La mano de Alonso y el carácter de Sulejmanovic

Hay pocas cosas positivas que pueden sacarse de un derbi que nunca existió. Prácticamente ninguna, salvo la efectividad de Francis Alonso –es verdad que llegó sobre todo en un último cuarto en el que no había nada en juego– y el ejemplo de lucha y de entrega encarnados en la figura de Emir Sulejmanovic. El ala-pívot bosnio no deja de picar piedra ni cuando va 30 abajo, sigue metido en la mina y saca todo el material que puede. Así lo certifican sus 10 rebotes –seis defensivos y cuatro ofensivos– y siete puntos para un total de 14 de valoración. Para poner en contexto su trabajo debajo de los aros: Kyser acabó sin una sola captura y Tsalmpouris cogió tres. Fue un cuatro quien cumplió con las obligaciones de los cincos.

A uno del récord

Fuera del tema de la pintura, Francis Alonso destacó por su precisión desde el perímetro. 11 de sus 18 puntos llegaron en el último período, cuando clavó tres triples y metió una canasta de dos. Acabó con buenos porcentajes traducidos en un tres de cinco en lanzamientos desde la línea mágica (60%), un cuatro de cinco en intentos de dos (80%) y sin fallos en los tiros libres. Calcó así la anotación conseguida en la jornada anterior frente al Girona y se quedó a solo una conversión de igualar o superar los 19 puntos que metió en el choque inaugural frente al Joventut. Contar con la mejor versión del escolta, incluso cuando está 'tocado', siempre es una buena noticia,

Y más si se tiene en cuenta que el Bilbao Basket recibirá el próximo sábado al Zaragoza. Un rival directo al que ya ganó a domicilio y que necesita doblegar ahora para subir la undécima victoria a su casillero. Luego llegará el Barcelona a Miribilla, por lo que conviene volver a saborear las mieles del triunfo ante los aragoneses y quitarse el mal sabor de boca dejado por el derbi.