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Jaume Ponsarnau, Javi Salgado y Sergio García componen el núcleo duro del cuerpo técnico de un Bilbao Basket que esta noche quiere poner la penúltima ... piedra en su camino hacia la gloria. Después de jugar una previa, dos fases de grupos, trabajar con la magia en los cuartos de final frente al Tofas y los milagros en la semifinal frente al Dijon, el equipo desprecinta la segunda final continental de su historia ante el PAOK. Lo hará en un Miribilla a reventar, sin una sola entrada disponible, donde el Surne debe conseguir una buena renta de cara al choque de vuelta en Salónica. Los tres entrenadores del Surne se sientan en una de sus salas de trabajo de Artxanda para hablar de una cita con aroma a historia. «Intentamos entrar en una parte del corazón de mucha gente de Bilbao y del territorio. Sería algo muy bonito y nos haría sentir orgullosos. Estamos en ello».
– ¿Cuántos mensajes y llamadas tenían en sus móviles después de eliminar al Dijon?
– Sergio García: No los conté, pero bastantes. Me escribieron desde familiares y amigos hasta compañeros de otras temporadas en otros equipos. Se agradece que se acuerden de uno en estos momentos, que no suelen ser tantos.
– Jaume Ponsarnau: Se ve que salí un poco perjudicado en alguna foto –en referencia a la que le mostraba con la camisa pasada por agua durante la celebración– y hubo alusiones (risas). Hubo muchos mensajes bonitos.
– Javi Salgado: Tenía ciento y pico mensajes, hasta 200. Contestaba y entraban nuevos. ¡El tema se iba complicando! Compañeros, amigos, excompañeros también... Felicitaban y había que contestar a todos.
– ¿Hubo alguno que les hizo especial ilusión?
– S. G.: De mis compañeros de San Sebastián. Me dijeron que me había tocado vivir cosas negativas, tristes, y que se alegraban de este momento de euforia.
– J. P.: Hubo unos cuantos especiales por la historia reciente. Me escribieron Adam Smith, Keith Hornsby, Gio Tsalmpouris... También recibí mensajes de muchos amigos de Valencia, quienes habían tenido una decepción esa misma noche –cayeron eliminados contra el Hapoel Tel Aviv en La Fonteta y se quedaron sin la final de la EuroCup– y se preocuparon de acordarse de mí.
Jaume Ponsarnau
Entrenador
Sergio García
Tercer entrenador
Javi Salgado
Segundo entrenador
– ¿Ya se creen que están en una final europea?
– J. P.: Está asumido. Había que hacerlo para pasar página de lo excitante que fue el partido. Hemos tenido que asumirlo por responsabilidad y prepararnos para lo que viene a partir de esta noche. Una final contra un rival muy exigente.
– J. S.: Al día siguiente entramos todos en la oficina un poco flotando como diciendo '¿qué pasó ayer?'. Hablábamos del parcial, veíamos portadas por todos lados (de los medios de comunicación), contábamos mensajes... Pero aterrizamos rápido después de gustarnos mucho. Había que ponerse a trabajar y prepararlo todo.
– S. G.: Estábamos en una nube, sí, pero no tardamos en cambiar el chip. El equipo lo ha hecho durante toda la temporada entre ACB y Europa. Ahí está la muestra del partido que hicimos en casa contra el Gran Canaria.
– ¿Qué supone una final europea para el club, la ciudad, la afición y Bizkaia?
– J. S.: El partido del Dijon fue de los que hacen afición. La gente que lo vio por la tele o la que no pudo ir estaría diciendo: 'Qué bueno hubiese sido estar en Miribilla; cómo me hubiera gustado estar allí'. Creó un vínculo con la afición. Se vio contra el Gran Canaria: la gente estaba con mucha energía y tensión. Había un ambiente espectacular, muy bueno para el equipo. Jugar esta final supone la posibilidad de ganar un título.
– Casi nada.
– J. S.: El Bilbao Basket no tiene muchas posibilidades de hacerlo. Ganar la liga es complicado; ¿ganar la Copa? Hay que clasificarse; y ahora estamos con una opción en Europa. Podría ser histórico y haremos todo lo posible para que así sea.
– J. P.: La sensación que tengo desde que estoy trabajando en Bilbao es que esta ciudad es del Athletic. Con lo que hacemos intentamos entrar en una parte del corazón de mucha gente de Bilbao y del territorio. Sería algo muy bonito y nos haría sentir orgullosos. Estamos en ello.
– S. G.: Lo estamos. La motivación es máxima. Tenemos una responsabilidad por toda la gente que sigue al equipo. Intentaremos agradecérselo de la mejor forma posible, con un título. El 'coach' ya es campeón de una competición europea –Ponsarnau ganó la EuroCup con el Valencia–, los demás no, y ahora tenemos una oportunidad. En el deporte nunca sabes si volverás a tenerla o no.
– Salvo el BSR, ningún otro club vizcaíno ha levantado un título europeo.
– J. S.: Sería algo histórico para el territorio, la afición y el club. Más allá de los títulos de la LEB, el Bilbao Basket no ha conseguido trofeos a nivel profesional. Hemos jugado una 'Final Eight' en Turín, una 'Final Four' en Vitoria, una final de la ACB, otra en Europa –la de Charleroi en 2013–... Lo hemos estado intentando, pero nosotros no optamos a títulos cada año. No somos el Madrid, Barça, Panathinaikos...
