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Treinta derbis como el de hoy en Miribilla (17.00 horas) han disputado el Bilbao Basket y el Baskonia desde la temporada 2004-2005, cuando los vizcaínos regresaron a la ACB tras refundarse como club en 2000. La estadística de esos duelos lo dice todo, ... ya que en sólo siete de ellos se impuso el actual RETAbet; y si retrocedemos a los años del Caja Bilbao el balance no es mejor. Trece choques contra el Baskonia en las campañas de 1986 a 1991 y apenas dos victorias. En esas lacónicas cifras se condensa una eterna querella de vecinos, en la que los alaveses encarnan el 'statu quo' del baloncesto vasco, mientras que Bizkaia no pierde la esperanza de poner ese escenario patas arriba, quizás esta misma tarde en el Bilbao Arena. Mientras llega ese momento, la marea negra se consuela con los instantes de gloria en los que su equipo se codeó con el Baskonia; y los protagonistas de esos chispazos de felicidad -tres héroes de la canasta que ganaron algún derbi- lo cuentan para EL CORREO en vísperas de otra gran batalla de los pupilos de Álex Mumbrú.
Xabier Jon Davalillo Caja Bilbao, 1981-82 y 1984-89
El KAS, el Águilas... Algunos no lo han olvidado. De niños saludaron a los madridistas Wayne Brabender y Clifford Luick cuando rendían visita La Casilla, y de veinteañeros festejaron la irrupción del Caja Bilbao en la ACB, en la temporada 1986-1987, cuando los vizcaínos explotaron como una mascletá. «Fue impresionante», puntualiza el bilbaíno Xabier Jon Davalillo, 'Jotajota', que había recalado en aquella histórica plantilla procedente del Baskonia y que en su nuevo destino ganó aquel año a los vitorianos en liga y tres veces al Real Madrid. «La Casilla era una bombonera, con el público encima, pero todavía había más ambiente cuando bajaba la gente de Vitoria. El ruido se acrecentaba; en el aire flotaba algo distinto».
Hasta la pareja de americanos que formaban Darrell Lockhart y Joe Kopicki lo palpó cuando ambos se reunieron en el Caja Bilbao, a las órdenes de José Antonio Figueroa. «Entendieron enseguida de qué iba esto del Baskonia», relata su excompañero. «Veían que había algo especial ese día; había que competir contra el equipo de aquí al lado».
De los derbis de los ochenta lo que recuerda Davalillo es al baskonista Alberto Ortega, los dos frente a frente en la cancha. «Él, de Vitoria y yo, de Bilbao; la misma edad, el mismo puesto de escolta. Habíamos coincidido en todas las categorías, y nuestro recorrido y características eran similares. Es como si protagonizáramos una rivalidad dentro de otra, la de nuestros equipos. Pero ya no hablamos de derbis, sino de nuestros dolores de rodilla, de cadera (risas)».
En realidad, mucho antes de sentir esos 'achaques', Xabier Jon tuvo que resetearse para los partidos contra el Baskonia, a fin de aparentar frialdad. Fue en su etapa de presidente del Bilbao Basket (2005-2010), aunque en ocasiones «si la cosa estaba ajustada, sí te alterabas». Le ocurrió el 22 de enero de 2006, tras el bocinazo que certificaba la gran victoria de los hombres de negro sobre su rival alavés en el BEC, con 12.400 espectadores, récord de público. Se fue a abrazar al diputado general, José Luis Bilbao, y acabó levantándolo.
Sobre la cita de esta tarde en Miribilla, Davalillo recuerda que la llama de los derbis brilla igual que en los tiempos del Caja Bilbao. «Ellos nunca regalan nada. Si el Baskonia está arriba es porque, además de disponer de un presupuesto mayor que el del 70% de sus rivales, tiene su idiosincrasia. El carácter Baskonia, como lo llaman. Van con el cuchillo entre los dientes». Se trata de un rasgo competitivo que, en opinión de 'Jotajota', deberían imitar los demás. «En Vitoria eso lo llevan a rajatabla. Jugaremos contra quien sea, pero vamos a 'matar'. Al vecino hay que ganarle sí o sí, por lo civil o por lo criminal».
