Hlinason, un gigante por encima de todo el mundo

Fue en el último cuarto cuando el islandés, de 27 años, se encaramó por encima de sus compañeros y respondió con una nota sobresaliente a todas sus propuestas. Recibió pases y respondió sin pérdidas y con 11 puntos en su bagaje personal durante los diez minutos finales. Se consagró con un movimiento mecánico providencial. 88-86 para los locales a tres segundos de la conclusión y Muhammad Ali Abdur-Rahkman se eleva más allá de los 6,75 para llevarse el partido por la mínima. El balón bota en el aro pero asoman las manos de Hlinason para coger la bola y machacar. El Girona sólo pudo propulsar un disparo desesperado desde su campo sin consecuencias. Prórroga. Había de ser el nórdico quien apuntalara las esperanzas de su equipo en un choque que había dominado pero que estuvo a punto de perderlo tras 40 minutos. Ya en el tiempo añadido, Hlinason autografió dos de los seis puntos conseguidos en el periodo extra por un Surne que acabó derrotado.

Pocos pívots pueden presentar en la Liga Endesa un balance individual de 24 puntos y una excelente valoración de 33, con 7 rebotes (4 ofensivos y 3 defensivos), una asistencia, un tapón, 3 mates y 5 faltas recibidas. Todo lo que el islandés lanzó se convirtió en puntos. Pleno de aciertos en 9 tiros de dos y en sus 6 tiros libres. Expediente ofensivo sin mácula.

Marcas y recursos

Triggvy, al que tanto la marea negra y como todos los componentes del club le profesan un cariño tan grande como su envergadura, igualó en Fontajau sus mejores números en la ACB. 24 puntos en un partido ya fue una cosecha que recogió en enero de 2023, cuando vestía la camiseta del Zaragoza contra el Tenerife. Ese máximo registro también lo logró dos años antes, con el conjunto aragonés ante el Fuenlabrada. El interior aterrizó en la ACB en el curso 2017-18 defendiendo al Valencia, continuó un año en Obradoiro, cuatro temporadas en Zaragoza y cumple la segunda en el Bilbao Basket.

Aparte de sus cualidades defensivas –su cuerpo y brazos amenazan a cualquiera que merodee por sus dominios–, la torre del Surne abrió en Girona su caja de herramientas ofensivas, más numerosas de las que se le atribuyen a un pívot de corte clásico y mucho volumen. Un gancho de izquierda, un par de dos más uno, aro pasado, ataque de espaldas, mates... completaron el despliegue del islandés en Fontajau, donde se elevó a los altares de la jornada de la ACB.