Los 14 hombres llamados a pintar el cielo de negro y regalárselo a Bilbao

En Europa: Llegó a Bilbao a mediados de febrero y lo primero que dijo en el aeropuerto de Loiu fue que venía a «ganar la Europe Cup». Ya está en la final después de ayudar a los hombres de negro en cuatro encuentros continentales, en los que promedió 6,8 puntos, 1,5 rebotes y 1,5 asistencias. Su valentía fue importante para sobrevivir en Bursa, donde ayudó con un triple en momentos más calientes del duelo.

En Europa: Se lesionó prácticamente en la última jugada en Dijon y no pudo ayudar al equipo en el choque de vuelta en Miribilla, donde se vivió una noche histórica con una remontada memorable. Tampoco estará hoy pero se le espera en Salónica. La torre islandesa es un seguro de vida para el Surne, con 7,2 puntos y 4,4 rebotes de media en el tablero continental. Intimida y cambia tiros rivales.

En Europa: Por el tema de los cupos, el polaco se ha quedado varias veces fuera de la convocatoria, al igual que De Ridder y Kullamae, pero no deja de ser un pieza importante dentro del sistema de Ponsarnau. Su amenaza en el tiro exterior viene bien al equipo para abrir espacios. En los diez partidos disputados en Europa, el ala-pívot ha promediado 6,4 puntos y 5,1 rebotes para una valoración de 8,2.

En Europa: Su cuota de protagonismo en la cancha ha bajado, pero la mantiene como el capitán en los buenos y los malos momentos. En el caso de Rabaseda no importan tanto los números y las estadísticas, sino el liderazgo que ejerce dentro y fuera del vestuario. Contra el Dijon se le vio encendido, arengando al público y al equipo, enchufado al extremo. Aquejado de un virus, el catalán será baja esta noche.

En Europa: Está haciendo muy buena temporada el director de juego de Oslo, la primera en la ACB y Europe Cup, compenetrado a las mil maravillas con Pantzar. De hecho, en más de una ocasión terminaron el partido juntos en la pista. Promedia 8,5 puntos en 16 partidos, además de 3,6 asistencias, segmento que lidera. Sin duda, un Frey a su máximo nivel es una garantía de buen baloncesto del Surne.

En Europa: El belga es el hombre de negro más destacado en el escenario internacional, donde rubrica unos números más que interesantes. Promedia 11,8 puntos por partido -nadie llega a esta cifra-, 5,3 rebotes -también lidera este apartado- y presume de la valoración más alta (14,9). Está con ganas de hacer algo importante en Europa. «Sería un sueño levantar el título en Salónica y hay que hacerlo realidad».

En Europa: No atraviesa por su mejor momento debido a su escasa presencia en los planes de Ponsarnau, pero la muñeca del estonio nunca deja de ser una amenaza y un arma al que recurrir. De ahí que promedie 11,3 puntos en los 12 encuentros disputados en la Europe Cup, una marca que solo mejora De Ridder. Para levantar un título hace falta locura, y Kullamae es perfecto para desatarla.

En Europa: Tiene una muñeca de seda el gaditano, un 'killer' de larga distancia imposible de frenar cuando está en trance. Y tendrá que entrar en ese estado febril de anotador compulsivo para ayudar al Bilbao Basket en la búsqueda de la gloria. Presenta un fantástico 45,6% en tiros de tres -ha metido 29 de los 64 lanzamientos más allá del arco-, arma que debe emplear ahora a lo bestia.

En Europa: No pudo ayudar en el choque de vuelta contra el Dijon por lesión, pero se ha recuperado dentro de los plazos marcados y hoy peleará bajo los aros de Miribilla. Dinámico y atlético, con buena mano a media distancia, Jones promedia casi nueve puntos por partido y también 3,9 rebotes. Está en el 53,3% en tiros de campo y, como curiosidad, ha metido cuatro de los siete triples intentados (57,1%).

En Europa: Es la mano que mece la cuna, el talento y el físico, la calma y el fuego, un base que anota, asiste y derrocha energía en la cancha. Si Pantzar fluye, el Bilbao Basket amenaza tormenta. Acaba de soplar 25 velas y quiere regalarse un título. Es el tercer hombre más valorado del equipo después de De Ridder y de Kullamae con 12,2 créditos, con cinco partidos más que el estonio. Es una pieza clave en esta final.

En Europa: Basta con mirarle a los ojos para darse cuenta de que está viviendo un sueño. Al igual que Sylla, el joven maliense estuvo a la altura cuando el equipo le necesitó para cubrir las bajas de los ,llesionados Hlinason y Jones. Maravilló con su despliegue físico y defensa ante el Dijon, encargado de abarcar todos los espacios a su alcance. En sus dos duelos europeos, Bagayoko promedia cuatro puntos y tres rebotes.

En Europa: Experiencia, carácter y valentía al servicio del Bilbao Basket. El internacional esloveno, curtido en mil batallas y toda clase de competiciones, debe ser uno de los mástiles a los que agarrarse en los tiempos de tormenta. Está a 80 minutos de un trofeo europeo, y lo quiere. Con 8,3 puntos, 2,4 asistencias y 2,4 rebotes por choque, Dragic y sus penetraciones son un arma a explotar por el Surne.

En Europa: Con las lesiones de Hlinason y Jones, el interior de Dakar dio un paso adelante y ayudó al equipo en la pintura junto con el jovencísimo Bagayoko. Cumplió de sobra con actuaciones ofensivas y defensivas destacables, como en el duelo de vuelta ante el Dijon. Jugó con personalidad y tuvo presencia. Ha participado en 17 partidos con casi 15 minutos de media en la cancha, donde ha promediado 3,1 puntos y 3,3 rebotes.