– ¿Sienten que se valora lo que están haciendo?
– S. G.: Yo he notado una gran diferencia en el colegio de mis hijas. Las llevo todos los días y alguno –en alusión a los padres– me hacía algún comentario. Ahora me viene gente eufórica que yo pensaba que ni sabía a lo que me dedico. Que si estábamos en la final, que cuándo es, que si las entradas... Entonces te das cuenta de que ha habido un impacto y un reconocimiento.
– J. P.: Yo he tenido unos detalles muy bonitos. El otro día volví a casa y en la puerta de mi piso me encontré pegado un cartel en el que ponía 'zorionak'. Llevaba los nombres de los que lo habían hecho. Otra vecina me dijo: 'Lo que habéis hecho sí es una bilbainada'. La gente me para por la calle ahora y me dice 'a por el PAOK'.
– ¿Cuántas entradas les han pedido?
– J. S.: Hay que pasar por taquilla (risas). No había más remedio que pagar. No se podía atender la petición de todas las entradas en un evento como este. Era imposible repartir alegremente 20 entradas.
– J. P.: Esta semana es fiesta en Cataluña. Familiares y amigos querían venir.
– ¿Cómo se imaginan Miribilla?
– S. G.: A reventar. Sabemos que vendrán 500 griegos, que algo de ruido deben hacer. Pero nuestro público dio un plus contra Dijon y Gran Canaria y ahora lo hará por duplicado. Miribilla estará a su máxima revolución.
– Está enfrente el PAOK. ¿Cómo lo ven?
– J. P.: Es un equipo con un muy buen nivel físico y jugadores que se crean sus propias canastas. Atrás van a ser tácticos y pondrán cosas para crearnos dudas. Es un partido de 80 minutos en el que habrá oscilaciones de sensaciones. Será clave llevar bien la concentración, la atención y el compromiso con todo lo que pase.
– S. G.: Tenemos que pensar que son ganables, ser positivos. El PAOK es un equipo con personalidad. Lo demostró en las semifinales con el factor cancha en contra. Empezaron bien, luego sufrieron, con el arreón lógico del equipo local (Cholet), y fueron capaces de forzar una prórroga y sacar el partido adelante. Son de mentalidad fuerte. Hay que prepararse para ello.
– J. S.: Y para el ambiente fuerte que habrá en Salónica. También lo hubiese habido en Cholet, aunque quizás en Grecia sea un poco más. Por eso creemos que Miribilla va a ser importante para nosotros. Y luego tenemos que jugar con personalidad, determinación y carácter en un ambiente tan en contra.
– ¿Tienen previsto hacer un trabajo psicológico con la plantilla para que no deje que le coma el ambiente de Salónica?
– J. P.: Vamos a intentarlo. La clave de todo es pensar en lo que se tiene que pensar. La exigencia está ahí, en pensar en las cosas que nos sirven y no en las que distraen.
– J. S.: A mí me da envidia. Me encantaría jugar este partido. Les diría (a los jugadores): 'Este tipo de partidos los vais a jugar dos o tres veces en vuestras carreras'. Una final, con un ambiente así, hay que salir con... con un poco de cojones, tener carácter. Luego es estar concentrado, seguir el plan de partido, hacer lo que indique Jaume, pero con carácter.
– Y llevar una ventaja de dobles dígitos.
– J. S.: Mucha gente me lo pregunta: ¿por cuánto hay que ganar aquí? ¡Vamos a ver cómo va el partido! La gente se cree ahora que vamos a ganar de 20 en Miribilla. Es una final, ojalá pudiéramos hacerlo. Hemos demostrado en dos años seguidos que un -19 puede remontarse. No hay que confiarse pase lo que pase aquí, ganando de cinco, de diez, de 12 o perdiendo de cuatro, de seis, de ocho o de diez. Todo puede pasar.
– ¿Les preocupa el arbitraje?
– J. P.: Tenemos que confiar en que el arbitraje sea bueno, equitativo. Tuvimos muy malas sensaciones en los partidos de Dijon y de Cholet, fuera de casa. Hagan lo que hagan (los árbitros), no tiene que afectar lo que tenemos que hacer nosotros.
– S. G.: Es de lo que va nuestro deporte, de cosas técnicas y tácticas y también de mucho tema mental. Cómo irá el partido, prepararse para el ambiente, el arbitraje... Nuestra motivación es máxima.
– J. S.: Me he imaginado celebrando el título allí. Ojalá podamos hacerlo y traer la Copa a Bilbao.
– Una promesa si lo hacen.
– J. S.: Jaume ya salió con gafas (tras el Dijon), ja, ja, ja.
– J. P.: Hay que subir el nivel.
– J. S.: ¿Qué quieres, que seamos memes en todos lados? (Risas).
– S. G.: Esta vez haríamos la foto de Jaume los tres. Todos con las camisas mojadas. (Risas).
– J. P.: Que no sea yo el único míster camisa mojada, ja, ja, ja.
– El Athletic tiene la gabarra, ¿cómo pasearía el título el Bilbao Basket?
– J. S.: Una kalejira, un autobús, llegar al Ayuntamiento, la Diputación y disfrutarlo con la afición. La gabarra es del Athletic y la disfrutamos el año pasado. Nosotros, un autobús y a disfrutar con la gente por las calles de Bilbao.
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