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Hay días en los que uno no está como le gustaría y lo acaba pagando con una derrota. Tampoco es que el RETAbet tuviera una tarde torcida del todo, desdibujada, simplemente le faltó un poco de todo para completar su obra en el Martín Carpena. ... Los hombres de negro echaron de menos la mejor versión de Axel Bouteille, más magia de Jaylon Brown, menos pérdidas de balón y una dirección clarividente, pero jamás se borraron del parqué y no dejaron que el Unicaja les partiera por la mitad. El esfuerzo no se negocia y en eso lo jugadores de Álex Mumbrú casi siempre sacan la matrícula de honor, conscientes de que solo con cantidades industriales de trabajo conseguirán sus objetivos.
Bouteille es una metralleta que ayer no disparó con la potencia de siempre. El francés firmó su peor anotación en la ACB con apenas 6 puntos -una canasta de dos, un triple y un tiro libre- y puso fin a una impresionante racha de tres partidos seguidos con al menos 20 puntos en su casillero particular. Al Manresa le hizo 27, al Herbalife 20 y al Real Madrid 22. No pudo dar continuidad a su festival anotador ante un Unicaja que le tenía bien estudiado, vigilado de cerca y siempre con un defensor punteándole el tiro. Apenas disfrutó de lanzamientos librados y forzó varios de ellos con la esperanza de abrir la lata y hacer que las canastas se le cayeran de los bolsillos, como de costumbre. No funcionó. Cerró el choque con un triple cuando el partido ya estaba decidido a favor de los locales.
Evidentemente, el Bilbao Basket no perdió por la tarde gris de Bouteille. Perdió porque le penalizaron las pérdidas, porque permitió a su rival coger 14 rebotes ofensivos y porque concedió demasiadas segundas y terceras opciones a los andaluces. Los hombres de negro jugaron de tú a tú a los malagueños, sin perder nunca la cara al partido, y solo flaquearon un poco en el tercer cuarto cuando el Unicaja se fue 13 arriba (70-57). Apretaron los dientes y volvieron al choque, pero fueron incapaces de suturar la brecha en el marcador. El equipo no tuvo claridad ofensiva en varias fases del duelo, con Rousselle y Schreiner un tanto atascados en la fabricación de jugadas, y pagó caro las pérdidas de balón. ¡Nada menos que 17! 17 ataques regalados a un Unicaja que iba picando piedra y abriendo hueco en su camino hacia la victoria. Tampoco Brown desplegó su mejor baloncesto, con 8 puntos, cuatro pérdidas y un uno de valoración, demasiado poco para un tipo que es capaz de todo y que, pese al atasco anotador, demostró una vez más que es más valiente y descarado que nadie.
El RETAbet perdió en una pista muy complicada y sigue sin ganar fuera desde que lo hiciera en la primera jornada, en Tenerife. Lo positivo es que nunca dejó de pelear y dio la cara durante los 40 minutos. Se la partió finalmente el Unicaja, pero no pudo mandar a la lona a un bloque solidario, gremial y trabajador. Estas fueron las características que acentuaron el baloncesto de Emir Sulejmanovic, un tipo duro y físico que da mucho a su equipo en las labores defensivas. Pero el bosnio-finlandés dio ayer también un paso adelante en el ataque, con nueve puntos, seis de ellos en el segundo cuarto. Además, aportó siete rebotes.
Hubo un poco de todo en el Martín Carpena, donde faltaron ciertas cosas colectivas e individuales para tumbar a un equipo con mucha profundidad de banquillo como el Unicaja. ¿Lo mejor? La actitud de los hombres de negro. Ganan o pierden, pero nunca bajan los brazos.
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