![«Los mejores momentos de mi carrera los he vivido en Bilbao»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202205/05/media/cortadas/rouselle05-kjQE-U1601892968401XtE-1248x1400@El%20Correo.jpg)
![«Los mejores momentos de mi carrera los he vivido en Bilbao»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202205/05/media/cortadas/rouselle05-kjQE-U1601892968401XtE-1248x1400@El%20Correo.jpg)
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En las gradas de La Casilla, la vieja casa del Bilbao Basket que desaparecerá para dar nuevos usos a la zona, Jonathan Rousselle habla con pasión de la sobresaliente temporada del Surne y de que los dos partidos contra el Barcelona y el Betis podrían ... ser los «últimos» que dispute como hombre de negro. El capitán acaba contrato y dice que aún no ha habido conversaciones con el club. Lo vive con naturalidad y derrocha agradecimiento hacia una entidad que le ha permitido cumplir su sueño: «Jugar en la ACB».
- ¿Se frota los ojos cuando mira la clasificación?
- Sí. Si alguien nos lo hubiese dicho al principio de la temporada hubiéramos firmado. Hemos trabajado duro para estar donde estamos. La temporada es muy larga y pueden pasar muchas cosas, ¡y han pasado! Es la vida de un equipo. Pero todavía no hemos acabado, quedan dos partidos.
- ¿Cuál es la clave que explica las 16 victorias en 32 jornadas?
- Son muchas cosas. Vamos a ver: está Miribilla. Es un factor clave. Para nosotros, el apoyo de la afición es muy importante. Luego está el trabajo del día a día. Y otra cosa: tanto el club como el entrenador hicieron un muy buen trabajo al inicio de la temporada, cuando no empezamos bien. Transmitían tranquilidad. En el deporte profesional, la gente quiere resultados ya y no espera.
- Nadie espera.
- Es difícil esperar. Hay que ganar. Por eso pienso que aquel fue un momento clave para estar tranquilos, trabajar y confiar.
- Consiguieron el objetivo de la salvación hace semanas y podían haberse dejado ir, relajarse, pero siguen peleando y ganando. ¿Cómo lo explica?
- Es la identidad de los jugadores. El carácter lo tienes o no. No le voy a mentir: a veces, en algunos equipos, cuando lo consigues (el objetivo) piensas en el año que viene y en las vacaciones, en la familia. Es humano, normal.
- Pero aquí no pasa.
- No, porque tenemos a un entrenador muy exigente. Y a nosotros nos gusta competir. Queremos ganar en cada entrenamiento y en cada partido. Además, en la vida de un deportista es muy raro jugar sin presión. Ahora solo nos toca disfrutar. Eso es raro.
- ¿Jugar sin presión hace que disfruten en la cancha?
- Juegas sin pensar tanto en lo que puede pasar. Eso te ayuda a jugar mejor, a competir y a ganar partidos que se supone que no tienes que ganar.
- El play-off es difícil pero posible. Ganar al Barça en el Palau, al Betis en casa y esperar carambolas. ¿Cree en los milagros?
- Sí. En el deporte puede pasar cualquier cosa. Por lo menos hay que intentarlo. A ver si podemos ganar los dos partidos. Si entramos, genial; si no, habremos competido hasta el final.
- Está a punto de cerrar su tercera campaña en Bilbao. ¿Cómo calificaría la experiencia?
- De increíble. Jugar en España era el objetivo de mi carrera. Cuando llegué a Bilbao, el objetivo era quedarme en la pretemporada o algunos meses. Ya llevo tres años. Es algo increíble tanto para mí como para mi familia. Los mejores momentos de mi carrera los he vivido en Bilbao.
- Al igual que sus 11 compañeros acaba contrato. ¿Seguirá o cree que el ciclo se ha cerrado?
- Acabo contrato en junio y no hemos hablado con el club. Entonces pueden ser perfectamente mis dos últimos partidos aquí.
- ¿Le gustaría seguir en Bilbao?
- Me gustaría cualquier opción con la gente que me quiera. No hay ninguna decisión tomada por ninguna parte. Quedan dos partidos. Es lo que hay.
- No pudo hacer nada para convencer a su compatriota Bigote de que se quedara, pero tiene a Inglis. ¿Mucho temperamento?
- Sí, pero nos ha cambiado la dinámica, el equipo, la manera de jugar. Nos ha dado muchas cosas. Es especial y un buen tipo.
- Si fuera el director deportivo, ¿a quién renovaría?
- A todos.
- ¿A todo el equipo?
- Sí, ¿por qué no? Todo el mundo está contento con la temporada. Me gusta este equipo. Sé que es muy difícil porque hay jugadores que se han revalorizado, pero lo intentaría. Por eso no soy director deportivo (risas).
- ¿Cómo es jugar en Miribilla?
- Siempre es un momento especial. Para mí, cada partido tiene su historia. Me viene a la cabeza el partido contra el Real Madrid. Jugamos en casa, retiran la camiseta (de Mumbrú) y ganamos. Son momentos que no olvidaré. Y lo permite Miribilla. Es un pabellón y una afición especiales.
- La gente siempre está.
- Siempre, en los buenos y en los malos momentos. Saben cuándo animar y apretar a los árbitros. Conocen el baloncesto, y eso es especial. Aquí puedes jugar bien o mal, perder de 30 ante el Baskonia y jamás escuchas un abucheo.
- Se ha integrado bien. Aprendió además el idioma cuando podía haberse manejado en inglés, algo habitual en jugadores de fuera. ¿Por qué lo ha hecho?
- En Francia, cuando llegan los americanos yo me quejo porque no se esfuerzan por integrarse. Ahora estoy yo en el extranjero y tengo que hacer aquello de lo que me quejaba.
- ¿Cuál ha sido su momento más difícil en Bilbao?
- Cuando me lesioné el año pasado y dejé el equipo en los últimos cinco partidos. No pude más, casi no podía ni andar sin tomar 'pirulas' o pincharme. Decidimos parar y llamar a alguien sano (Athinaiou) para ayudar a salvarse. Era la mejor solución.
- ¿Y el más feliz?
- Cuando nos clasificamos para la Copa en el Palau en mi primer año. Hicimos una temporada increíble con gente inolvidable.
- Tres años después sigue llamando la atención su mecánica de tiro de tres, como si fuera un arquero. ¿De dónde le viene?
- La historia viene de cuando era pequeño. Estaba muy delgado. Me gustaba tirar desde lejos y tenía que sacar fuerzas. La manera de hacerlo era este gesto un poquito feo. Y se ha quedado. Los entrenadores me decían que tenía que cambiar, pero me funcionaba más o menos bien.
- ¡Entraban!
- Sí. Lo importante es que entren. Es particular y un poquito feo, pero me permite tirar desde lejos. Funciona bien y no lo he cambiado, solo he mejorado la velocidad. Así se ha quedado.
Jonathan Rousselle ve «muy positiva» la celebración de la Final Four de la Basketball Champions League en Bilbao. «Es algo muy importante para la cultura del baloncesto en Bizkaia y País Vasco. Bilbao es una ciudad de fútbol, pero hacer estas cosas ayudará a que la gente se interese más por el basket. La Final Four está bien para dar visibilidad a la ciudad y el club», reflexiona el base francés. También considera que los «buenos resultados» del Surne y «victorias importantes» pueden llevar a más aficionados a Miribilla.
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