Más infierno que nunca

Hubo quien hizo doblete en ambas semifinales, y una mayoría fue entrando poco a poco al pabellón a partir de las siete tras refrescarse en los establecimientos hosteleros cercanos al Bilbao Arena. El ambigú de Miribilla hizo ayer su jornada en la venta de agua fría. El público, en una tarde de calor asfixiante, se abanicaba con lo que podía en un recinto que fue un infierno en todos los sentidos. En la presentación del Bilbao Basket, cuyos jugadores salieron del túnel de vestuarios a ritmo del 'Thunderstruck' de AC/DC, ondearon las banderas de las peñas y las bufandas (no era el día idóneo para esta prenda), y la afición ya avisó de que se encontraba enchufada.

Así, cuando el quinteto inicial de los hombres de negro saltó a la cancha, la marea negra se puso en pie y coreó un emocionante y atronador ¡Bilbao Basket! Después de la primera canasta de Larsen, se escuchó ya la repetida consigna del: 'Jo ta ke irabazi arte! La hinchada bilbaína también trasladó toda la presión que pudo a los colegiados cuando vio alguna jugada dudosa o percibió errores en algunas decisiones. Esto ya se comprobó en los primeros minutos del segundo cuarto, con silbadas de considerable nivel de decibelios y gritos de ¡fuera, fuera!

Con 30-30 en el marcador, después de otra sonora protesta al trío arbitral, el público disfrutó interactuando con la canción 'Rock' n roll Part 2' de Gary Glitter, popularizada en los partidos de la NBA en los años 80 del siglo pasado. Y minutos después, hubo más censura a los encargados del silbato.

Joseba e Itxaso, una pareja de Balmaseda, eran optimista al descanso a pesar de las dificultades planteadas por el Melilla. «Ganamos, ganamos… pero por circunstancias ajenas a nuestra voluntad como la mala suerte, los nervios y los árbitros, no estamos como queríamos. ¡Vaya calor que hace! Esto beneficia al Melilla, que son africanos. Con Clemente habría manguerazo (carcajea). Pero no lo veo mal. Mañana -por hoy- creo que también venimos».

Del baño salían entonces muchas personas con los rostros recién refrescados. Roberto, un aficionado de Basauri, no las tenía todas consigo. «La cosa está complicada. Tienen buen equipo estos del Melilla. Me da que vamos a sufrir bastante», vaticinó. La segunda mitad siguió igual que la primera, con la marea negra muy enfadada en muchas ocasiones con los árbitros.

Luego llegó la ebullición en el último cuarto. Joseba, el de «ganamos, ganamos», soltaba a la conclusión: «Os lo he dicho, hombres de poca fe». Este aficiondo estará también hoy en Miribilla como miles de personas que quieren a Bilbao de nuevo en la ACB.