anotaron desde la línea mágica, pero se olvidó el técnico de Indautxu de un Jaylon Brown que tumbó las posibles dudas sobre si estaría capacitado para adaptarse a la competición por equipos más potente del Viejo Continente. Entre el escolta de Indiana y el alero francés colocaron 45 puntos, más de la mitad de los créditos, en el marcador de los vizcaínos. Y dibujaron una sonrisa en una marea negra que, ahora sí, ya disfruta de la ACB.
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El RETAbet masacró desde el punto mágico al Tenerife. Lo intentó en 24 ocasiones y anotó 14 veces; esto es, un maravilloso 58% de acierto. Por el contrario, la escuadra local se quedó en un 17% (5 de 28), que convirtió en inservible su enorme capacidad para torturar a los hombres de negro con los rebotes: capturó 43 por 26 del conjunto de Álex Mumbrú, que ya habrá apuntado en su pizarra este aspecto a mejorar.
Pero lo que ayer salió de maravilla fueron los lanzamientos de tres. 42 puntos desde El Dorado, el 51,85% del alimento logrado por un Bilbao Basket que firmó un triunfo coral, igual que el reparto de estos aciertos. Sin embargo, dos jugadores destacaron sobre el resto. No solo por su capacidad para someter el aro rival, sino por su excelente serie: sin error desde la línea que más daño hace a los oponentes. Bouteille y Brown lanzaron en cuatro ocasiones, y acertaron. También mostró su pólvora Rafa Martínez, con dos de tres, Kulboka, 2 de 6, Schreiner, 1 de 3, y Rousselle, 1 de 4, con su perculiar mecanismo de tiro.
Atrevidos tanto el estadounidense como el francés, con un desparpajo descomunal, tan pronto disparaban desde la lejanía, como encaraban a un oponente y dejaban una bandeja, por mucho que enfrente estuviera el gigante Shermadini, que pese a sus 23 puntos -sin error- se marchó a casa con una derrota. Bouteille, por ejemplo, dejó en el suelo con un quiebro a Salin en la segunda mitad. Y Brown ejerció como ese escolta eléctrico que se echó el equipo a la espalda durante el curso en el infierno de la LEB. Y ayer repitió.
Todos los jugadores que miraron al aro desde la distancia de 6,75 anotaron. Y de los que salieron a pista, Iván Cruz y Sergio Rodríguez se quedaron sin nutrir con puntos su estadística personal. Pero eso queda en un segundo plano, cuando las metralletas de negro, con Brown y Bouteille -vaya debut- a la cabeza, exhiben su afinada puntería.
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