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Jornada redonda para el Bilbao Basket, la decimotercera en el calendario de la Liga Endesa. Los hombres de negro hicieron los deberes en Galicia, donde se impusieron con autoridad al Leyma Coruña (79-100), pero además todos sus rivales directos en la pelea por la ... supervivencia saldaron sus respectivos compromisos con derrotas. También lo hizo el MoraBanc Andorra, el próximo adversario de los vizcaínos, que estará el jueves en Miribilla (18 horas). Los del Principado cayeron en casa ante el Tenerife de Txus Vidorreta (83-92) y sumaron así su tercer tropiezo en los últimos cuatro duelos.
Todo empezó con la derrota el viernes del Hiopos Lleida en su visita al Joventut, que no dio ninguna opción a los de Gerard Encuentra (92-72). Al día siguiente, el Unicaja impuso la lógica frente al Breogán (86-77) y el Murcia sufrió un mundo para batir al Granada -lo hizo con un triplazo de Ennis en los últimos segundos (84-81)-. Luego llegó el turno de los hombres de negro, que supieron dinamitar al Coruña con una exhibición anotadora de Rubén Domínguez y Ali y sumar así su segundo triunfo consecutivo para alejarse un poco de la zona teñida en rojo.
Y ya ayer, en horario matinal, el Zaragoza aplastó al colista Girona (96-68). De esta manera, el Bilbao Basket se ha colocado duodécimo en una clasificación más apretada que las tuercas de un submarino. Tanto es así que entre el noveno -el Manresa, que perdió en el último instante frente al Baskonia (80-82)- y el penúltimo -el Breogán- solo hay dos victorias de diferencia.
Poco después del triunfo baskonista en el Nou Congost, la jornada se cerró con el clásico entre el Real Madrid y el Barcelona con victoria local (73-71). El equipo blanco mostró una versión más sólida que los blaugranas en un partido al que le faltó brillo.
El equipo de Chus Mateo dominó el encuentro, aunque en ningún momento llegó a despegarse en el marcador. Su máxima renta no superó los 10 puntos. Y es que el Barça tuvo opciones de llevarse el triunfo hasta el último instante. Con 73-71 en el marcador, Parker se la jugó desde el triple. La decisión fue un tanto precipitada, ya que parecía más factible forzar la prórroga. El aro escupió la pelota y los blaugranas ni siquiera tuvieron tiempo de hacer falta para tratar de buscar una última acción.
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