«Llevo Miribilla en el corazón»

- Vuelve al lugar en el que fue feliz. ¿Cómo vive el regreso?

- Vuelvo a un sitio en el que pasé una temporada maravillosa. Disfruté muchísimo, con el baloncesto y la ciudad. Estoy contento porque veré a gente con la que he colaborado, sobre todo me refiero a los empleados del club. Y estaré encantado de jugar en Miribilla, que llevo en el corazón.

- ¿Cómo recuerda su temporada en el Bilbao Basket?

- Tuvimos un buen equipo. Nos faltó un poco de suerte para conseguir un resultado mejor. En cualquier caso, los recuerdos son bonitos. Fuimos un buen grupo, que se entendía bien dentro y fuera de la cancha. El ambiente fue fantástico, y también la gente del club. En líneas generales, la temporada fue bonita y jugamos un baloncesto atractivo. Cuando pienso en aquel período, los recuerdos son inmejorables.

- ¿Aquel triple ganador casi sobre la bocina contra el Barcelona es el momento top de su estancia en Bilbao?

- Sí, sí, podríamos decir que es uno de los momentos top de mi carrera. Pabellón lleno, contra el Barcelona, aquellos dos triples, el último de ellos a falta de un segundo para el final... Fue un partido loco. Las sensaciones fueron bellísimas. Es otro de los factores que explican por qué me unen a Bilbao recuerdos tan bonitos.

- Lo malo fueron las lesiones.

- Sí. Un mal momento. Son cosas en las que no pudimos influir ni la gente del club ni yo. Fue mala suerte. Luego hubo más jugadores que se lesionaron, como Ludde (Hakanson). Nos influyó mucho. Y Goudelock se había roto en la pretemporada, en el primer amistoso. Son factores que impidieron que tuviéramos un mejor resultado. Es parte del trabajo, aunque al final uno se queda con lo bueno, con las amistades, victorias, canastas decisivas...

- ¿Le dolió marcharse? ¿Le hubiese gustado seguir?

- No puedo decir que me dolió porque no hubo nada malo en mi marcha. Me encontré en Bilbao, estaba a gusto. Es una ciudad preciosa para vivir y la gente del club se implica con los jugadores, desde el entrenador y el mánager general hasta los fisioterapeutas. Te dan todo para que te sientas bien. Estaba a gusto después de tanto tiempo moviéndome de un club a otro. Pero bueno, es parte del trabajo. Ellos iban en otra dirección y me lo dijeron al final de la temporada. No hubo nada malo; al revés, cuando firmé con la Cedevita me felicitó Rafa (Pueyo, director deportivo) y ahora, en el Andorra, lo hizo Jaume Ponsarnau. ¡Y más gente del club! Me han escrito diciéndome que están esperando para verme. Tenemos una relación magnífica. Mis ganas de quedarme eran grandes y no fue posible en aquel momento. Pero quién sabe...

- ¿Sigue al Bilbao Basket?

- ¡Por supuesto! Siempre. Veo sus partidos. Nunca dejaré de hacerlo. Les tengo en la cabeza.

- Ahora regresa con la camiseta del Andorra. ¿Está listo para los aplausos cuando le anuncie el 'speaker'?

- Espero que no me hayan olvidado. Estar en Miribilla me hace feliz porque es un sitio que guardo en el corazón. Si se produce ese momento sería maravilloso -en referencia a los aplausos-.

- ¿Qué le parece este Surne?

- Muy bueno. Ponsarnau lleva tres años, el sistema se ha consolidado y hasta cuentan con gente de la temporada pasada, algo importante por la continuidad. Empezaron muy bien, luego cayeron un poco pero ahora han vuelto a recuperar el ritmo con dos victorias seguidas. Juegan fenomenal, un buen baloncesto. Perdieron partidos que tenían ganados. Los equipos de Ponsarnau están preparados tácticamente, saben lo que quieren.

- ¿Sufrirán para salvarse?

- Es complicado hablar ahora porque la liga es rarísima. Salvo el Girona, el resto está en un pañuelo. Es porque el Madrid y el Barça no andan bien y por eso algunos equipos sacaron victorias inesperadas. Ahora bien, creo que el Bilbao Basket cumplirá con el objetivo de la permanencia, y lo deseo además. Todos sabemos lo bien que juega en casa y lo difícil que es ganarle allí.

- El Andorra ha hecho un gran equipo. ¿Esperaban estar mejor a estas alturas de la temporada?

- Sí. Pero se han dado situaciones específicas en forma de lesiones. Por eso estoy aquí. Hubo un momento en que el Andorra no tenía ningún base sano. En mi primer partido, yo era el único. Luego solo contamos con un pívot. No sé si este año ha habido un equipo con tan mala suerte con las lesiones como el Andorra. Si mira la plantilla contamos con jugadores de Euroliga y tal vez se esperaba alguna victoria más -tiene cinco, como el Surne-, sobre todo ante rivales en teoría más débiles. Es complicado tener continuidad con tantas lesiones. Cuando todo el mundo esté bien, las cosas se arreglarán.

- ¿Cómo ve el partido de hoy?

- Los dos equipos somos buenos en ataque. Queremos jugar rápido. El que cometa menos errores dentro de ese ritmo alto y tenga más inspiración... Pero insisto, el Bilbao Basket es difícil de batir en Miribilla. Tendremos que jugar muy bien si queremos tener la oportunidad de ganar.

- ¿Firma una actuación estelar suya y que gane el Surne?

- (Risas). No, no. Ya saben que soy jugador de equipo. Los números individuales no son mi prioridad. Lo siento, pero tengo que hacer lo mejor para mi equipo. Sería una victoria muy importante por la situación en la que se encuentra el Andorra.