«Este inicio del RETAbet es fantástico»

El gran arranque del RETAbet tampoco descoloca a los exjugadores del Bilbao Basket, quienes al igual que Martínez localizan la fortaleza del equipo en su capital humano y en la figura de Álex Mumbrú. El barcelonés ha conseguido meter en un mismo molde a todo el mundo y hacer que se sientan cómodos y comprometidos con su idea de baloncesto. «Estoy contento y feliz. No me sorprende tanto este inicio porque conozco a Álex», sostiene Grimau. «Se las sabe todas. Conoce la liga, los árbitros, los rivales, cómo apretar...», añade desde Oviedo Javi Rodríguez. «La primera victoria les ayudó mucho a crecer», precisa Paco Vázquez, el hombre que acuñó el famoso 'efecto Miribilla' y que pide no soslayar la importancia de la marea negra. Pero una de las claves de este ilusionante comienzo liguero la da el capitán: «El que sale da el cien por cien y eso se nota en la cancha».

Dice Rafa Martínez que el equipo llegó en perfectas condiciones al choque dominical frente al Baskonia. ¿Culpable? Álex Mumbrú. «Lleva 11 años aquí y sabe lo que significa un derbi. Nos mentalizó durante toda la semana. Nos hablaba del ambiente, de que la grada empujaría y de que enfrentaríamos a un rival potente». Supieron procesar sus enseñanzas y explotar en la cancha. Una explosión controlada, precisa y letal. El Bilbao Basket tumbó al gigante y después de cuatro jornadas presenta un increíble balance de tres triunfos y una derrota. «Hay que disfrutar del momento y estar contentos. Vamos bien, pero sabemos que esto es muy largo y complicado», dice el capitán.

El escolta catalán no deja de repetir una y otra vez la palabra «trabajo» para referirse al despegue del RETAbet, a su inicio vertiginoso e ilusionante, aunque no se olvida tampoco del factor cancha. «Todo es más fácil cuando la gente anima como animó el domingo. Te da un aporte extra de energía. En los dos partidos de casa -contra Valencia y Baskonia-, la grada estuvo a un nivel muy alto. Es otro tipo de afición, una afición que apoya en todo momento». Rafa Martínez viene de otro contexto, más delicado, caliente, con menos tolerancia a la frustración y un alto umbral de autoestima. «En Valencia, la gente era más exigente según el rival que había en la pista. Aquí venimos de donde venimos y necesitamos a Miribilla más que nunca». Pide mantener los pies en el suelo y permanecer juntos cuando la bola deje de entrar. «Si llega la crisis tendremos que salir de ella. Hay que estar preparados para reaccionar en los malos momentos. Pero estamos en el buen camino».

El hombre que patentó la expresión 'efecto Miribilla' observa con serenidad el excelente comienzo liguero de su exequipo, en el que estuvo cuatro temporadas (2007-2011). Paco Vázquez, ahora en el cuerpo técnico del Morabanc Andorra, explica que el Bilbao Basket «no está hecho de grandes nombres, sino que se apoya en una estructura consolidada». Alude así a la continuidad de Lammers, Brown, Cruz, Schreiner y Rigo. «A ellos se han unido buenos jugadores que han sabido integrarse. Están desplegando un baloncesto alegre y lo hacen sin ningún tipo de presión. Es lo que convierte al equipo en peligroso». El gallego subraya que la «primera victoria les ayudó a crecer» y ahora los hombres de negro van sin cadena y con el cuchillo entre los dientes. «Están luchando a muerte cada partido. Para ellos -remarca-, cada encuentro es la vida».

Paco Vázquez asegura que la convicción con la que compite el RETAbet le dará la «posibilidad de salvarse. Están en una dinámica positiva y la gente está empujando mucho». No se olvida de la cancha en la que vivió grandes momentos y en la que conoció la pasión de una grada incondicional. «Miribilla te hace volar. No te hace ganar los partidos, pero te ayuda a ganarlos. El apoyo no va a faltar nunca y menos cuando ven que los jugadores lo dan todo».

«Soy uno de vosotros». Roger Grimau nunca ha dejado de ser un hombre de negro. Sigue en el filial del Barcelona, en el cuerpo técnico, pero no pierde de vista al club que lleva en el corazón. «He visto todos los partidos del Bilbao Basket». ¿Y? «Estoy contento y feliz. No me sorprende en exceso su inicio porque conozco a Álex (Mumbrú). Puede chocar que un recién ascendido haga estos números, pero el RETAbet no es un equipo LEB. Conserva la base del año pasado, sobre todo a los dos americanos». Le encanta Brown. «Le sufrí y le disfruté. Hay muchos estereotipos en el baloncesto. Decían que era pequeño, que no valía para la élite. Si es bueno en la LEB es bueno en la ACB». También se acuerda de Bouteille. «Le pasa lo mismo. Era desconocido en las dos primeras jornadas, pero luego el 'scouting' se puso en marcha y le cuesta un poco más. Pero es bueno, sin duda».

El catalán, que jugó en Miribilla entre 2011 y 2014, pide afrontar con serenidad la competición. «El inicio del Bilbao Basket es fantástico porque aporta tranquilidad y permite seguir trabajando». Más allá de las tres victorias conseguidas, Grimau considera que lo fundamental es «consolidar el proyecto a largo plazo». Alude a la economía de la entidad sin entrar en ella y pide trabajar sin descanso para afianzar al Bilbao Basket en la élite. A partir de ahí, la cancha dictará sentencia. El balón naranja. «¿Por qué no soñar? Tampoco conviene volverse locos, pero sé que en Miribilla eso no va a pasar», comenta en relación al control de la euforia. «Ahora bien, en estos momentos pienso en algo más que la salvación».

OJavi Rodríguez defendió el escudo del Bilbao Basket entre 2009 y 2011. Luego fue al Manresa y ahora dirige al Oviedo en la LEB Oro, donde el año pasado se vio las caras con su exequipo. Observa su evolución desde el prisma de entrenador y asegura que no le sorprende en absoluto el buen inicio de los vizcaínos. Él también ve en Mumbrú una de las claves. «Conoce la liga, los árbitros, los rivales. Mantiene la base del año pasado y se ha reforzado bien. El equipo funciona porque tiene las cosas claras tanto en defensa como en ataque», sostiene el técnico gallego. «Está bien hecho dentro de las posibilidades económicas del club», añade.

Rodríguez pide ir paso a paso y tener clara la hoja de ruta. No desviarse de ella será fundamental para lograr los objetivos. «Si de repente piensas que eres mejor de lo que realmente eres y que vas a ganar sin darlo todo, entones empiezas a perder. ¿Cuál es la meta? ¿La salvación? Da igual conseguirla en la jornada 15 o 33. No hay que perder la perspectiva». Y pone un ejemplo. «Si ahora encadenas 12 victorias y luego acabas con 14 la gente dirá: 'El equipo ha fallado'. No es así porque está hecho para salvarse. Hay que ser consecuente con el objetivo y no cambiarlo».