Predrag Savovic Bilbao Basket 2004-2009
Predrag Savovic ha sido casi de todo en el Bilbao Basket. Jugador, ejecutivo y ahora flamante director general. Por eso se conduce con pies de plomo cuando le hablan del Baskonia. «Somos dos equipos vascos que hacen gala de una gran competitividad cuando se encuentran -dice, casi recitando-. Siempre con respeto y, por nuestra parte, con toda la humildad del mundo». Sin embargo, toda esa diplomacia que el montenegrino le echa al asunto no le impide respirar por la herida de aquel infausto partido de la temporada 2004-2005, aquel 3 de octubre de 2004 en el que el Bilbao Basket regresaba la ACB cargado de ilusión tras haber renacido en 2000. «El Baskonia metió 47 puntos de diferencia en La Casilla; fue un trago duro. El primer derbi y pierdes por 47...».
Los bilbaínos taparon ese desgarro ganando a los pocos días al Joventut en Badalona, pero 'Savo' comprobó cómo desde ese momento una consigna se había extendido por el club. «'Tenemos que ganar al Baskonia', nos decíamos los jugadores, el cuerpo técnico, todo el mundo. Al menos había que plantar cara. Con otro equipo hubiera sido distinto, pero eran ellos», explica Predrag. Fue así, tras recibir la paliza de los vitorianos, como se refundó el derbi que esta tarde va a calentar Miribilla. Y en cierto modo, aquel ultraje le rindió frutos a 'Savo'.
«Porque les devolvimos el favor y no tuvimos que esperar demasiado», rememora el montenegrino con una sonrisa pícara. El desquite llegó en 2006 con el triunfo sobre el Baskonia en el BEC, ese en el que Davalillo presidente aupó al diputado general. «Un partido tremendo. El comportamiento de nuestra afición fue impresionante». Esas sensaciones se repitieron en 'Savo' al participar en otra victoria sobre los alaveses en 2007, y han aflorado esta temporada al ver la respuesta de los seguidores del RETAbet de vuelta en la ACB. «En ese aspecto no estamos detrás de algunos equipos en Europa. Por supuesto, la afición del Baskonia también es conocida por cómo apoya a sus jugadores y cómo viaja con ellos. Tal vez hacen un poco más de ruido que otros, pero nuestra marea negra no tiene nada que envidiar a nadie».
Javi Salgado Bilbao Basket, 2001-10, 2016-19
«¿Sabes quién era Pablo Prigioni?». Javi Salgado se refiere al base argentino que hizo leyenda en el Baskonia de 2003 a 2009, en 2011-2012 y en 2016-2017. «No necesita presentación», subraya el 'crack' de Santutxu, artífice de tres victorias sobre los alaveses. «Pablo era un grandísimo director de equipo, un magnifico defensor, especialista en robos de balón», continúa Salgado, para quien tener que medirse con esa y otras figuras baskonistas podía resultar tan poco atractivo como una urticaria. «Prigioni te exigía estar superatento todo el tiempo, te obligaba a permanecer en alerta constante por su calidad en ataque, por esa capacidad suya para encontrar las mejores opciones».
Los elogios al argentino le sirven de pretexto a Salgado para hacer una confesión a los no versados en basket. «Una de las cosas que menos nos gusta a los bases es perder balones, y Pablo conseguía muchas veces que perdieras tres o cuatro. Me daba mucha rabia». A nivel personal, moverse bajo esa presión no le vino mal a Javi, todo lo contrario. «Enfrentarme a Prigioni me hizo crecer como jugador. Y fuera de la cancha la relación entre nosotros fue cordial. Teníamos los piques del juego, porque él, como argentino, es muy competitivo y en eso lo hacía bien, pero yo le profesaba el máximo respeto».
Ese sentimiento no iba dirigido únicamente a Prigioni, sino a las demás estrellas del Buesa Arena. «Piensa en la gente que tenía el Baskonia, en Calderón, Scola, Splitter, Macijauskas, Sergi Vidal... Qué se puede decir de todos ellos. Eran top de Europa, como los que les han sucedido. Su nivel de exigencia es muy alto desde el primer día».
El de Santutxu verá hoy su primer derbi como ayudante de Mumbrú en el banquillo. «¿No estarás buscando la polémica?», bromea con el informador. «En Miribilla somos conscientes de la trascendencia local de estos partidos, pero no creo que ellos vayan a hacer más hincapié ante nosotros que en otros encuentros. Les aguardan citas más importantes con el Barça, Madrid, Euroliga, Copa, play-off...».
Ahora mismo, el RETAbet bastante tiene con reconstruir su autoestima tras el paso por la LEB Oro; y el derbi de hoy le puede sumar lo mismo que las victorias sobre el Tenerife y el Valencia... Y lo mismo que el partido del Obradoiro si los hombres de negro también hubieran ganado en Santiago. «De todos modos, si derrotar al Baskonia puede tener un valor especial para mí -confiesa Salgado- sería como regalo a nuestra afición después de lo que ha pasado».
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