Khyri Thomas, muy cerca de dejar Bilbao rumbo al Maccabi

Thomas llegó al Surne en noviembre con el sello de exjugador NBA, tras haber disputado 37 encuentros con Detroit Pistons y cinco con Houston Rockets, con el que promedió 16,4 puntos. Esos números envidiables, sin embargo, no se correspondían con el hecho de que el exterior se encontraba sin equipo en octubre. Por ello salió por primera vez de su país y fichó por el Bilbao Basket como sustituto del lesionado Andrew Goudelock.

De 25 años y 1,91 metros, Thomas es un gran defensor, «con capacidad para anotar desde la línea de tres puntos, juega al pick and roll y se desenvuelve perfectamente en situaciones de transición y contraataque. Tiene mucha hambre e ilusión», se apuntó entonces en el club de Miribilla. Disputó 26 minutos contra el Baskonia en el Buesa Arena, donde anotó 23 puntos, con 63% de aciertos en tiros de campo y 44% en triples. Su debut en la Liga Endesa fue, sencillamente, sorprendente y muy positivo. Pero en su segundo partido como hombre de negro, contra el Breogán, Thomas tuvo que abandonar la pista después de sentir dolor y haber actuado durante casi ocho minutos. «Una lesión mioaponeurótica medial del sóleo», indicó IMQ, le ha dejado en el dique seco hasta febrero.

Thomas también llamó la atención en su llegada a Bilbao por sus modales. Saludó personalmente a todos los asistentes a la rueda de prensa de su presentación y se definió a sí mismo como un jugador a las órdenes de su entrenador, una pieza más en el esquema colectivo. Fue entonces cuando dijo que se arreglaba con «una nevera y una cama». Sin ser un gran especialista en algo concreto, el escolta lo tiene todo, porque tira muy bien, defiende mejor, penetra, acompaña, corre y da la cara.

El Maccabi necesita mejorar sus números en la Euroliga, donde registra siete victorias y once derrotas. y también la liga israelí, en la que ocupa la tercera posición, con una derrota más (cinco) que el líder, el Hapoel de Jerusalén, en trece jornadas.