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Alberto Díaz es uno de los mejores defensores en Europa. ACB PHOTO
«Me gusta el trabajo sucio»

Alberto Díaz, base del Unicaja y exhombre de negro

«Me gusta el trabajo sucio»

Entrevista ·

«Bilbao siempre defiende a los suyos por muy mal que vayan las cosas», remarca el base, quien regresa este sábado a Miribilla para medirse al Bilbao Basket

Robert Basic

Bilbao

Viernes, 24 de noviembre 2023, 23:07

¿De dónde le sale esa defensa tan intensa, tan al límite, con tanto contacto?

– Viene de serie. Me gusta jugar intenso, fajarme, el trabajo sucio. Es algo que siempre me ha gustado, se me ha dado bien desde pequeño. Me encuentro cómodo.

– ¿Alguna vez los rivales le han pedido que afloje un poco?

– Sí, alguna vez me lo han dicho. Hay cachondeo y amistad. Tengo buena relación con todos mis compañeros. Me lo han dicho alguna vez en broma o en tono irónico. Son anécdotas.

– Si tuviera enfrente a un Alberto Díaz, una lapa incansable en las labores de persecución, ¿qué le diría?

– Intentaría no pincharle mucho. Trataría de pasar desapercibido para que no me cogiese a mí.

Alberto Díaz (Málaga, 29 años) atiende a EL CORREO poco antes de viajar a la que fue su casa entre marzo y mayo de 2014. El base del Unicaja, que vino siendo un adolescente y jugó 13 partidos como hombre de negro por la lesión de Raül López, recuerda con cariño su paso por la capital vizcaína y Miribilla, donde recibió cantidades industriales de «cariño y apoyo». Este sábado se medirá a un Bilbao Basket necesitado de victorias (20.45 horas), que intentará derribar a uno de los grandes bloques de la liga. Díaz, uno de los mejores defensores de Europa, alaba el baloncesto de su exequipo y a su afición. «Siempre defiende a los suyos por muy mal que vayan las cosas».

– Llevaban nueve victorias seguidas entre ACB y Europa hasta que perdieron el miércoles contra el Le Mans. ¿Un simple accidente? ¿Un rasguño sin importancia?

– Sabemos que la temporada es larga y que hay partidos que se pierden, en los que no estás tan fino ni física ni mentalmente. Nos tocó con el Le Mans. Son los avisos que te da el deporte para que no te duermas en los laureles. Te pone los pies en el suelo.

– Te dice que eres bueno, pero no tanto y no siempre.

– Claro. Veníamos de una buena racha, de ganar al Real Madrid, que genera mucha euforia, pero si no das el cien por cien pierdes con cualquiera. No lo digo ni mucho menos por despreciar al Le Mans, que es un gran equipo, sino porque si no estás al máximo a este nivel, no ganas.

– Este Unicaja transmite sensación de solidez y de ser un equipo con mayúsculas. ¿Es lo que sale cuando se junta la buena química con el poderío físico?

– Sí, sí. Venimos de años malos, en los que el equipo no ha sido consistente, y aparte del talento individual se ha buscado un grupo de luchadores, de guerreros. Si a eso se suma la buena química que tenemos dentro y fuera de la pista, se crea un equipo ganador.

– Vigente campeón de Copa y también de Eurobasket, malagueño y adorado en su ciudad y en el Carpena, ¿ha llegado a sentirse como una estrella de rock?

– Cuando empezó la ola con el Eurobasket y la Copa del Rey hubo mucha euforia. No solo en Málaga, sino también fuera. Te sientes un poco así... Luego te calmas, aprendes de esos momentos, los gestionas y los llevas mejor.

– ¿Es verdad que es un mal perdedor, que le cuesta dormir después de una derrota?

– ¡Sí! Eso no cambia. Y no solo cuando pierdo. Después de cada partido le doy vueltas a lo que podía haber hecho mejor. La adrenalina del partido hace que me cueste coger el sueño. Para mí, las noches después de los partidos son complicadas.

– En el Bilbao Basket andaría con ojeras. ¿Cómo estaría si al Unicaja le hubiera pasado lo del triple de Andrés Feliz?

– El Bilbao Basket hizo un muy buen partido en Badalona. Es verdad que ese triple duele mucho. No solo por la manera en la que fue, sino por las jugadas anteriores. Había varias opciones (de sentenciar) en los 40 segundos previos al triple. Luego te lo repiten tantas veces en las redes sociales que la gente se hace eco de la canasta. Es muy doloroso. Deseas que llegue el siguiente partido para pasar página y olvidarlo.

Buenos recuerdos de Bilbao

– Vuelve este sábado a la que fue su casa en 2014, donde llegó con apenas 19 años para sustituir al lesionado Raúl López. Casi nada.

– Fueron 13 partidos. Disfruté mucho. Es verdad que las circunstancias no eran las ideales por el tema económico, pero yo lo pasé genial con un grupo de jugadores a los que admiraba.

– Hervelle, Mumbrú...

– Roger Grimau, Bertans, Germán Gabriel... Yo era una esponja. Estar ahí era un privilegio. Me dieron la oportunidad de jugar en la ACB, me dieron la responsabilidad y me trataron tan bien en Bilbao y Miribilla... Fueron tres meses maravillosos.

– A pesar de 10 derrotas en 13 partidos, la experiencia mereció la pena.

– Sí. Iba con muchas ganas. La racha fue mala, pero yo lo veía con los ojos de un niño que juega al baloncesto con ilusión, con ganas de comerse el mundo. Había cosas externas que afectaban, pero yo me quedo con lo bueno.

– ¿Por ejemplo?

– Con que la gente estaba con nosotros. ¡Cómo apoyaba al equipo a pesar de tantas derrotas! Me impactó mucho. Yo era nuevo. Es lo que tiene Bilbao, el amor por su equipo, por su gente. Siempre defiende a los suyos por muy mal que vayan las cosas. Es algo que se me quedó grabado. Para mí fue un aprendizaje.

– ¿Cómo es jugar en Miribilla?

– Muy complicado. Es una cancha muy caliente, la gente aprieta mucho y da un plus a su equipo. Es una de esas pistas que como rival quieres evitar porque sabes que es una caldera.

– Cogen a los hombres de negro con una racha de cinco derrotas seguidas en la Liga Endesa. ¿Lo ven fácil?

– Ni mucho menos. Eso no quiere decir nada. Son cinco derrotas seguidas, pero la última no debió serlo. Las sensaciones que se tienen fuera no son las que transmiten los resultados. El Bilbao está jugando bien y en casa, maravillosamente bien. Tiene un equipo equilibrado, buena química, buen entrenador. Tarde o temprano seguirán ganando partidos. Intentaremos que no lo hagan contra nosotros.

– ¿Dejará respirar a Renfroe y a Pantzar?

– Espero que no. Siempre quiero que al Bilbao le vaya maravillosamente bien, pero intentaré que hoy lo haga lo peor posible.

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