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El Bilbao Basket defendió de maravilla en su visita al Zaragoza. c. gil-roig

La innegociable fórmula de crecer desde la defensa

Después de cuatro derrotas seguidas, el Bilbao Basket recupera intensidad y agresividad bajo su aro para encadenar dos victorias

Robert Basic

Bilbao

Domingo, 27 de noviembre 2022, 21:21

Después de cuatro derrotas seguidas contra Granada, Breogán, Baskonia y Tenerife, que veían el aro de los hombres de negro del tamaño de una piscina gracias a las facilidades brindadas por los vizcaínos, el Bilbao Basket recuperó su agresividad defensiva y encadenó dos victorias ante ... Fuenlabrada y Zaragoza. Llamaron muchísimo la atención los 109 puntos anotados contra los fuenlabreños, la tercera mejor marca del equipo en sus 18 temporadas en la ACB, pero fueron posibles gracias a una actitud intensa y agresiva en las tareas de contención que propiciaron contragolpes y canastas fáciles. En el Príncipe Felipe, el Surne supo reinar en el caos y llevarse el encuentro anulando las principales amenazas exteriores del conjunto maño. De nuevo, la defensa resultó clave en la consecución de un resultado positivo. Morder bajo el aro propio es una premisa innegociable para los bilbaínos, conscientes de que solo así nadarán tranquilos en un mar lleno de tiburones.

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Los hombres de negro abrieron la Liga Endesa con tres triunfos consecutivos, cimentados en una actitud defensiva impecable. Los números no mienten. En los encuentros frente a Joventut, Betis y Valencia, el equipo encajó una media de 70 puntos por choque. Fue la base sobre la que empezó a construirse el nuevo proyecto, que sufrió después con una serie de cuatro derrotas seguidas. Hubo varios factores que explicaron el bajón –lesiones, competir lejos de Miribilla sin contar con la plantilla al completo...–, pero la disminución del rendimiento defensivo fue clave. Otra vez toca acudir a las matemáticas para reflejar la realidad de un baloncesto que se volvió poroso. En estos cuatro duelos –tres fuera y uno en casa–, los vizcaínos pasaron de conceder 70 puntos a abrir la mano hasta los casi 85. Inasumible para la mayoría de los ataques, y menos en el caso de los bilbaínos.

Al equipo le vino de perlas parar por las ventanas FIBA, recuperar a los lesionados y repasar la materia defensiva. Pudo verse contra el Fuenlabrada y este sábado ante el Zaragoza, rival al que los hombres de Ponsarnau ganaron en un mal partido gracias exclusivamente a su intensidad en la pintura propia. Dejaron a los aragoneses en 67 puntos porque, sin estar bien en la anotación, supieron desactivar a sus hombres clave, sobre todo a los exteriores. Contra el conjunto madrileño, en Miribilla, los de negro concedieron 82 puntos, pero es una cifra engañosa. Al término de los tres primeros cuartos, los visitantes solo habían alcanzado los 56. En el último, con el choque resuelto y con los de Ponsarnau 30 arriba, los visitantes pudieron ampliar su cuenta de aciertos.

Un buen balance de 5-4

En estos dos últimos partidos saldados con sendas victorias, el Bilbao Basket concedió una media de 74 puntos. Son los valores en los que debe moverse el equipo, que parece tener interiorizada la fórmula de que defender es el principio innegociable de su baloncesto. Después de nueve jornadas, el Surne ha equilibrado las cuentas. Promedia casi 80 puntos por choque y encaja poco más de 76. El entrenador de los hombres de negro está afanado en trasladar a sus jugadores que las respuestas están en su propia pintura y que a partir de ahí toca construir arriba.

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La franquicia de Miribilla presenta un balance de cinco triunfos y cuatro derrotas. A estas alturas del campeonato, el año pasado tenía un 2-7 y en el curso anterior penaba con un 1-8. Solo tres veces en la última década, el equipo acreditaba números mejores. Ahora recibe al Gran Canaria y el Obradoiro. Toca defender Miribilla.

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