Legia Varsovia 83-64 Bilbao Basket
El Surne salta por los aires en VarsoviaEurope Cup ·
Vulgar, blando, fallón y desnortado, el Bilbao Basket fracasa en Polonia y vuelve con una desventaja de 19 puntos que convierte la semifinal en una utopíaSecciones
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Legia Varsovia 83-64 Bilbao Basket
El Surne salta por los aires en VarsoviaEurope Cup ·
Vulgar, blando, fallón y desnortado, el Bilbao Basket fracasa en Polonia y vuelve con una desventaja de 19 puntos que convierte la semifinal en una utopíaPara empezar, un dato: 1 de 19 en triples. Sí, lo han leído bien. Un 5,2% desde la línea de los 6,75. Metió Adam Smith. Fue el primer y el único acierto de tres. Va otro: 22 de 70 en tiros de campo ( ... 31,4%). ¿Más? 12 pérdidas. Con esta tarjeta funeraria ha trabajado este miércoles el Bilbao Basket en Varsovia, donde saltó por los aires al perder de 19 contra el Legia y convertir el pase a las semifinales de la FIBA Europe Cup en una utopía y en un acto de fe solo al alcance de los más creyentes. El Surne completó un partido infame ante un rival que tampoco era nada del otro mundo y que se alimentó de su debilidad, desacierto y miedo. No fue por delante en el marcador en ningún momento, jamás dio la sensación de poder con el encuentro y aún así pudo minimizar los daños al final. Iba 15 abajo y atacaba, pero Hornsby falló desde la línea mágica, luego perdieron la bola y Sobin encestó sobre la bocina para poner el sonrojante 83-64.
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José Félix Cachorro
Estaba avisado el Bilbao Basket de cómo se las gastaba el Legia desde la línea de tres, en el perímetro, su arma preferida y letal. Dio igual. Metieron 13 de 27 (48,1%). Los hombres de negro no defendían y atacaban peor. El encuentro perpetrado en Varsovia es tan indigesto que no hay por dónde cogerlo. Y no porque los polacos fueran la versión moderna de los 'Lakers' de los Magic, Worthy y Abdul Jabbar, sino porque los vizcaínos fallaban canastas fáciles, bandejas limpias, se suicidaban con alegría desde los 6,75 y bajo su canasta permitían tiros liberados. Solo Adam Smith, en el cuarto inicial, y Killeya-Jones aguantaban a un equipo cuya estructura chirriaba con cada movimiento. Sonido de película de terror y ganas de taparse los ojos.
Sin pulso
El Bilbao Basket metió 29 puntos en la primera parte; 20 de ellos fueron obra de Killeya-Jones (12) y Smith (8). El Legia agradecía la puntería desviada del Surne, que además del desastre triplista penaba con un 10 de 27 en tiros de dos. Renfroe estaba perdido, al igual que Hornsby, Andersson tampoco se encontraba y Pantzar no daba con la manera de conectarse al partido. Hlinason deambulaba –apareció sobre todo al final del tercer cuarto con ocho puntos– y De Ridder era la sombra de sí mismo. Holman castigó a los hombres de negro nada más arrancar el choque, y luego se sumaron a la fiesta Cowels, Kolenda, Jackson y Vital. Los polacos solo convirtieron una canasta de dos en el primer cuarto –12 puntos fueron desde los 6,75 y 6 desde la línea de castigo– y lo cerraron cinco arriba (20-15).
De los 14 puntos que anotó el Bilbao Basket en el segundo período, 10 fueron de Killeya-Jones, quien terminó con 18. Nada fluía, la niebla era más densa que en Anboto y las ideas más congeladas que Oymyakon en pleno invierno. Las cosas se iban poniendo cada vez más feas y un triple de Holman colocó 12 arriba al Legia (39-27), la misma desventaja con la que se llegó al descanso (41-29). Ni se defendía ni se atacaba, el plan de partido había saltado por los aires y no se adivinaban alternativas. ¿Podía jugarse peor? Sí. Claro que sí.
Quien más quien menos esperaba una reacción tras el paso por los vestuarios, pero el Surne seguía sin pulso y con el encefalograma plano. Nada a lo que agarrarse, sin muñecas a las que encomendarse, abandonado a su peor baloncesto en meses. Tal vez solo el hundimiento ante el Unicaja puede compararse con la catástrofe de Varsovia. Ponitka puso a los suyos 16 arriba (53-37), pero un parcial de 0-6 rebajó la sangría. Una tirita que no duró nada en una herida cada vez más grande. El Surne se vio 20 abajo en el último cuarto (76-56), y aún así logró acercarse a -15 y con posesión. Pero Hornsby falló el triple, el equipo perdió después el balón y acabó por inmolarse. Miribilla obra milagros, pero el del próximo miércoles 13 sería de la magnitud bíblica de los panes y los peces.
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